Cuando más negro se estaba poniendo, cuando menos confianza había en el equipo, cuando peor estábamos jugando, cuando más estaban apretando el Sporting y la Real Sociedad... Cuando menos esperanzas tenía yo de que el Málaga subiera, subió, ganando 2-1 a un Tenerife que no se jugaba nada excepto los miles de euros que recibirían de la Real si nos derrotaban.
Con el estadio prácticamente lleno, casi 30.000 personas, el conjunto blanquiazul volvió a la élite del fútbol español, la que para muchos es la mejor liga del mundo, la de las estrellas. ¿Quién nos iba a decir que tendríamos que esperar al último partido para conseguir tal logro después de haber estado toda la temporada en puestos de ascenso y con rentas de hasta 11 puntos con respecto al cuarto clasificado? Mucho se ha sufrido, sobre todo las últimas semanas, en las que dicha renta llegó a verse anulada por momentos tras la serie de malos resultados cosechados en La Rosaleda (3 derrotas y un empate) en las últimas jornadas del campeonato. El pesimismo cundió entre los aficionados, y con razón, porque la segunda vuelta del Málaga ha sido, como mínimo, decepcionante, con números de equipo de mitad de la tabla, con un juego pésimo y sin ideas, con resultados impropios de un equipo que quiere ascender (derrotas y empates ante conjuntos, en teoría, peores). A todo eso se le unía que el Numancia se escapaba y hacía los deberes con tiempo, y que el Sporting de Gijón y la Real Sociedad no dejaban de sumar puntos cuando el Málaga los dejaba escapar.
Y menos mal que, en las tres últimas jornadas, los donostiarras sólo obtuvieron dos puntos de nueve posibles, incluyendo una derrota contra el Alavés con dos goles encajados en el tiempo de descuento. Porque, al menos en mi opinión, hemos subido gracias a la Real, que lo tenía en su mano, aunque dependiera de resultados ajenos. Finalmente, subieron los tres equipos que más se lo han merecido: el Numancia, líder casi toda la vuelta y el más regular de la temporada de largo; el Málaga, que ha sido el único que se ha mantenido en puestos de ascenso toda la liga; y el Sporting, que, de los partidos que he visto, ha sido el que mejor ha jugado.
Y ahora que ya estamos en Primera División, un aviso: hay que cambiar medio equipo, porque con lo que tenemos ahora no aguantamos ni media liga. De momento ya hemos cambiado de entrenador ante la anunciada marcha de Muñiz al Rácing de Santander; Antonio Tapia regresa al banquillo de La Rosaleda para conseguir el objetivo de la temporada, que no debe ser otro que mantenerse en Primera. Y en el poco tiempo que lleva en el cargo ya ha realizado el primer corte de jugadores que no cuentan para el próximo año. De entre los descartes me extraña el de Carpintero, que ha jugado bastante bien dentro de su cometido: robar balones, tapar huecos y ayudar a la defensa. Fichajes confirmados ya hay dos: Pere Martí, centrocampista del Elche que no estará disponible hasta octubre aproximadamente debido a una lesión en una de sus rodillas, y Cuadrado, central procedente del Murcia, que viene a suplir la baja de Jesule. Y los futuribles que van sonando... no me huele demasiado bien. Son, casi todos, jugadores con pasado malaguista, y no sé yo si rendirán como en años anteriores. En fin, el tiempo dirá si se acierta con los fichajes.
Esperemos que éste sea el último ascenso...
Y menos mal que, en las tres últimas jornadas, los donostiarras sólo obtuvieron dos puntos de nueve posibles, incluyendo una derrota contra el Alavés con dos goles encajados en el tiempo de descuento. Porque, al menos en mi opinión, hemos subido gracias a la Real, que lo tenía en su mano, aunque dependiera de resultados ajenos. Finalmente, subieron los tres equipos que más se lo han merecido: el Numancia, líder casi toda la vuelta y el más regular de la temporada de largo; el Málaga, que ha sido el único que se ha mantenido en puestos de ascenso toda la liga; y el Sporting, que, de los partidos que he visto, ha sido el que mejor ha jugado.
Y ahora que ya estamos en Primera División, un aviso: hay que cambiar medio equipo, porque con lo que tenemos ahora no aguantamos ni media liga. De momento ya hemos cambiado de entrenador ante la anunciada marcha de Muñiz al Rácing de Santander; Antonio Tapia regresa al banquillo de La Rosaleda para conseguir el objetivo de la temporada, que no debe ser otro que mantenerse en Primera. Y en el poco tiempo que lleva en el cargo ya ha realizado el primer corte de jugadores que no cuentan para el próximo año. De entre los descartes me extraña el de Carpintero, que ha jugado bastante bien dentro de su cometido: robar balones, tapar huecos y ayudar a la defensa. Fichajes confirmados ya hay dos: Pere Martí, centrocampista del Elche que no estará disponible hasta octubre aproximadamente debido a una lesión en una de sus rodillas, y Cuadrado, central procedente del Murcia, que viene a suplir la baja de Jesule. Y los futuribles que van sonando... no me huele demasiado bien. Son, casi todos, jugadores con pasado malaguista, y no sé yo si rendirán como en años anteriores. En fin, el tiempo dirá si se acierta con los fichajes.
Esperemos que éste sea el último ascenso...
Ese Málagaaaaaa oe jajajaja, Rafaaaa, que tu querido Málaga está en primeraaa, que podrás verlo contra los mas grandes ;). Enhorabuenaaaa y a seguir en ascenso :P
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