El pasado sábado por la mañana, fui con mi amigo Dani al Centro de Ciencia Principia para asistir a una charla divulgativa titulada 'Buscando la Vía Láctea', que impartiría Blanca Troughton Luque, profesora de Matemáticas y presidenta de la Sociedad Malagueña de Astronomía.
Cuando llegamos, apenas seis o siete minutos antes de las doce, vimos que había muchos jóvenes en la sala de módulos y también en la entrada del edificio, así que nos fuimos inmediatamente a la Sala Faraday para coger un buen sitio; como era previsible, a las doce entró también esa marea de juventud en la sala, en la que no cabía ni un alfiler. Tras la habitual presentación de la ponente por parte de uno de los encargados de Principia, Blanca inició su disertación auxiliada por las diapositivas que había preparado para la ocasión. Nada más comenzar, advirtió que el contenido principal de su charla iba a centrarse más bien en el subtítulo de ésta, 'Iniciativas en defensa del cielo nocturno', puesto que sin un cielo completamente oscuro no se puede admirar la Vía Láctea. En la primera diapositiva, nos explicó lo que es una estrella y, después, cómo han sido observadas desde hace miles de años, comenzando por los griegos, concretamente Hiparco de Nicea, quien elaboró allá por el segundo siglo antes de Cristo un catálogo de estos cuerpos celestes en función de su brillo y divididas en seis magnitudes diferentes; a continuación, Blanca aclaró que actualmente no se utiliza la división propuesta por Hiparco, ya que no era del todo exacta.
Luego, nos explicó que uno de los grandes problemas de la actualidad en lo referente a la astronomía es la contaminación lumínica, puesto que ésta impide que podamos admirar el cielo estrellado por las noches cuando nos encontramos en la ciudad e incluso en las afueras. Para reflejar esto, nos puso un ejemplo en el que se comparaba el cielo nocturno en función de la cantidad de luz que hay en la calle y cómo ésta se emite, pues no es lo mismo que la bombilla de una farola esté cubierta que esté enfocada hacia abajo; en la demostración, se apreciaba perfectamente la diferencia entre la primera imagen, en la que el cielo estaba anaranjado y sólo se distinguía la Luna, y la última, en la que se distinguían muchas estrellas y constelaciones. La última parte de la charla estuvo enfocada a presentar algunas asociaciones e instituciones astronómicas que, entre sus diversas actividades, tienen una que consiste en hacer una o varias observaciones anuales del cielo nocturno para saber qué estrellas se ven y no se ven a simple vista en distintos puntos de la geografía española y, de esta forma, estimar cuánto afecta la contaminación lumínica en cada ciudad.
Una vez terminada la charla con un gran aplauso, el personal de Principia obsequió a Blanca con un rodillo antigravitatorio en miniatura. A la próxima charla no podré acudir porque estaré de viaje en Londres, pero a las siguientes es muy probable que vaya, así que si alguien quiere disfrutar con la ciencia ya sabe con quién puede ir.
Blanca fue mi profesora de matemáticas el año pasado, y es cierto que da gusto escucharla cuando habla de astronomía. Seguro que la charla estaría genial.
ResponderEliminarFíjate las vueltas que da la vida :D
ResponderEliminarLa charla estuvo bastante bien, de esas que no te acuerdas casi ni de mirar la hora que es; además, se le notaba que le entusiasmaba lo que explicaba.
esto de la astronomia me encanta,yo me acuerdo que cuando tenia unos años menos algun fin de semana nos ibamos a la sierra y nos quedabamos hasta el anochecer para ver las estrellas,porque en la ciudad no se aprecia bien. ¿donde te gustaria encontrar a tu chica?,paraces un poco especial porque si donde vas no hay chicas no se como las vas a conocer. saludos.
ResponderEliminarMe hubiese gustado asistir a esa charla.
ResponderEliminarLo de la contaminación lumínica es cierto, en Valencia no se ve apenas nada en el cielo por la noches.
Encima, cuando está nublado por las noches, el cielo se torna muy rosado y refleja tanto la luz, que a veces mi terraza queda muy iluminada.
Soledad: eso es lo que quiero hacer yo un día, ir al campo y ver todas las estrellas posibles, y también la Vía Láctea, que tiene que ser alucinante.
ResponderEliminarNo tengo ningún sitio donde quiera encontrar a mi chica, pero en una discoteca dudo que vaya a encontrarla. Yo creo que eso surgirá solo, no es cuestión de salir a la calle y toparte con ella. El destino será el que me una a ella.
Andrés: aquí también hay mucha contaminación, apenas se distinguen las estrellas más brillantes.
Gracias por vuestros comentarios ;)