El tercer libro que me he leído este verano, 'El mayor secreto de la humanidad', es una novela con tintes científicos que tiene por autores a Moisès de Pablo y Joaquim Ruiz.
Bosco y Saldivar, un científico inglés y una agente secreta de los EE.UU., tienen como difícil tarea descubrir qué o quién se esconde tras los robos que han tenido lugar en varios puntos del planeta. Día tras día, el misterio lo es cada vez más, ya que muchos de los objetos sustraídos desaparecen y vuelven a aparecer en apenas un instante en medio de un destello de luz y todos comparten un nexo común más que evidente: pertenecieron en su momento a importantes personalidades de la ciencia a lo largo de la Historia, tales como Galileo, Einstein, Edison, Tales de Mileto, Rutherford, Planck, Curie, Newton, etc. Una tercera persona, el peculiar A, ayudará a Bosco y Saldivar en la investigación con detallados informes sobre dichos científicos con el fin de averiguar cuál es el objetivo de esta sucesión de robos.
El libro me ha decepcionado un poco en varios sentidos; no es que me hubiera creado grandes expectativas, pero me esperaba otra cosa. La narración y los diálogos, en líneas generales, son muy simples y planos, le falta intensidad; además, muchas escenas se repiten cada vez que se tiene constancia de un nuevo robo (siempre llega el mensaje o la llamada del superior para decir que se ha robado tal cosa en el museo dedicado a tal científico tras una luz de tal color y ante el asombro de los presentes), lo cual hace muy pesada la lectura. Tampoco me ha convencido mucho lo de los informes con la vida y obra de los científicos; para mi gusto, son un pelín largos, con detalles intrascendentes para la trama y, salvo excepciones, siempre con información duplicada (te encuentras lo mismo tres párrafos más adelante cambiando sólo de orden las palabras). Se entiende que el objetivo de estos incisos biográficos es divulgativo, pero no me parece la forma más adecuada insertarlos cada cinco o seis páginas, teniendo en cuenta que son casi treinta científicos, en una novela, porque para ello ya están los libros de divulgación. Por último, el final es muy poco creíble, demasiado fantasioso, aunque, eso sí, el mayor secreto de la humanidad puede que sea el que se plantea (no lo voy a decir, claro está).
Bosco y Saldivar, un científico inglés y una agente secreta de los EE.UU., tienen como difícil tarea descubrir qué o quién se esconde tras los robos que han tenido lugar en varios puntos del planeta. Día tras día, el misterio lo es cada vez más, ya que muchos de los objetos sustraídos desaparecen y vuelven a aparecer en apenas un instante en medio de un destello de luz y todos comparten un nexo común más que evidente: pertenecieron en su momento a importantes personalidades de la ciencia a lo largo de la Historia, tales como Galileo, Einstein, Edison, Tales de Mileto, Rutherford, Planck, Curie, Newton, etc. Una tercera persona, el peculiar A, ayudará a Bosco y Saldivar en la investigación con detallados informes sobre dichos científicos con el fin de averiguar cuál es el objetivo de esta sucesión de robos.
El libro me ha decepcionado un poco en varios sentidos; no es que me hubiera creado grandes expectativas, pero me esperaba otra cosa. La narración y los diálogos, en líneas generales, son muy simples y planos, le falta intensidad; además, muchas escenas se repiten cada vez que se tiene constancia de un nuevo robo (siempre llega el mensaje o la llamada del superior para decir que se ha robado tal cosa en el museo dedicado a tal científico tras una luz de tal color y ante el asombro de los presentes), lo cual hace muy pesada la lectura. Tampoco me ha convencido mucho lo de los informes con la vida y obra de los científicos; para mi gusto, son un pelín largos, con detalles intrascendentes para la trama y, salvo excepciones, siempre con información duplicada (te encuentras lo mismo tres párrafos más adelante cambiando sólo de orden las palabras). Se entiende que el objetivo de estos incisos biográficos es divulgativo, pero no me parece la forma más adecuada insertarlos cada cinco o seis páginas, teniendo en cuenta que son casi treinta científicos, en una novela, porque para ello ya están los libros de divulgación. Por último, el final es muy poco creíble, demasiado fantasioso, aunque, eso sí, el mayor secreto de la humanidad puede que sea el que se plantea (no lo voy a decir, claro está).
Tiene pinta de que éstos han intentado hacer algo así como lo que "El mundo de Sofía" fue para la divulgación de la filosofía, pero con la temática científica de fondo y se ve que no les ha salido bien. Yo por eso prefiero leer clásicos antes que arriesgarme con la calidad de libros contemporáneos.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues en la contraportada dice lo mismo que tú, que está escrito al estilo de 'El mundo de Sofía' (lo tengo pendiente por leer).
ResponderEliminarYo creo que también se arriesga uno con los clásicos; libros mejores y peores se han escrito ahora, hace 200 años y hace 500 años, lo que pasa es que, de los antiguos, sólo nos llegan los más reconocidos (los que se aprenden en 'Lengua castellana y Literatura' jeje).
Por cierto, que el libro me lo puso mi madre por Reyes, así que la culpa es de ella :P
Sin duda, si hay un enigma que atenace a la Humanidad es el de ¿por qué las ciruelas negras son rojas cuando están verdes?
ResponderEliminarJaja buen enigma, pero el que se plantea al final del libro es mucho más importante que ése jeje.
ResponderEliminar