martes, 14 de agosto de 2012

No es mío, pero es interesante (XLVIII)

Vuelve la sección 'No es mío, pero es interesante', en la cual os recomiendo las entradas de otros blogs y webs que más me han interesado en los últimos días. Algunos de ellos han conseguido colar en la lista que luego detallaré más de un post, como son los casos de Microsiervos y Blogodisea, con cuatro y dos aportaciones, respectivamente. La variedad sigue siendo una de las principales características de esta sección, puesto que encontraréis ciencia, astronomía, curiosidades, humor, etc.
Echémosle un vistazo a las recomendaciones de esta entrega:
¿Os han gustado las recomendaciones de esta entrega? Espero que así sea y que me lo hagáis saber a través de un comentario ;)

5 comentarios:

Andres dijo...

Gracias por incluir dos enlaces míos, no sé si merezco tal honor, encima que últimamente posteo cada vez menos.

Sobre lo de "¿Por qué nunca completé mi colección de cromos?", me ha recordado que sí era posible conseguir los cromos faltantes en algunas colecciones. Al final de ciertos álbumes, podías marcar los que te faltaban y si los enviabas (no recuerdo cómo se pagaba ¿con sellos?), te enviaban los cromos. Aun así, no recuerdo si esto fue muy extendido o lo recuerdo de una sola colección en particular de los años 80.

Por cierto, en la foto del Meteosat, me ha sorprendido ver el grado de desertización de España. pensaba que Italia o Grecia serían parecidos a España, pero los veo más verdes incluso.

Y el vídeo de Islandia es espectacular, un lugar al que me encantaría ir, mucho mejor si hubiese sido este agosto XD.

Un abrazo.

Rojo Merlin dijo...

Lo de los cromos, me ha recordado un trauma de la infancia.
En mis tiempos, terminar una colección de cromos era fácil, solo había que intercambiar con otros niños los cromos repetidos.
Pero... siempre faltaba alguno que no tenía nadie, razón: muy simple.
El sobre con tres cromos que se compraba en el kiosko, valía una peseta. Y por supuesto, algunos preferíamos invertir esa peseta en el salón de los billares, en vez de comprar un sobre con tres cromos totalmente inútiles para lo que entonces eran nuestros fines, que era pasar el máximo tiempo posible jugando al billar.
En compensación, los hijos de los ricos, que lógicamente, no sabían, ni sabrán, jugar al billar, más adelante, nos facilitaban los cromos que nos faltaban, a cambio de nuestra amistad con ellos.
Espero que alguien de mi generación lea esto, y seguro que sabrá de lo que estoy hablando.
Saludos.

Rafalillo dijo...

Andrés: de nada, para mí lo mereces, así que es un motivo más que suficiente ;)
No sabía yo que se podían pedir los que te faltaban, aunque se pierde la gracia de poder intercambiar con los demás.
No sé, pero la imagen creo que está un poco retocada. Seguramente no haya tanta diferencia.
Los timelapses siempre son espectaculares, y si encima te entran ganas de ir, pues mejor.

Rojo Merlin: ¿tres cromos solamente? En mis tiempos creo que venían cinco o seis, y el sobre costaba 25 pesetas. Mucha diferencia de edad, ¿eh? :D
Jugar al billar es un gran entretenimiento, y de hecho soy bastante bueno jugando a la carambola, pero hace mucho que no juego.

Gracias a los dos por vuestros comentarios ;)

Rojo Merlin dijo...

No me lo puedo creer, un jovenzuelo que sabe jugar al billar, y nada menos que al de verdad, al de carambolas.
Que mas da, si eres bueno, o no, eso es muy relativo, cuantas puedes hacer, 200? 300? o quizá, 2 ó 3, de vez en cuando.
Lo que a mi me importa de verdad, es si te llama la atención este juego.
Es el juego soñado. Las matemáticas en 3D, la física llevada a su más íntima solución de ecuación de movimientos, fuerza, momento de inercia, energía cinética, y todo eso mezclado con la visión espacial del movimiento de las bolas, el dibujo que hacen al rodar sobre la mesa y el placer de acertar con el ángulo de tiro, como cuando se saca sobresaliente en un examen de trigonometría.
Por cierto, yo también hace tiempo que no juego, justo desde que empezó la feria, a ver si se acaba pronto esta semana tan larguísima...
Saludos.

Rafalillo dijo...

Si tú supieras los buenísimos recuerdos que tengo de jugar a las carambolas...

En mis buenos tiempo, yo era capaz de hacer cinco o seis seguidas, pero ahora me costaría enlazar dos. Eso sí, cuando jugaba me tiraba toda una tarde junto a la mesa de billar.

Pocos juegos son tan matemáticos como éste, como bien dices, pero también se necesita mucha práctica y un poquito de suerte.

¿Para ti hace tiempo es desde hace 10 días? Pues resulta que yo llevo como seis o siete años sin jugar...

En fin, que cuando quieras nos echamos unas partiditas, que basta que me escribas un mail para que nos veamos. Y la verdad sea dicha, echo mucho de menos jugar al billar :D

Saludos ;)