El pasado sábado por la mañana acudí con Miguel al Centro de Ciencia Principia para asistir a la última charla divulgativa de este curso, cuyo título era 'La guerra de la tele. Luces y sombras en la medición de las audiencias' y que fue impartida por Carlos Lamas Alonso, ex director adjunto de la AIMC (Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación).
Como de costumbre, llegamos con varios minutos de antelación a Principia, así que hicimos un poco de tiempo paseándonos entre los módulos de la Sala Tomás Hormigo antes de entrar en la Sala Faraday, donde tendría lugar la citada charla de Carlos Lamas, que fue presentado por uno de los responsables del centro para a continuación cederle la palabra. Desde el primer momento, Carlos recalcó que su exposición estaría centrada principalmente en la televisión por ser el medio más estudiado en el aspecto de las audiencias, aunque también se podría hablar de otros medios con bastante profundidad, casos de la radio, la prensa o ahora Internet.
La persona que presentó a Carlos comentó de él que es matemático, lo cual no me sorprendió, puesto que, tal y como se demostró con el paso de los minutos, el ponente dejó muy claro el importante papel que juegan las matemáticas en los medios, y es que con los datos que se obtienen de las encuestas, de las audiencias y demás mediciones es posible interpretar, valorar y predecir el comportamiento de las personas. En primer lugar, Carlos recalcó que los medios son importantes por dos factores básicos, como son el consumo y la economía. Basta decir con respecto al consumo que los españoles dedican unas siete horas y media a los medios de comunicación, sean del tipo que sean, mientras que con respecto a la economía la publicidad representa un 1% del PIB, y que también ésta se ha visto afectada por la crisis, pues casualmente desde 2007 ha sufrido un bajón considerable del orden del 55%. Luego continuó hablando acerca de las diversas actitudes que los medios presentan en función de los resultados de las audencias, y para ello se ayudó de varios chistes gráficos que las reflejaban a la perfección.
La siguiente parte de la charla fue un poco más aburrida, pues trataba acerca de la historia de la medición de las audiencias desde sus comienzos hasta la actualidad, desde los peoplemeters hasta los audímetros que hoy día se utilizan para registrar el estado del televisor, el canal que se está viendo y quién utiliza el mando a distancia. En España, el estudio se realiza con una muestra de 4.625 familias que representan un total de casi 12.000 individuos, pero esas familias no se eligen medio a dedo medio de forma aleatoria, pues se intenta que todas ellas abarquen todas las opciones posibles (personas de todas las edades, estratos sociales, de ambos sexos...). A continuación, Carlos mostró un interesantísimo gráfico en el que se mostraba qué actividad realizan los españoles cada hora del día: trabajar o estudiar, dormir, comer, tiempo libre, etc. El siguiente gráfico se correspondía con el porcentaje de personas que está viendo la televisión en cada momento, y casualmente la curva que describía era prácticamente idéntica que la del tiempo libre del gráfico anterior, lo cual demuestra que, tal y como decía Carlos, dedicamos nuestras horas a ver la tele en vez de a leer un libro. Por cierto, que a la forma de dicha curva se le conoce en el mundillo de las audiencias como de camello, pues tiene dos jorobas bien pronunciadas en la hora del almuerzo y en la de la cena.
Carlos siguió aportando datos acerca de las audiencias, en concreto la del tiempo que dedicamos cada día a ver la tele, que en el caso de los españoles es de 239 minutos, demasiado a mi parecer, aunque no tanto como los estadounidenses, que nos ganan con 293 minutos; por contra, países como Suecia son más equilibrados y solamente la ven unos 162 minutos de media al día. Después, Carlos pasó a analizar los programas más vistos en España en las últimas décadas, que en los últimos diez o doce años tiene un dominador absoluto, el fútbol, además de la primera edición de Gran Hermano; de hecho, sin ir más lejos, la emisión más vista en lo que llevamos de año ha sido la final de la Copa del Rey en TVE1, que literalmente se comió al resto de cadenas esa noche. En lo que a la evolución de la cuota de pantalla de las cadenas, Carlos presentó un estudio en el que se veía perfectamente que la televisión pública ha ido perdiendo poco a poco peso con la llegada y el asentamiento de las privadas, aunque también es cierto que solamente Telecinco (y ya sabemos con qué tipo de programas) ha conseguido arrebatarle el primer puesto en algunos de los últimos años. Por último, Carlos terminó exponiendo algunas críticas que surgen acerca de las audimetrías, que si sirven, que si no sirven, que si los datos no reflejan la realidad, etc., y también habló acerca de los nuevos métodos de medición que están surgiendo, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales.
La charla terminó poco antes de las dos entre los aplausos de los asistentes, quienes hicieron algunas preguntas al ponente antes de que éste recibiera de manos del responsable de Principia el ya mítico regalo de un rodillo antigravitatorio en miniatura. Con esta charla se puso punto y final al ciclo de charlas divulgativas de los sábados de Principia, que lo retomará con la llegada del nuevo curso, y que seguro que tendrá variadas e interesantes charlas a las que acudir.
Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta trigesimoquinta edición, también denominada 4.12310, está organizado por Rafael Miranda Molina a través de su blog Geometría dinámica.
La siguiente parte de la charla fue un poco más aburrida, pues trataba acerca de la historia de la medición de las audiencias desde sus comienzos hasta la actualidad, desde los peoplemeters hasta los audímetros que hoy día se utilizan para registrar el estado del televisor, el canal que se está viendo y quién utiliza el mando a distancia. En España, el estudio se realiza con una muestra de 4.625 familias que representan un total de casi 12.000 individuos, pero esas familias no se eligen medio a dedo medio de forma aleatoria, pues se intenta que todas ellas abarquen todas las opciones posibles (personas de todas las edades, estratos sociales, de ambos sexos...). A continuación, Carlos mostró un interesantísimo gráfico en el que se mostraba qué actividad realizan los españoles cada hora del día: trabajar o estudiar, dormir, comer, tiempo libre, etc. El siguiente gráfico se correspondía con el porcentaje de personas que está viendo la televisión en cada momento, y casualmente la curva que describía era prácticamente idéntica que la del tiempo libre del gráfico anterior, lo cual demuestra que, tal y como decía Carlos, dedicamos nuestras horas a ver la tele en vez de a leer un libro. Por cierto, que a la forma de dicha curva se le conoce en el mundillo de las audiencias como de camello, pues tiene dos jorobas bien pronunciadas en la hora del almuerzo y en la de la cena.
Carlos siguió aportando datos acerca de las audiencias, en concreto la del tiempo que dedicamos cada día a ver la tele, que en el caso de los españoles es de 239 minutos, demasiado a mi parecer, aunque no tanto como los estadounidenses, que nos ganan con 293 minutos; por contra, países como Suecia son más equilibrados y solamente la ven unos 162 minutos de media al día. Después, Carlos pasó a analizar los programas más vistos en España en las últimas décadas, que en los últimos diez o doce años tiene un dominador absoluto, el fútbol, además de la primera edición de Gran Hermano; de hecho, sin ir más lejos, la emisión más vista en lo que llevamos de año ha sido la final de la Copa del Rey en TVE1, que literalmente se comió al resto de cadenas esa noche. En lo que a la evolución de la cuota de pantalla de las cadenas, Carlos presentó un estudio en el que se veía perfectamente que la televisión pública ha ido perdiendo poco a poco peso con la llegada y el asentamiento de las privadas, aunque también es cierto que solamente Telecinco (y ya sabemos con qué tipo de programas) ha conseguido arrebatarle el primer puesto en algunos de los últimos años. Por último, Carlos terminó exponiendo algunas críticas que surgen acerca de las audimetrías, que si sirven, que si no sirven, que si los datos no reflejan la realidad, etc., y también habló acerca de los nuevos métodos de medición que están surgiendo, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales.
La charla terminó poco antes de las dos entre los aplausos de los asistentes, quienes hicieron algunas preguntas al ponente antes de que éste recibiera de manos del responsable de Principia el ya mítico regalo de un rodillo antigravitatorio en miniatura. Con esta charla se puso punto y final al ciclo de charlas divulgativas de los sábados de Principia, que lo retomará con la llegada del nuevo curso, y que seguro que tendrá variadas e interesantes charlas a las que acudir.
Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta trigesimoquinta edición, también denominada 4.12310, está organizado por Rafael Miranda Molina a través de su blog Geometría dinámica.
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