viernes, 13 de marzo de 2015

Andalucía es la cobaya

Los andaluces estamos citados a las urnas el próximo domingo 22 de marzo para elegir a la persona que presidirá la Junta de Andalucía los próximos cuatro años, o menos, quién sabe, porque la actual legislatura no va a llegar siquiera a agotarse debido al adelanto electoral que anunció a comienzos de año la actual presidenta, Susana Díaz, quien por cierto no fue la elegida en las últimas elecciones, sino que cogió el testigo de José Antonio Griñán tras renunciar éste al cargo apenas un año y medio después de dichos comicios, más o menos el mismo tiempo que va a estar Susana al frente de la comunidad autónoma. Está convulsa Andalucía: dos presidentes en la legislatura, conflictos en el pacto de gobierno entre PSOE e IU, elecciones anticipadas, casos de corrupción, candidatos que no llenan...
Son muchas las pegas que podemos poner a estos tres últimos años de política andaluza, pero la más importante de todas resulta ser que vamos a ser la cobaya, el banco de pruebas, el entrenamiento, el "a ver qué pasa" con vistas a unas elecciones generales que, salvo sorpresa mayúscula, se celebrarán allá por el mes de noviembre. No cabe duda de que Andalucía no podía esperar a agotar la legislatura, pero muchos nos preguntamos por qué no se han hecho coincidir con las municipales del 24 de mayo. ¿Qué sentido tiene? Obviamente es una decisión partidista que nadie discute que tendrá sus intereses, pero resulta que es una decisión que está jugando con personas, con ciudadanos, con andaluces, y con ellos no se puede jugar más porque ya hemos perdido mucho y vamos a perder más, empezando por el dinero, puesto que organizar una sola jornada de votaciones en vez de dos en tan corto intervalo de tiempo como va a ocurrir hubiera supuesto un notable ahorro de dinero, que no es precisamente lo que nos sobra, sino lo que nos falta.
Si alguien quiere ganar dinero en las casas de apuestas, lo tiene muy fácil: el PSOE va a ganar las elecciones, eso sí, con mayoría simple, y aquí creo que todos volvemos a estar de acuerdo. Ha estado muy inteligente Susana Díaz con esto de adelantar las elecciones para antes incluso que las municipales, y es que el objetivo no es otro que minimizar la irrupción de Podemos en el Parlamento de Andalucía, que bastantes escaños va a conseguir ya en el Congreso como para que también ahora se apropie del gran bastión socialista. Aquí está la clave, y es que da la impresión de que al PSOE apenas le queda el territorio andaluz para mantener su fuerza como uno de los dos brazos de un bipartidismo español que, aunque vigente, muestra unos alarmantes signos de debilidad. Los socialistas no se pueden permitir perder Andalucía, y la única manera de impedirlo es tal y como lo están haciendo. Repito que dudo mucho que vaya a ocurrir, pero, si realmente el PSOE no saliese vencedor en estas elecciones, que se vaya despidiendo de las municipales, de la generales y hasta de las de las comunidades de vecinos.
Salvo sorpresón mayúsculo, los socialistas van a ser la fuerza más votada, y eso a pesar de que el descontento de los andaluces con la gestión que han llevado a cabo desde siempre ha ido a más con el paso de los años, el cual se ha agudizado con los casos de corrupción en los que se han visto envueltos los dos anteriores presidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. A pesar de todo esto, y como somos como somos, vamos a volver a votarles, igual que ocurrirá en noviembre con el PP, que también se ha lucido estos años y sí, también ganará las generales con mayoría simple. Ahora bien, ¿con quién va a hacer coalición el PSOE? El PP está absolutamente descartado e IU no parece que vaya a conseguir los escaños suficientes para sumar mayoría, así que Podemos, que sí que parece que 'podrá' conseguir esos asientos del Parlamento andaluz, resulta ser la única opción posible. Miedito me da.
El PP vuelve a ser el eterno aspirante, el quiero y no puedo, el que no se puede quitar la etiqueta de segundón en una comunidad autónoma que se le resiste por más que lo intente. Estuvo cerca de romper la estadística en las elecciones de 2012, cuando fueron el partido más votado, pero el pacto PSOE-IU les echó de la presidencia tal y como estaba cantado. Se presenta como candidato un tal Juanma Moreno, que más que político parece el típico señorito andaluz. Sinceramente, me da la impresión de que como cabeza visible de los populares y como rival de Susana Díaz tiene poco que hacer, y cuidado, no estoy diciendo que la actual presidenta sea mejor que él, pues de hecho veo a los dos muy verdes y sin el perfil que precisa el futuro líder de una comunidad autónoma tan importante como Andalucía.
Por más que le pese, el Partido Popular no puede evitar verse salpicado por los casos de corrupción tal y como le ocurre al PSOE; bien es cierto que a nivel andaluz no está tan manchado, aunque a saber cuánta mierda tienen escondida entre Despeñaperros y el estrecho de Gibraltar y que todavía no ha salido a la luz. Si los socialistas saben que van a ganar, lo bueno que tienen los populares es que saben que no tienen nada que perder. Como perder, van a conseguir menos escaños que la última vez, pero eso ya lo saben por mucha confianza y seguridad que muestren de cara al exterior, y es que además les va a resultar imposible doblegar al PSOE porque no van a encontrar un partido que vaya con ellos de la mano; con mucha suerte, Ciudadanos podría echarles un cable, pero lo dicho, se me antoja muy muy improbable. En cualquier caso, lo que es seguro es que el PP es la única vía de escape posible si los andaluces realmente quieren acabar con el interminable y muy discutible gobierno socialista de Andalucía, aunque me temo que van a tener que esperar otros cuatro años más, o menos, que nunca se sabe.
Luego tenemos a los partidos minoritarios, que parece que esta vez sí que se van a repatir un buen botín de escaños, principalmente entre Podemos, IU y Ciudadanos, es decir, un fiel reflejo de lo que a priori ocurrirá el próximo otoño, si exceptuamos a los partidos nacionalistas, claro está. La formación del omnipresente Pablo Iglesias parece que va a salir bastante bien parado, y eso que su objetivo no son estas urnas, sino las de las generales, donde todo apunta a que se convertirán o en una tercera fuerza con mucho peso o incluso en la segunda. Aquí en Andalucía van a llegar con el tiempo justo pero necesario para, quizás, ser la llave que necesita el PSOE si quiere seguir gobernando, y es que da la impresión de que IU va a ser la perdedora oculta de estas elecciones, como si fuese la culpable de los últimos tres años de gobierno en Andalucía. Si se cumplen los pronósticos, va a pasar de ser parte del gobierno de la última legislatura a convertirse en la cuarta formación más votada, y puede que la quinta, porque Ciudadanos viene pisando fuerte, aunque sin hacer mucho ruido porque, al igual que Podemos, su objetivo también son las generales para tener una importante presencia en el Congreso de los Diputados.
Éste es el panorama que tiene por delante Andalucía. Los resultados que deparen estas elecciones son toda una incógnita, pues parece tan probable que el PSOE recupere el primer lugar en lo que a votos se refiere como el PP repita victoria en las urnas para quedarse otra vez sin gobernar. Ahora bien, ¿qué pactos habrá? ¿Cederá el PSOE para coaligarse con la joven Podemos o volverán a ir de la mano de IU si finalmente éstos suman los escaños necesarios? ¿Podrá por fin el Partido Popular dirigir el destino de los andaluces si Ciudadanos, el partido que parece más afín en el panorama político actual, entra con fuerza en el Parlamento andaluz? ¿Se quedará si gobernar el partido más votado? ¿Utilizará realmente Susana Díaz estas elecciones como trampolín para disputarle la candidatura socialista a Pedro Sánchez en las próximas generales? ¿Sería descabellado que la irrupción de Podemos obligase a PSOE y PP a llegar a un entendimiento y gobernar juntos los próximos cuatro años?
Hay muchas preguntas, pero para las respuestas tendremos que esperar al 22 de marzo. Eso sí, las respuestas no van a ser las correctas, porque realmente tendría que darse el 24 de mayo en vez de ser el experimento que va a acabar siendo y porque los resultados electorales no van a reflejar el verdadero sentir del pueblo andaluz. Pregunta final: ¿seremos capaces de aguantar una legislatura completa? Me temo que no...

2 comentarios:

Rojo Merlin dijo...

Me ha gustado tu forma de enfocar estas elecciones que vienen.
Te lo dice un anarquista, que no jamás ha entendido de política.
Pero como no hay mas remedio, aún sin leer los periódicos, ni ver los telediarios, hay cosas que no pasan desapercibidas.
Estamos viviendo momentos muy importantes en la política, y para mi hay dos cosas muy puntales:
- La corrupción (que siempre la hubo), que por una vez puede que sea motivo de que "rueden cabezas".
- La mala gestión de los gobiernos anteriores, que ha conseguido en poco tiempo lo que no consiguió Franco en 40 años, eliminar la izquierda.
Quizá no se entienda bien esto que estoy diciendo. Pero al tiempo.
Ya solo quedan dos opciones, la derecha, (o sea, el PSOE), y la derecha a la derecha (el PP).
Bueno, también está la otra opción, esa que nos da pánico a todos los españoles, pero que por alguna extraña razón se está abriendo paso, y aún así sigue avanzando, la dictadura bolivariana, que como aquí es novedosa, y que como bien dice el refrán, nadie escarmienta en cabeza ajena, no nos vamos a quedar tranquilos hasta que la suframos en nuestras propias carnes.

Y aparte de todo eso, pues como ya tengo algunos años, y he vivido muchos momentos similares, solo me queda el consuelo de saber una cosa bien cierta....esto es España, pase lo que pase, aquí no pasa nada. Eso sí, la ruina que se nos viene encima va a batir todos los records.

Pero no pasa nada.
Tranquilos, seguiremos teniendo nuestro telecinco, con su basura correspondiente, nuestra segunda cadena con sus conciertos tan alternativos a las tres de la mañana, y nuestra mejor liga del mundo y nuestros humoristas descafeinados imitando al rey y al presidente, y nuestros echadores de cartas adivinando lo que ya sabemos, y lo mas importante, nuestros bares donde a pesar de las absurdas leyes que se inventaron unos pocos payasos con ideologías que llegan a parodiar el marxismo (el de Groucho), se sigue fumando.
Bien, y dicho todo esto, sin saber, ni querer saber, nada de política, te felicito, y a la vez, te agradezco tu forma de ver la actual situación política.
Un abrazo.

Rafalillo dijo...

Yo tampoco es que entienda mucho de política, pero sí lo justo y suficiente como para publicar un artículo como éste que considero que tiene mucho de objetivo y poco de subjetivo a pesar de ser una opinión personal.

Sinceramente, yo no sé lo que son políticas de izquierdas o de derechas, es algo que nunca he entendido y creo que nunca lograré entenderlo. Sea el PSOE, el PP, Podemos o el partido que sea, más nos vale que la ruina que tú comentas no sea peor, porque si no la llevamos clara...

Veremos qué pasa este domingo.

Saludos ;)