El Málaga perdió 1-2 en el derbi del pasado sábado frente al Sevilla en un partido marcado por los clamorosos fallos de los porteros en los dos primeros goles.
La primera parte estuvo caracterizada por los continuos parones por las faltas de ambos equipos y por el aburrimiento general, ya que apenas hubo ocasiones. La primera la tuvo el Sevilla con un cabezazo de Luis Fabiano al que respondió Munúa despejando a córner. En el minuto dieciséis, un saque de banda llega a los pies de Duda, que, con poco ángulo, dispara a puerta, pero Palop no logra atajar el esférico y Caicedo, muy atento en el área pequeña, mete el pie para introducir el balón en la portería del desafortunado meta sevillista (1-0). Poco más hay que reseñar de la primera mitad, en la que el Málaga tuvo algo más dominado el encuentro, pero sin demasiada claridad de ideas. El árbitro estuvo regular todo el partido; a los cinco minutos, no vio un clarísimo agarrón sobre Caicedo dentro del área, uno de esos penaltys que nunca se pitan pero que siempre hay que pitar. Por cierto, denigrante la afición del Sevilla que se desplazó al estadio, que no respetó el minuto de silencio que se guardó antes del envite.
La segunda mitad fue prácticamente un monólogo del Sevilla, que, como era de esperar, saltó al césped dispuesto a llevarse algún punto. El Málaga sólo intimidó con un cabezazo de Fernando que se marchó alto cuando tenía toda la portería vacía tras una cantada de Palop. La primera gran oportunidad de empatar de los visitantes la tuvo Luis Fabiano, que tras un centro de Navas a Kanouté, recibió de éste para disparar a puerta, pero Munúa sacó una mano providencial para evitar el gol. El portero malaguista emuló a su homólogo sevillista al no atajar una falta bombeada al segundo palo y Cala aprovechó su error para igualar la contienda (1-1). Munúa compensó el fallo del gol con una gran estirada para despejar un cabezazo de Kanouté que se colaba por la escuadra y, en la siguiente jugada, blocar un remate a bocajarro de Lolo. Lo que no pudo evitar a falta de cinco minutos para el final fue el gol de la victoria del ex-malaguista Lolo, que se anticipó a la defensa en el saque de una falta para cabecear al fondo de las mallas (1-2).
El Málaga se ha complicado la vida en el último mes y medio al conseguir únicamente una victoria en dicho período, lo que le deja en el límite del descenso, que, a pesar de todo, se mantiene a cinco puntos. Parece que si se salva será más bien por deméritos de sus rivales que por méritos propios, porque no se antoja una reacción por parte de los blanquiazules. Esta semana, hay partido el miércoles, concretamente en Pamplona para medirse al Osasuna, mientras que el domingo se disputa un decisivo Málaga-Valladolid que puede significar media salvación o un agónico sufrimiento hasta el final.
La primera parte estuvo caracterizada por los continuos parones por las faltas de ambos equipos y por el aburrimiento general, ya que apenas hubo ocasiones. La primera la tuvo el Sevilla con un cabezazo de Luis Fabiano al que respondió Munúa despejando a córner. En el minuto dieciséis, un saque de banda llega a los pies de Duda, que, con poco ángulo, dispara a puerta, pero Palop no logra atajar el esférico y Caicedo, muy atento en el área pequeña, mete el pie para introducir el balón en la portería del desafortunado meta sevillista (1-0). Poco más hay que reseñar de la primera mitad, en la que el Málaga tuvo algo más dominado el encuentro, pero sin demasiada claridad de ideas. El árbitro estuvo regular todo el partido; a los cinco minutos, no vio un clarísimo agarrón sobre Caicedo dentro del área, uno de esos penaltys que nunca se pitan pero que siempre hay que pitar. Por cierto, denigrante la afición del Sevilla que se desplazó al estadio, que no respetó el minuto de silencio que se guardó antes del envite.
La segunda mitad fue prácticamente un monólogo del Sevilla, que, como era de esperar, saltó al césped dispuesto a llevarse algún punto. El Málaga sólo intimidó con un cabezazo de Fernando que se marchó alto cuando tenía toda la portería vacía tras una cantada de Palop. La primera gran oportunidad de empatar de los visitantes la tuvo Luis Fabiano, que tras un centro de Navas a Kanouté, recibió de éste para disparar a puerta, pero Munúa sacó una mano providencial para evitar el gol. El portero malaguista emuló a su homólogo sevillista al no atajar una falta bombeada al segundo palo y Cala aprovechó su error para igualar la contienda (1-1). Munúa compensó el fallo del gol con una gran estirada para despejar un cabezazo de Kanouté que se colaba por la escuadra y, en la siguiente jugada, blocar un remate a bocajarro de Lolo. Lo que no pudo evitar a falta de cinco minutos para el final fue el gol de la victoria del ex-malaguista Lolo, que se anticipó a la defensa en el saque de una falta para cabecear al fondo de las mallas (1-2).
El Málaga se ha complicado la vida en el último mes y medio al conseguir únicamente una victoria en dicho período, lo que le deja en el límite del descenso, que, a pesar de todo, se mantiene a cinco puntos. Parece que si se salva será más bien por deméritos de sus rivales que por méritos propios, porque no se antoja una reacción por parte de los blanquiazules. Esta semana, hay partido el miércoles, concretamente en Pamplona para medirse al Osasuna, mientras que el domingo se disputa un decisivo Málaga-Valladolid que puede significar media salvación o un agónico sufrimiento hasta el final.
un par de apuntes:
ResponderEliminar1.- Lo siento, de parte de un sevillista.
2.- No toda la afición sevillista aguó el minuto de silencio. Mastuerzos, por desgracia, haylos en todos lados. Lo que pasa es que en estas situaciones, se les ve más.
PD: A ver cuándo podemos tener un derby tranquilo.
Vaya, Tito Eliatron me comenta en una entrada futbolística, no me lo esperaba :D
ResponderEliminarNo hace falta que lo sientas, era de esperar que perdiéramos...
Yo tenía a la afición del Sevilla a unos 20 metros y, si no eran todos, eran todos menos uno. La afición del Málaga empezó a increparles por ello y el árbitro no tuvo más remedio que cortar el minuto a los ocho o diez segundos.
Por cierto, hablas como si estuvieras allí. ¿Has venido a Málaga y no me has avisado? Con lo que me gustaría conocerte... Si de verdad has venido, por no haberme avisado, dejaré de enlazarte tus posts :P
Te habrás dado cuenta de que no he mencionado nada sobre lo que pasó antes del partido, que apuñalaron a un seguidor del Sevilla. No he puesto nada porque, como no lo vi, no puedo dar una opinión objetiva de lo sucedido, pero eso no quita que condene lo sucedido.
Me parece a mí que tardaremos mucho en ver un derbi tranquilo. No me parece mal que haya rivalidad, que debe haberla, pero no de esta forma, puteando a los equipos rivales y demás. Estaría bien que algún día se sentaran representantes de cada afición y trataran de evitar lo que sucede en cada derby.
P.D.: me ha encantado lo de 'mastuerzos'. Nunca había escuchado esa palabreja, pero se deduce rápidamente lo que quiere decir :D
Me imagino que los que tendrías al lado serían los biris de los cojones.
ResponderEliminarPara mí esos son (al menos muchos de ellos) los mastuerzos.
Por lo demás, NO, no estuve en Málaga. Lo vi tranquilamente desde el palco VIP de casa de mis padres.
Pues sí, eran casi todos de los Biris, mucho mastuerzo suelto pr ahí, como muchos del Málaga.
ResponderEliminarBueno, bueno, por ahí te vas a librar, pero si alguna vez vienes no dudes en avisarme ;)