Una victoria para empezar a creer

El Málaga venció ayer por 2-1 al Mallorca, logrando de esta forma su primera victoria después de casi cuatro meses sin hacerlo, aunque estos tres puntos no le sirven para abandonar los puestos de descenso.
La primera parte en general no tuvo mucha historia, ya que los dos equipos apenas tuvieron aproximaciones al área contraria en la que pusieran en peligro a los respectivos metas. De inicio, el Mallorca pareció tomar las riendas del encuentro con un par de llegadas que la defensa blanquiazul logró desbaratar sin demasiados problemas. La primera ocasión destacable la tuvo el Málaga, tras una falta botada por Duda que peinó Iván González a Jesús Gámez, que remató alto, aunque la jugada ya estaba invalidada por fuera de juego de este último. Apenas unos minutos después, en el minuto veintitrés, una falta similar también ejecutada por el portugués es blocada por Aouate, pero chocó con uno de sus compañeros y se le escapó el esférico, permitiendo a Fernando rematar a puerta vacía para inaugurar el marcador (1-0). El árbitro llevó el partido sin problemas, pero se equivocó gravemente al no mostrarle la segunda tarjeta amarilla al mallorquinista Aduriz cuando simuló descaradamente una caída ante Iván González, quien le había ganado la posición legalmente y sin cometer falta alguna.
El comienzo de la segunda mitad fue claramente del Mallorca. Al poco de la reanudación, Keita recibió dentro del área, pero no supo resolver en el mano a mano con Munúa, que despejó a córner. A los diez minutos, un centro del Chori Castro al corazón del área lo recibe Julio Álvarez aprovechando un despeje de la defensa y, tras un regate, mandó el balón al fondo de las mallas (1-1). Los visitantes siguieron buscando el gol, pero primero se toparon con una mano prodigiosa de Munúa tras rebotar en Apoño un cabezazo de Ramis, y luego con el larguero tras cabecear Víctor Casadesús un centro desde la banda derecha. Entretanto, el Málaga también dispuso de dos claras ocasiones: Obinna se deshizo de un defensa pero su remate fue repelido por Aouate, y, después, Duda lanzó magistralmente una falta que no entró por la escuadra por escasos milímetros. El gol acabó llegando del lado de los blanquiazules, a pocos minutos para el final: una recuperación de balón de Obinna en campo contrario y su centro lo remata de cabeza Forestieri al fondo de la red gracias al garrafal fallo de Aouate, que se comió un esférico fácil de atajar (2-1). Ya en el descuento, el Mallorca dispuso de una clarísima doble oportunidad, en la que Aduriz tuvo en sus botas el empate, pero Munúa, excepcional ayer, primero sacó el balón en la línea de gol, y, luego, ante el segundo remate del delantero, logró despejar a córner.
Esta victoria alivia un poco la situación clasificatoria del Málaga, ya que, aunque se mantiene en puestos de descenso, la salvación pasa a estar a sólo un punto, con varios equipos al alcance. La última racha de seis encuentros sin perder, cinco de ellos terminados en tablas, debe ser el inicio de la reacción del conjunto blanquiazul. El próximo fin de semana no hay liga debido al parón navideño, así que habrá que esperar al siguiente domingo para que el Málaga rinda visita al Spórting de Gijón en su feudo.