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viernes, 21 de marzo de 2008

El cielo encerró al Jueves Santo

La tromba de agua caída por la mañana asustó a la mayoría de las cofradías del Jueves Santo y provocó que dos de ellas se tuvieran que volver una vez que ya habían salido y que tres ni siquiera se plantearan su salida procesional. Al menos, Santa Cruz y Cena sí pudieron completar el recorrido previsto, aunque con retraso.
Al mediodía empezaba a salir el sol, pero se oteaban algunas nubes en el horizonte que hicieron que representantes de las siete cofradías se reunieran para decidir si salir o no; al final, se acordó que cada cofradía saldría una hora más tarde de la prevista, y que si a tal hora no se iniciaba el cortejo, esa cofradía se quedaría en su templo o casa hermandad para no causar más retrasos ni entorpecer al resto de hermandades.
Santa Cruz, que según el itinerario oficial debería salir a las 15:30h, abrió las puertas de San Felipe Neri a la hora acordada, las 16:30h. De igual forma actuó la Cena, que salió desde su casa hermandad de Puerta Nueva. Pero la siguiente cofradía en el orden procesional de ayer, Viñeros, decidió guarecerse en su casa hermandad ante el riesgo de lluvia; no obstante, los dos tronos fueron mecidos mientras las bandas que iban a acompañar a las imágenes interpretaban algunas composiciones. Mena y Misericordia salieron a la calle, pero se tuvieron que volver una vez iniciado el cortejo; concretamente, la de Santo Domingo se dio media vuelta cuando el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas enfilaba su entrada en calle Larios, y la de la Iglesia del Carmen cuando 'El Chiquito' estaba por la calle Ancha del Carmen. Las dos últimas cofradías que debían pasar por el recorrido oficial, Zamarrilla y Esperanza, decidieron, al igual que Viñeros anteriormente, quedarse en sus respectivas casas de hermandad.
Y lo peor de todo es que no ha llovido desde ayer por la mañana; bien es cierto que durante toda la noche hubo nubes que en cualquier momento podrían haber descargado, pero cuando uno decide no salir o dar media vuelta, pues que por lo menos llueva para que no quede un mal sabor de boca. Pero, ¿qué hubiera pasado si todas hubieran arriesgado y les hubiera llovido en mitad del camino sin ningún lugar para proteger los enseres e imágenes? Pues seguramente nos sentiríamos mucho peor que en estos momentos. ¡Qué se le va a hacer!
Como siempre, os dejo una foto que hice ayer cuando el trono del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas retornaba a su casa hermandad pasando por la Alameda.

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