El Málaga empató ayer 1-1 contra el Betis en el último partido de la temporada de los blanquiazules en La Rosaleda, cuya afición supo agradecer la gran temporada que han hecho con una ovación.
La primera mitad estuvo controlada en su mayor parte por los locales, aunque el Betis dispuso de un par de acercamientos sin excesivo peligro. A los diez minutos, el Málaga tuvo una ocasión múltiple para adelantarse en el marcador: Nacho remató desde fuera del área, pero Ricardo no logró atajar el esférico. Eliseu se hizo con el rechace, aunque el meta portugués repelió su remate; Eliseu probó suerte por segunda vez sin éxito, y Fernando, de rabona, tampoco consiguió batir a Ricardo. Poco antes del descanso, una oportunidad para cada equipo, aunque con un final diferente. Primero, Fernando se internó en el área y cedió el balón a Lolo, quien, desde la media luna, enganchó un trallazo que se estrelló en el larguero; luego, la pelota le dio en la espalda a Ricardo, en el palo, y, cuando parecía que se iba a perder por la línea de fondo, volvió al campo; sin duda, una jugada inverosímil. Por su parte, el Betis encontró el gol en su único acercamiento con peligro en estos primeros cuarenta y cinco minutos con un disparo desde la frontal de Edu ante el que nada pudo hacer Arnau (0-1). El árbitro llevó sin demasiados problemas el primer tiempo, en el que apenas cometió errores.
La segunda parte estuvo más igualada, aunque fue ahora el Betis el que dispuso de las mejores ocasiones, con Sergio García como protagonista, ya que el delantero catalán mandó a la madera un centro desde la derecha de Oliveira y, más tarde, no supo resolver un mano a mano con Arnau, que despejó a córner. El Málaga, por contra, apenas llegaba a la meta contraria, aunque poco a poco se fue adueñándose del balón y del partido. A diez minutos del final, Luque recibió el esférico en la frontal del área y lo puso pegado al palo, donde no podía llegar Ricardo, para igualar el encuentro (1-1). Ya en el descuento, Emaná pudo poner por delante al Betis en el marcador, pero el portero blanquiazul desbarató su ocasión. Tras el pitido final, los jugadores del Málaga se acercaron al círculo central para recibir una sonora ovación de la afición allí presente, que agradeció con aplausos la sobresaliente temporada del equipo, recién ascendido y que logró, contra todo pronóstico, salvarse con varias jornadas de antelación e, incluso, pelear por jugar en Europa la próxima campaña. El árbitro, al contrario que en la primera parte, se equivocó en innumerables ocasiones, casi siempre en contra del Málaga. No se atrevió a expulsar al bético Nelson, que ya tenía una amarilla y que cometió una falta de tarjeta sobre Eliseu al poco de comenzar el segundo tiempo; no obstante, no dudó en amonestar a Duda y Weligton por sendas protestas y a Baha por una falta no merecedora de tarjeta amarilla, al contrario que a dos jugadores del Betis, que por entradas de igual o mayor calibre terminaron el partido sin sanción.
El empate de ayer anula las mínimas opciones que tenía el Málaga de situarse en puestos europeos, por lo que disputará la última jornada del campeonato sin nada en juego, al igual que su próximo rival, el Espanyol, que ya tiene asegurada la permanencia. El próximo fin de semana será de infarto para los cinco conjuntos que luchan por no bajar a Segunda, ya que sólo queda una plaza libre, tras consumarse los descensos de Numancia y Recreativo de Huelva; además, también queda por decidir el cuarto equipo que disputará la Champions la temporada que viene y los dos billetes para la UEFA. Sin duda, la última jornada será de transistores para dichos conjuntos.
La primera mitad estuvo controlada en su mayor parte por los locales, aunque el Betis dispuso de un par de acercamientos sin excesivo peligro. A los diez minutos, el Málaga tuvo una ocasión múltiple para adelantarse en el marcador: Nacho remató desde fuera del área, pero Ricardo no logró atajar el esférico. Eliseu se hizo con el rechace, aunque el meta portugués repelió su remate; Eliseu probó suerte por segunda vez sin éxito, y Fernando, de rabona, tampoco consiguió batir a Ricardo. Poco antes del descanso, una oportunidad para cada equipo, aunque con un final diferente. Primero, Fernando se internó en el área y cedió el balón a Lolo, quien, desde la media luna, enganchó un trallazo que se estrelló en el larguero; luego, la pelota le dio en la espalda a Ricardo, en el palo, y, cuando parecía que se iba a perder por la línea de fondo, volvió al campo; sin duda, una jugada inverosímil. Por su parte, el Betis encontró el gol en su único acercamiento con peligro en estos primeros cuarenta y cinco minutos con un disparo desde la frontal de Edu ante el que nada pudo hacer Arnau (0-1). El árbitro llevó sin demasiados problemas el primer tiempo, en el que apenas cometió errores.
La segunda parte estuvo más igualada, aunque fue ahora el Betis el que dispuso de las mejores ocasiones, con Sergio García como protagonista, ya que el delantero catalán mandó a la madera un centro desde la derecha de Oliveira y, más tarde, no supo resolver un mano a mano con Arnau, que despejó a córner. El Málaga, por contra, apenas llegaba a la meta contraria, aunque poco a poco se fue adueñándose del balón y del partido. A diez minutos del final, Luque recibió el esférico en la frontal del área y lo puso pegado al palo, donde no podía llegar Ricardo, para igualar el encuentro (1-1). Ya en el descuento, Emaná pudo poner por delante al Betis en el marcador, pero el portero blanquiazul desbarató su ocasión. Tras el pitido final, los jugadores del Málaga se acercaron al círculo central para recibir una sonora ovación de la afición allí presente, que agradeció con aplausos la sobresaliente temporada del equipo, recién ascendido y que logró, contra todo pronóstico, salvarse con varias jornadas de antelación e, incluso, pelear por jugar en Europa la próxima campaña. El árbitro, al contrario que en la primera parte, se equivocó en innumerables ocasiones, casi siempre en contra del Málaga. No se atrevió a expulsar al bético Nelson, que ya tenía una amarilla y que cometió una falta de tarjeta sobre Eliseu al poco de comenzar el segundo tiempo; no obstante, no dudó en amonestar a Duda y Weligton por sendas protestas y a Baha por una falta no merecedora de tarjeta amarilla, al contrario que a dos jugadores del Betis, que por entradas de igual o mayor calibre terminaron el partido sin sanción.
El empate de ayer anula las mínimas opciones que tenía el Málaga de situarse en puestos europeos, por lo que disputará la última jornada del campeonato sin nada en juego, al igual que su próximo rival, el Espanyol, que ya tiene asegurada la permanencia. El próximo fin de semana será de infarto para los cinco conjuntos que luchan por no bajar a Segunda, ya que sólo queda una plaza libre, tras consumarse los descensos de Numancia y Recreativo de Huelva; además, también queda por decidir el cuarto equipo que disputará la Champions la temporada que viene y los dos billetes para la UEFA. Sin duda, la última jornada será de transistores para dichos conjuntos.
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