lunes, 12 de mayo de 2008

El Málaga pasa de Primera División

El Málaga C.F. perdió de nuevo en casa por 1-2 frente al Nástic de Tarragona en un partido que empezó ganando, pero que fue remontado justamente por los catalanes.
Los primeros minutos fueron del Gimnástic, demostrando que venía a ganar a toda costa. Muestra de ello fue la primera ocasión del encuentro: Arpón recibió un balón a la espalda de la defensa malacitana y su disparo fue repelido por un brillante Goitia. Los siguientes veinte minutos fueron escasos en oportunidades, si acaso, algún centro sin excesivo peligro por parte de los dos equipos. El primer remate a puerta del Málaga significó el primer gol de la tarde: Antonio Hidalgo fue derribado en la frontal del área; Paulo Jorge lanzó magistralmente la falta y su disparo se coló pegado al poste que defendía el meta visitante, que pudo hacer mucho más (1-0). Se las prometía muy felices la hinchada malaguista, que vió cómo a los tres minutos el Nástic devolvía la igualada en el marcador: una falta lateral fue aprovechada por Abraham para conseguir el 1-1. El resto de la primera mitad fue un poco más igualado, con un par de acercamientos locales protagonizados por Cheli y algunas internadas peligrosas de los visitantes en el área defendida por Goitia. Mientras tanto, los aficionados veían cómo el Sporting ganaba ya al descanso por 0-2 al Tenerife, colocándose momentáneamente a un punto de los blanquiazules.
La segunda parte comenzó como la primera, con un Nástic dueño del balón y un Málaga a la espera de un despiste para lanzar algún contraataque. En el minuto 54 llegó el segundo gol de los tarraconenses tras otra falta lateral, aunque no debió subir al marcador, ya que Mairata introdujo el balón en la portería tras recibir de Moisés, que se encontraba en fuera de juego al botarse la citada falta (1-2). El Málaga buscó frescura con tres cambios ofensivos, aunque después no darían resultado. Los visitantes siguieron a lo suyo, controlando el juego a su antojo, con triangulaciones y abriéndose camino por donde quisieron; además, pudieron finiquitar el partido con dos grandes ocasiones: en la primera, Campano se plantó solo ante Goitia, que desbarató su remate con una gran intervención; en la segunda, Adrián tuvo en sus botas el tercero, pero de nuevo Goitia intervino para tapar su remate, que se marchó rozando el poste. El Málaga sólo dispuso de una oportunidad clara: Calleja botó una falta lejana que se envenenó hasta tal punto que Rubén Pérez tuvo que despejar con apuros el balón, que, incluso, llegó a tocar el larguero. La actuación del árbitro fue bastante mala; aparte del gol que debió ser anulado, pudo haber expulsado a Arpón, que tenía una amarilla de la primera parte, al conceder ley de la ventaja tras una falta sin balón cometida por éste; pero de Calleja no se olvidó en una situación similar, aunque éste no fue amonestado anteriormente.
La segunda derrota consecutiva en casa deja al Málaga con sólo cuatro puntos de renta sobre el cuarto clasificado, la Real Sociedad; además, el Sporting, tercero, ya tiene los mismos puntos, y eso que hace un mes estaba a ocho. Muy mal pintan las cosas para los blanquiazules, cuyo feudo a dejado de ser un fortín, a tenor de los últimos resultados cosechados en La Rosaleda. El próximo encuentro será de nuevo en su estadio ante un Hércules que prácticamente no se juega nada; Localia retransmitirá el partido el próximo domingo a las cinco de la tarde.

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