El pasado sábado por la mañana, acudí al Centro de Ciencia Principia con mi amigo Dani y su hija Leila para asistir a la última charla divulgativa de los sábados de este curso, que tenía por título 'Física por aquí, Física por allá' y que sería impartida por Chantal Ferrer y Ana Cros, dos profesoras del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Valencia.
Los tres llegamos a Principia justo antes de las doce del mediodía, hora a la que daría comienzo la charla; de hecho, a los pocos segundos de estar allí abrieron las puertas de la Sala Faraday para que los asistentes, muchos de ellos niños, fuésemos tomando asiento, de tal forma que se llenó casi en su totalidad. Uno de los responsables del centro presentó a las dos profesoras, que aparecieron en la sala vestidas con capa y sombrero de copa como si fuesen magas, y es que su ponencia iba sobre eso precisamente: hacer experimentos que suelen hacer los magos pero explicando la física que se esconde tras ellos. No me voy a detener mucho en dichas explicaciones porque hicieron muchos experimentos y entonces el post se alargaría demasiado.
Empezaron por uno muy conocido, el de quitar rápidamente de un tirón el mantel de una mesa sobre la que hay un plato, un vaso, un jarrón y una vela encendida, mientras que a continuación hicieron uno muy parecido, pero esta vez había que quitar una carta que se encuentra entre una moneda y la boca de una botella de plástico. A continuación, cogieron uno de sus sombreros y fueron introduciendo en él globos de varios tamaños de tal forma que daba la impresión de que el sombrero no tenía fondo, pero el truco estaba en que dentro del sombrero tenían nitrógeno líquido, que hacía que los globos encogieran de tamaño. Los siguientes trucos estaban relacionados con el centro de gravedad de los cuerpos. En primer lugar, demostraron que uno se puede agachar para tocarse la punta de los pies siempre y cuando no estés apoyado sobre una pared, experimento que hicieron con uno de los niños allí presentes; luego, explicaron por qué los funambulistas son capaces de mantenerse en equilibrio sobre una cuerda sin caerse, y para ello se ayudaron de un cable y de unos muñecos que simulaban dicha situación. Seguidamente, una de las ponentes se subió a una plataforma rotatoria junto con un giróscopo, el cual hacía que ella girase si lo movía hacia un lado y hacia otro mientras el propio giróscopo estuviese girando sobre su eje; algunos de los chavales no se lo terminaban de creer, así que fueron invitados por las dos profesoras a probarlo. En relación a este experimento, pusieron un vídeo en el que se veía cómo una patinadora era capaz de girar sobre sí misma a una velocidad de 308 rpm (revoluciones por minuto). Una de las profesoras hizo algo similar subiéndose de nuevo sobre la plataforma rotatoria y agarrando en cada mano unas pesas con los brazos extendidos; la otra le ayudó a coger impulso para que al unir los brazos a su cuerpo cogiera más velocidad.
El siguiente truco que explicaron fue el que hizo famoso al ilusionista Uri Geller, el de doblar una cuchara con el poder de la mente. Ellas hicieron uno parecido pero haciendo oscilar unos péndulos sin que aparentemente estuvieran moviendo la varilla sobre la que se sostenían; en realidad sí la movían, pero de forma casi imperceptible y a la frecuencia de oscilación del péndulo que querían mover. Enlazaron la explicación de las frecuencias con el conocido suceso del primitivo puente de Tacoma Narrows, el cual colapsó a los pocos meses de ser inaugurado por culpa de una racha de viento que provocó que el puente entrase en resonancia y comenzase a oscilar violentamente durante varias horas hasta que acabó por derrumbarse. A continuación, cogieron un rollo de papel de aluminio e hicieron pasar por el interior del tubo de cartón un imán que tardó más de la cuenta en bajar. Lo mismo sucedió en el siguiente experimento, en el que cogieron un imán en forma de anillo que deslizaron por tres tubos (uno de plástico, otro de aluminio y otro de cobre) que hacían que bajase a distinta velocidad. Los últimos trucos estaban dedicados a la levitación. El primero de ellos fue el más sencillo de todos, pues no hicieron más que mantener flotando en el aire unos globos con el aire de un secador que ponían debajo. El siguiente fue muy parecido, pues soplando por una pajita conseguían que una pelota de ping pong no se cayera, pero luego lo hicieron soplando por la boca de un embudo boca abajo y la pelota se quedaba dentro si caerse. A continuación, hicieron flotar un imán sobre un aparato del que no recuerdo el nombre y también una mariposa de aluminio que flotaba en el aire mientras una de las profesoras asía un tubo especial que, por lo que entendí, dejaba a un lado unas cargas eléctricas y las otras en el otro extremo del tubo.
Terminaron a la una y media entre los aplausos de los asistentes, que disfrutamos un montón de una charla que más bien fue una sesión de magia científica. Como de costumbre, uno de los responsables de Principia le regaló a cada una de las profesoras un rodillo antigravitorio en miniatura que les hizo mucha ilusión. Como he dicho anteriormente, esta charla puso punto y final a la serie de charlas divulgativas de los sábados de Principia de este curso, así que tendremos que esperar unos meses para asistir a nuevas e interesantes ponencias.
Me pareció muy interesante Rafa :D
ResponderEliminarUn saludo!
No te quejarás, buena sesión de magia.
ResponderEliminarPermíteme un apunte, Uri Geller no doblaba las cucharas con la mente, lo hacía con sus propias manos, como se puede ver en los cientos de vídeos que hay del evento.
Y siguiendo con los experimentos, pues todos los que has contado ya los conocía, pero igualmente me gusta volver a releer esas cosas, unos como mago, y otros como hombre de ciencia, siempre me apasiona revivir todos esos efectos.
Y aparte de todo eso, pues algunos efectos magicos mundialmente conocidos, con levitaciones y similares, no tienen nada que ver con esos experimentos, son mucho más simples... y hasta ahí puedo leer (como decían en el un dos tres).
Bueno, a lo que iba, estos experimentos me traen gratos recuerdos de mis primeras prácticas de Física en primer curso, donde llegamos incluso a encender un tubo fluorescente haciendo masa con nuestro propio cuerpo, y lo que es lo "más", producir un arco fotovoltaico con la punta de un cuchillo.
Por cierto, tenemos pendiente lo del huevo (sin cocer) que entra en la botella...
Saludos.
Como me gustaria acudir a cosas de estas de vez en cuando. Lamentablemente por aquí no se organizan mucho...
ResponderEliminarUn claro ejemplo de que la magia y la física van estrechamente cogidas de la mano y de que todos los trucos que vemos por la tele y que nos dejan con la boca abierta tienen su explicación.
Rojo Merlín entenderá mucho más de esto que cualquiera
Bueno, en relación a lo que dice Migue, por supuesto que todo tiene una explicación (todo menos la reposición de "Verano Azul").
ResponderEliminarY permitidme nuevamente recordaros que en lo que a la magia (como espectáculo) se refiere, la explicación siempre es mucho más fácil y más simple que estos sencillos experimentos (hablo en general). También hay algunas cosas nuevas que utilizan tecnologías novedosas, pero precisamente, a mi no me gustan.
La verdadera magia de un experimento científico está en la conciencia de lo que ya sabemos y lo que nos queda por aprender, que no es poco.
Saludos.
DarkDragon: me alegro de que te haya interesado tanto ;)
ResponderEliminarY más me alegro de verte de nuevo por aquí :D
Rojo Merlin: bueno, Uri Geller diría que en parte doblaba las cucharas gracias a su poder mental.
Pues levitaciones más simples que la de soplar por una pajita para mantener una pelota de ping pong me parece complicado, pero si tú lo dices, será.
Lo del truco del huevo lo dejamos para después del verano si eso. Bueno, el del huevo y espero que me deleites con algunos trucos más :D
Migue: pues sí, de vez en cuando no viene mal pasar el rato así.
No todos los trucos de magia se basan en una explicación de Física, otros son matemáticos, y otros directamente no sé cómo lo hacen, aunque, como dices, Rojo Merlin seguro que es capaz de saber cómo funcionan todos los trucos.
Gracias por vuestros comentarios ;)
Qué chulo, yo sí que hubiese disfrutado como un enano viendo estos experimentos, seguro que los niños aprendieron un montón de Física en tan poco tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Fue muy entretenida esa charla, te hubiera gustado.
ResponderEliminarSaludos ;)