Ya se va viendo el final de un camino, un camino que empezó allá por septiembre del año 2004 y que, en unos meses, morirá cuando un tribunal me anuncie mi última calificación.
Quién lo iba a decir, empezando por el que escribe, cuando, sin todavía haber cumplido los dieciocho, asistí a mi primera clase de la carrera, que ahora estaría a sólo un paso de dar por terminada una etapa importante de mi vida. Casualidades de ésta, aquella primera clase fue la de 'Cálculo para la Computación', cuyo profesor era Sixto, mi actual profesor de beca, quien, para sorpresa de todos los alumnos, nos puso una pequeña prueba preliminar de Matemáticas, y no lo llamo examen porque era una 'chuminá' como se dice por aquí, un mero trámite compuesto de diez simples ejercicios de inmediata resolución sobre sistemas de ecuaciones, trigonometría, derivación, integración, matrices, etc., lo que viene a ser un resumen de lo aprendido en bachillerato.
El primer año, todo se veía negro cuando el compañero que se sentaba a tu lado contaba tres, cuatro, cinco años más que tú, cuando mirabas los tablones de notas repletos de suspensos, o cuando tu nombre o tu DNI era el que aparecía junto a esa fatídica palabra. Llegar a quinto parecía una quimera, es más, los amigos que nos solíamos juntar en clase acostumbrábamos a bromear diciendo que quinto no existía, que eso era como los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez. Como era de esperar, febrero fue decepcionante en comparación con lo que venía haciendo años atrás, acostumbrado a muchos nueves y dieces; estrenarme con un Notable, un Aprobado y dos Suspensos y medio (el medio era el parcial de Cálculo) no era la mejor forma de empezar, pero tenía asumido que, habiéndome metido donde me había metido, era lo más normal. De hecho, debería estar contento teniendo en cuenta que la mayoría de mis compañeros corrieron peor suerte, aunque tampoco es que estuviera triste, porque confiaba en sacar adelante este escollo.
Y así llegó junio, cuando suspendí una y aprobé cuatro, más una a la que no me presenté. Y después vino mi primer septiembre, con tres Notables. Y luego vino segundo, con los primeros Sobresalientes y Matrículas de Honor. Y luego tercero, el curso que menos me costó. Y luego cuarto, con esa Arquitectura de Redes que me acompañó hasta el septiembre de quinto. Y llegó este año, el sexto de 'los restos', es decir, lo que no dio tiempo a hacer en los cursos anteriores por tener siempre una o dos asignaturas colgando: el Prácticum, dos optativas y dos de libre configuración.
Salvo una de libre configuración de la que me examino en junio, lo demás ya lo he dejado finiquitado en febrero con un inmejorable pleno de cuatro Matrículas de Honor. Empecé con un trámite de prueba preliminar y, para terminar, ya sólo me queda lo que dicen que también es un trámite: el Proyecto de Fin de Carrera. Trámite o no, este último paso es el más largo y, como tal, puede hacerse interminable o llevadero según quién te acompañe. Por suerte, mi caso tiene pinta de ser lo segundo, ya que fui en busca del profesor que quería que dirigiera mi PFC, José Muñoz, y no tardó ni un minuto en ofrecerme un proyecto. Además, no dudó en aceptarme tras haberme tenido como alumno en una optativa del primer cuatrimestre y haber sacado dos dieces en sendos parciales de su asignatura, y, según dice él, desde que imparte clase aquí en Málaga, ningún alumno había conseguido dichas calificaciones en las dos pruebas de su optativa.
Tras leerme varios artículos relacionados con mi proyecto, me puse a redactar el correspondiente anteproyecto, el cual, tras las pertinentes revisiones de mi director de PFC, entregué la semana pasada en la secretaría de la facultad a la espera de su aprobación. Como siempre, al proyecto hay que ponerle un título que parezca que estés trabajando en un invento que va a cambiar el mundo, o, por lo menos, muy profesional: Sistema de Detección y Seguimiento de Actividades Humanas. Seguramente, poco intuiréis con este nombre, así que os copio a continuación un pequeño párrafo del anteproyecto donde se describe el objetivo de mi PFC:
Pues nada, ya sabéis cuál será el motivo de mi estudio durante los próximos meses. ¿Prisas por terminar el PFC pronto? Ninguna, las prisas las tenía en primero y en segundo para llegar lo antes posible al momento en el que me encuentro, que bastante horas me he tirado en mi casa estudiando sin parar como para ahora seguir con ese estrés. El PFC prefiero hacerlo bien y con tranquilidad antes que rápido y mal, así que mi idea es tener listo el proyecto en sí (es decir, lo que viene a ser la parte de programación, las pruebas, la aplicación final) para octubre más o menos y redactar la memoria en aproximadamente un mes, por lo que podría defenderlo antes de que acabara el año. Pero vamos, sin prisas como he dicho, que si se alarga hasta comienzos de 2011 tampoco pasa nada, eso sí, siempre antes de Semana Santa, que ya sabéis que en esas fechas sólo me gusta tener una preocupación.
Todo empezó con un trámite y todo acabará con un trámite. ¿Qué vendrá después? Espero que muchos años de fructífero trabajo. ¿Dónde? No lo sé. Terminemos primero esta etapa y que luego vengan las demás.
El primer año, todo se veía negro cuando el compañero que se sentaba a tu lado contaba tres, cuatro, cinco años más que tú, cuando mirabas los tablones de notas repletos de suspensos, o cuando tu nombre o tu DNI era el que aparecía junto a esa fatídica palabra. Llegar a quinto parecía una quimera, es más, los amigos que nos solíamos juntar en clase acostumbrábamos a bromear diciendo que quinto no existía, que eso era como los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez. Como era de esperar, febrero fue decepcionante en comparación con lo que venía haciendo años atrás, acostumbrado a muchos nueves y dieces; estrenarme con un Notable, un Aprobado y dos Suspensos y medio (el medio era el parcial de Cálculo) no era la mejor forma de empezar, pero tenía asumido que, habiéndome metido donde me había metido, era lo más normal. De hecho, debería estar contento teniendo en cuenta que la mayoría de mis compañeros corrieron peor suerte, aunque tampoco es que estuviera triste, porque confiaba en sacar adelante este escollo.
Y así llegó junio, cuando suspendí una y aprobé cuatro, más una a la que no me presenté. Y después vino mi primer septiembre, con tres Notables. Y luego vino segundo, con los primeros Sobresalientes y Matrículas de Honor. Y luego tercero, el curso que menos me costó. Y luego cuarto, con esa Arquitectura de Redes que me acompañó hasta el septiembre de quinto. Y llegó este año, el sexto de 'los restos', es decir, lo que no dio tiempo a hacer en los cursos anteriores por tener siempre una o dos asignaturas colgando: el Prácticum, dos optativas y dos de libre configuración.
Salvo una de libre configuración de la que me examino en junio, lo demás ya lo he dejado finiquitado en febrero con un inmejorable pleno de cuatro Matrículas de Honor. Empecé con un trámite de prueba preliminar y, para terminar, ya sólo me queda lo que dicen que también es un trámite: el Proyecto de Fin de Carrera. Trámite o no, este último paso es el más largo y, como tal, puede hacerse interminable o llevadero según quién te acompañe. Por suerte, mi caso tiene pinta de ser lo segundo, ya que fui en busca del profesor que quería que dirigiera mi PFC, José Muñoz, y no tardó ni un minuto en ofrecerme un proyecto. Además, no dudó en aceptarme tras haberme tenido como alumno en una optativa del primer cuatrimestre y haber sacado dos dieces en sendos parciales de su asignatura, y, según dice él, desde que imparte clase aquí en Málaga, ningún alumno había conseguido dichas calificaciones en las dos pruebas de su optativa.
Tras leerme varios artículos relacionados con mi proyecto, me puse a redactar el correspondiente anteproyecto, el cual, tras las pertinentes revisiones de mi director de PFC, entregué la semana pasada en la secretaría de la facultad a la espera de su aprobación. Como siempre, al proyecto hay que ponerle un título que parezca que estés trabajando en un invento que va a cambiar el mundo, o, por lo menos, muy profesional: Sistema de Detección y Seguimiento de Actividades Humanas. Seguramente, poco intuiréis con este nombre, así que os copio a continuación un pequeño párrafo del anteproyecto donde se describe el objetivo de mi PFC:
Este proyecto tendrá como primer objetivo detectar el movimiento de una persona dentro de un entorno cerrado a través de una cámara fija. Una vez que la persona haya sido localizada, se determinará qué tipo de acción está realizando: si está caminando, sentada, cayéndose, levantándose, etc.
Además, se prestará especial atención a los casos en los que se detecte que la persona se ha caído y no se levanta, ya que dicha situación será considerada como una anomalía de la que serían alertados los responsables de la vigilancia de esta grabación.
Pues nada, ya sabéis cuál será el motivo de mi estudio durante los próximos meses. ¿Prisas por terminar el PFC pronto? Ninguna, las prisas las tenía en primero y en segundo para llegar lo antes posible al momento en el que me encuentro, que bastante horas me he tirado en mi casa estudiando sin parar como para ahora seguir con ese estrés. El PFC prefiero hacerlo bien y con tranquilidad antes que rápido y mal, así que mi idea es tener listo el proyecto en sí (es decir, lo que viene a ser la parte de programación, las pruebas, la aplicación final) para octubre más o menos y redactar la memoria en aproximadamente un mes, por lo que podría defenderlo antes de que acabara el año. Pero vamos, sin prisas como he dicho, que si se alarga hasta comienzos de 2011 tampoco pasa nada, eso sí, siempre antes de Semana Santa, que ya sabéis que en esas fechas sólo me gusta tener una preocupación.
Todo empezó con un trámite y todo acabará con un trámite. ¿Qué vendrá después? Espero que muchos años de fructífero trabajo. ¿Dónde? No lo sé. Terminemos primero esta etapa y que luego vengan las demás.
La verdad es que parece que nunca llega el final Rafalillo, pero bueno. Ya queda menos, a ver cuántos nos juntamos en la siguiente graduación ¿no?
ResponderEliminarUn saludo.
Ya te lo decía yo "EL QUE SIEMBRA RECOGE SUS FRUTOS" ¡¡¡¡ENHORABUENA!!!!
ResponderEliminar¡AH! y si no sabes donde vas a trabajar yo si que lo sé ¿vale?.....
genial, ya queda poco ^^, ánimo
ResponderEliminarPues te deseo mucha suerte y que disfrutes tras el trabajo que has empleado todos estos años.
ResponderEliminarTienes que estar muy orgulloso de lo que has logrado.
Un saludo.
Mucha suerte! a no aflojar ahora
ResponderEliminar¡Adelante!
ResponderEliminarTU, TE LO MERECES
ResponderEliminarENHORABUENA
BESITOS
Enhorabuena! Quien la sigue la consigue ;)
ResponderEliminarTiene buena pinta tu proyecto, ya nos lo enseñarás :)
Israelem: al principio, como he dicho, parece imposible, pero si te lo propones, se llega. Yo intentaré estar en la de todos :D
ResponderEliminarTita Inma: lo sabes? Eres adivina del futuro por lo que veo jeje.
Hebep: ánimo a ti también, que supongo que también te queda poco ;)
Andrés: mucho trabajo hay por detrás, ahora sólo queda refrendarlo con el PFC. Estoy muy orgulloso, no lo dudes.
Juan Pablo: ya con tranquilidad, un poquito sí que voy a aflojar, pero sólo lo justo.
Pepe: los del BBVA te van a demandar por plagio :P
Lo mismo te digo ;)
Kuki: la verdad es que me merezco haber llegado hasta aquí, porque bastante esfuerzo me ha costado.
Juan Aguarón de Blas: pues sí que tiene buena pinta, por lo menos tiene una utilidad práctica, como puede ser la vigilancia de personas mayores.
Cuando lo termine, a ver cómo me las apaño para enseñarlo; supongo que tendré que grabar un vídeo con una demostración y subirlo a Youtube.
Gracias por vuestros comentarios ;)