sábado, 2 de abril de 2011

Miércoles Santo en Málaga

El ecuador de la Semana Santa ya ha sido superado, y ahora sólo nos queda disfrutar de la segunda parte de una semana que se intensifica tanto en el número de tronos procesionados como en el público que se agolpa en las calles de la ciudad para verlos. Hoy Miércoles Santo, empezamos en el barrio de Capuchinos para presenciar la salida de la hermandad de los Salesianos, que saca a la calle un único trono en el que se reúnen el Santo Cristo de las Penas, María Santísima del Auxilio, San Juan Evangelista y las Tres Marías para escenificar el momento en el que Jesucristo le encomienda a su discípulo que cuide de su madre. De allí, nos vamos a calle San Juan, pues de la iglesia del mismo nombre parte el cortejo más extenso de nuestra Semana Santa, y es que las Reales Cofradías Fusionadas cuentan con seis titulares, de los cuales cuatro salen hoy, mientras que Lágrimas y Favores ya lo hizo el Domingo de Ramos y la Vera+Cruz hará lo propio en la madrugada del Viernes Santo. En primer lugar, vemos a Nuestro Padre Jesús de Azotes y Columna con la espalda totalmente ensangrentada y repleta de heridas causadas por los latigazos que le propinan dos sayones; a continuación, el Santísimo Cristo de la Exaltación, recién crucificado, es levantado para acercarse al cielo al que acudirá cuando encuentre la muerte en la cruz. Casualmente, en el siguiente trono encontramos al Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos, que avanza al ritmo de un Bolero Paracaidista y al canto de 'La muerte no es el final' ("En tu palabra confiamos, con la certeza que Tú ya lo has devuelto a la vida, ya lo has llevado a la luz"). Por último, sale Nuestra Señora del Mayor Dolor que llora la muerte de su hijo acompañada de San Juan Evangelista, que intenta consolarle en un trono que milagrosamente supera la estrechez de calle San Juan.
Después de un largo cortejo, retornamos a uno más tradicional compuesto por dos titulares, y lo hacemos con otra salida, en la Plaza de San Francisco, donde no cabe ni un alfiler. Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón, una advocación única en España, cruza el citado torrente acompañado por un soldado romano y por 'El Berruguita', el popular sayón de esta cofradía; justo después, sale María Santísima de la Paloma en un trono monumental cuyos enormes arbotantes tienen que ser recogidos hacia dentro para que pueda entrar en calle Carretería. Nos vamos ahora corriendo hasta la Plaza del Obispo, ya que allí Nuestro Padre Jesús Nazareno titulado 'El Rico' va a liberar un preso gracias al privilegio que el rey Carlos III le concedió a esta imagen a mediados del siglo XVIII; María Santísima del Amor también se encuentra a los pies de la Catedral presenciando este emotivo acto en el que el Nazareno bendice al preso perdonado. No tenemos que alejarnos mucho de donde estamos, pues la cofradía de Salesianos está saliendo del primer templo de la ciudad por el Patio de los Naranjos para continuar por la recogida calle de San Agustín, lugar imprescindible para admirar el grupo escultórico presidido por el crucificado del Santo Cristo de las Penas cuando ya ha caído la noche en Málaga.
Nos dirigimos a la Alameda para ver de nuevo a Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón en su caminar bajo la bóveda verde de esta vía malacitana y maniatado por 'El Berruguita', y a María Santísima de la Paloma, sobre cuyo manto ya se han posado varias palomas que acompañan a la que porta en su mano una de las titulares marianas más bellas de nuestra ciudad con sus ojos verdes. Acudimos a continuación a la Tribuna de los Pobres, donde debe encontrarse ya el Santísimo Cristo de la Sangre, muerto en la cruz y manando sangre y agua de su costado derecho, que ha sido atravesado por la lanza del soldado Longinos; su madre, María Santísima de Consolación y Lágrimas, viene detrás llorando porque ha perdido injustamente a su hijo sin encontrar consuelo alguno. No hace falta que nos movamos de donde estamos, ya que a continuación vienen los cuatro titulares del Miércoles Santo de las Reales Cofradías Fusionadas para luego girar por Puerta Nueva en busca de la Iglesia de San Juan. Nuestro Padre Jesús de Azotes y Columna soporta en su espalda los últimos latigazos sobre su pequeño trono de madera, el Santísimo Cristo de la Exaltación continúa inclinado y clavado en la cruz, el Santísimo Cristo de Ánimas de Ciegos desfila junto a las tropas de la Brigada Paracaidista, y Nuestra Señora del Mayor Dolor sigue aflijida pero con la constante presencia de San Juan Evangelista.
Acabamos de superar la medianoche, y seguimos por la orilla del Guadalmedina hasta llegar a la Plaza de Enrique Navarro, de donde parte el suntuoso cortejo procesional de la archicofradía de la Expiración, pero no nos detenemos mucho para que nos dé tiempo a ver a los titulares de la cofradía de la Sangre embocando los últimos metros de su recorrido por calle Calderería y Casapalma, y el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno 'El Rico' y María Santísima del Amor a los pies de la Alcazaba y del Teatro Romano, pocos metros antes de ponerse frente a frente en la casa hermandad de calle Victoria en el encierro, no sin antes haber sido levantados los dos tronos a pulso varias veces. Ahora, nos vamos a las inmediaciones de la Catedral, concretamente a la Plaza del Obispo, para ver a la Guardia Civil, que, vestida con las mejores galas y con una elegancia exquisita, acompaña como cada año a su Santo Protector, el Santísimo Cristo de la Expiración, excelso crucificado de Benlliure sobre un trono de caoba, bronce y plata repleto de alegorías. Detrás viene su madre, María Santísima de los Dolores Coronada, sobre un trono no menos imponente y ataviada con un largo manto negro bordado en oro que es digno de admiración. Seguimos con este cortejo, ya que es el único que se encuentra ahora mismo en las calles de Málaga, y vamos en busca del Cristo, que debe estar a la altura del Mercado de Atarazanas. El transitar de este crucificado es una maravilla, con solemnidad y al compás de una cruceta musical especialmente estudiada; sigue el Santísimo Cristo de la Expiración por la Alameda, entre dos hachones, triunfando sobre el mundo, el demonio y la carne que aparecen representados a los pies de la cruz, buscando la luz de la luna antes de dar el último suspiro. María Santísima de los Dolores Coronada continúa derramando lágrimas por su rostro, pero manteniendo un gesto sereno y contenido ante lo que ha de suceder. Por fin, pasadas ya las cinco de la madrugada, los dos tronos se encuentran junto a su casa hermandad para encerrar el Miércoles Santo.
Y hasta aquí, mi particular recorrido por el Miércoles Santo de la Semana Santa de Málaga, pero sin olvidar el acostumbrado vídeo realizado con fotografías que tomé el pasado año en esta jornada. La marcha escogida para amenizar las fotografías es 'Cristo de los Milagros'.


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