Buen partido sin recompensa

El Málaga cosechó en la tarde-noche del jueves su tercera derrota de la temporada tras perder por 0-2 frente al Valencia, en un partido que no mereció perder a tenor de lo visto en el terreno de juego, pero la calidad del equipo levantino, sobre todo la de Villa, llegó a imponerse al esfuerzo de los malaguistas.

La primera parte del Málaga fue prácticamente perfecta, aunque no tuvo ocasiones de gol claras. Los blanquiazules ejercieron una presión asfixiante que incomodó el juego valencianista. En cuanto los locales robaban el balón, era difícil que los visitantes lo recuperaran, gracias al fútbol de toque que logró imponer el Málaga. La única ocasión de los primeros cuarenta y cinco minutos fue del Valencia: Fernandes botó una falta y, tras golpear en la barrera, el esférico se estrelló contra el palo. Villa, atento al rechace, disparó alto cuando tenía toda la portería desguarnecida. A pesar de todo, el Málaga siguió con el control del partido, imponiéndose continuamente al centro del campo de los valencianos gracias a un Pablo de Barros que aparecía por todos lados, robando balones, ofreciéndose... Por destacar alguna acción de ataque local, una falta directa botada por Duda que se marchó por encima del larguero sin excesivo peligro para la portería de Renan. El árbitro estuvo bastante mal. Se negó a amonestar con tarjeta amarilla a Alexis tras una falta sobre Baha, que se marchaba prácticamente solo hacia el área del Valencia. Posteriormente, el ex-jugador malaguista si vió la amarilla, lo que unida a la anterior le hubiera supuesto la expulsión. Además, las decisiones arbitrales siempre favorecieron a los visitantes, tanto en fueras de juego, faltas, saques de banda, etc.

La segunda parte empezó con el empuje asfixiante del Málaga. A los siete minutos de la reanudación, llegó la primera gran oportunidad de adelantarse en el marcador: Pablo de Barros llega hasta la frontal del área y cede a Adrián, que remata algo escorado. El rechace de Renan lo recoge Barros, que dispara al cuerpo de Albiol, cuando tenía el resto de la portería vacía. Poco después, en una jugada parecida, Cheli desaprovechó otra ocasión tras un mal remate desde dentro del área grande. Y al final pasó lo que tenía que pasar. Villa se plantó delante de Arnau, que repelió su disparo. El rechace lo controló un defensa del Málaga, que, inmediatamente, perdió el balón gracias a la presión de Mata. Éste centró a la cabeza de Villa para que anotara su primer gol (0-1). Aunque no hubo muchas protestas, parece que a lo largo de la jugada hubo fuera de juego de alguno de los jugadores valencianistas que intervinieron en el tanto. Esto le sentó a los locales como un jarro de agua fría; no obstante, el Málaga seguía mandando en el terreno de juego, aunque no en el marcador. Poco antes de llegar al descuento, Salva, que había sustituido al francomarroquí Baha, fue expulsado rigurosamente con roja directa tras una falta dentro del área visitante en una disputa por el balón. En la televisión se ve claramente que el delantero malaguista comete falta, pero una tarjeta amarilla hubiera sido más justa. Con uno menos, y a falta de los minutos del descuento, el conjunto blanquiazul daba prácticamente el partido por perdido, más todavía cuando Villa recibió un pase en profundidad de Mata y resolvió ante Arnau con su segundo gol de la noche (0-2). A pesar de la derrota, el Málaga se marchó a los vestuarios con una gran ovación por parte del público, que supo agradecer el gran juego desplegado ante los actuales líderes de la liga.

Un sólo punto en cuatro partidos mantiene al Málaga en la penúltima posición de la tabla clasificatoria, por encima del Sporting, que todavía no ha puntuado. Además, los malacitanos son el único conjunto que todavía no ha visto puerta en lo que llevamos de liga, lo que empieza a preocupar. Mañana mismo se disputa la quinta jornada, de nuevo en La Rosaleda. Esta vez, el rival será de menor entidad, el Valladolid, al que habrá que ganar como sea si no queremos quedarnos una semana más en los puestos de descenso. El partido, a las cinco de la tarde y en pago por visión.