En la noche de ayer salió en procesión extraordinaria el Santísimo Cristo de la Expiración con motivo del 75 aniversario de la llegada de la talla del escultor Mariano Benlliure a Málaga. Lo hizo en su trono del Miércoles Santo, recientemente restaurado, desde su casa hermandad para recorrer el barrio del Perchel y, concretamente, hacer estación en la cercana iglesia del Carmen.
El cortejo salió del interior de la iglesia de San Pedro a las nueve de la noche con la cruz guía al frente, seguida por varias decenas de hermanos portando velas y el guión de la archicofradía, así como el estandarte del Cristo; a continuación figuró una representación de la Guardia Civil para acompañar a su Cristo Protector, y también algunos hermanos mayores de otras cofradías. A las nueve y cuarto se dieron los primeros toques de campana al tiempo que la Banda de Música de la Expiración comenzaba a interpretar 'Mater Mea', una estampa más que habitual en cada salida procesional de un Cristo que pudimos admirar durante unos minutos con los últimos rayos de sol del día, acostumbrados a verlo siempre en noche cerrada. Al igual que en la pasada Semana Santa, el Cristo de la Expiración fue sobre una cruz plana y sin potencias, tal y como fue concebido hace ya 75 años por las gubias del insigne escultor valenciano Mariano Benlliure.
La procesión discurrió por la Avenida de la Aurora y continuó por calle Cuarteles para recorrerla en su totalidad, y aquí fue donde estuvo el principal fallo. Teniendo en cuenta el paso solemne del trono y que en una salida extraordinaria siempre se acaba yendo más lento de lo habitual, la archicofradía tendría que haberse dirigido a la iglesia del Carmen directamente por la calle Plaza de Toros Vieja en vez de dar toda una vuelta innecesaria por Jovellanos, Eslava, Callejones del Perchel y Pasaje la Serna; esto provocó que quizás no hubiera tanto público en el primer tramo de la procesión, lo cual no quiere decir que no estuviese notablemente acompañada, y que yo por ejemplo decidiese abandonarla antes de tiempo, puesto que, pasadas las once de la noche, el trono apenas había entrado en calle Jovellanos, y calculé que todavía le quedaría cerca de una hora para llegar a la iglesia del Carmen.
Pasada ya la medianoche, concretamente en el templo carmelita, el Cristo hizo estación de penitencia, entrando el trono lo máximo posible en el atrio, y allí se produjo además el hermanamiento con las cofradías de la Misericordia, cuyo Nazareno también saldrá precisamente de forma extraordinaria el próximo mes de junio, y del Carmen. Tras este emotivo acto, el cortejo enfiló la recogida calle Ancha del Carmen para dirigirse definitivamente a la casa hermandad, donde se encerró el Cristo de la Expiración a los sones del Himno Nacional sobre la una y media de la madrugada.
El cortejo salió del interior de la iglesia de San Pedro a las nueve de la noche con la cruz guía al frente, seguida por varias decenas de hermanos portando velas y el guión de la archicofradía, así como el estandarte del Cristo; a continuación figuró una representación de la Guardia Civil para acompañar a su Cristo Protector, y también algunos hermanos mayores de otras cofradías. A las nueve y cuarto se dieron los primeros toques de campana al tiempo que la Banda de Música de la Expiración comenzaba a interpretar 'Mater Mea', una estampa más que habitual en cada salida procesional de un Cristo que pudimos admirar durante unos minutos con los últimos rayos de sol del día, acostumbrados a verlo siempre en noche cerrada. Al igual que en la pasada Semana Santa, el Cristo de la Expiración fue sobre una cruz plana y sin potencias, tal y como fue concebido hace ya 75 años por las gubias del insigne escultor valenciano Mariano Benlliure.
La procesión discurrió por la Avenida de la Aurora y continuó por calle Cuarteles para recorrerla en su totalidad, y aquí fue donde estuvo el principal fallo. Teniendo en cuenta el paso solemne del trono y que en una salida extraordinaria siempre se acaba yendo más lento de lo habitual, la archicofradía tendría que haberse dirigido a la iglesia del Carmen directamente por la calle Plaza de Toros Vieja en vez de dar toda una vuelta innecesaria por Jovellanos, Eslava, Callejones del Perchel y Pasaje la Serna; esto provocó que quizás no hubiera tanto público en el primer tramo de la procesión, lo cual no quiere decir que no estuviese notablemente acompañada, y que yo por ejemplo decidiese abandonarla antes de tiempo, puesto que, pasadas las once de la noche, el trono apenas había entrado en calle Jovellanos, y calculé que todavía le quedaría cerca de una hora para llegar a la iglesia del Carmen.
Pasada ya la medianoche, concretamente en el templo carmelita, el Cristo hizo estación de penitencia, entrando el trono lo máximo posible en el atrio, y allí se produjo además el hermanamiento con las cofradías de la Misericordia, cuyo Nazareno también saldrá precisamente de forma extraordinaria el próximo mes de junio, y del Carmen. Tras este emotivo acto, el cortejo enfiló la recogida calle Ancha del Carmen para dirigirse definitivamente a la casa hermandad, donde se encerró el Cristo de la Expiración a los sones del Himno Nacional sobre la una y media de la madrugada.
Simplemente impresionante. Mi favorito de la Semana Santa de Málaga desde siempre.
ResponderEliminarLa verdad es que es de lo mejor tiene nuestra Semana Santa.
ResponderEliminarNo te voy a decir que es el Cristo que más me gusta porque tengo un grupito de unos cuántos que están por encima del resto (Expiración, Agonía, Buena Muerte, Nazareno del Paso, Redención...), pero éste en concreto tiene algo en particular que lo hace especial, como por ejemplo su trono y la solemnidad con la que es procesionado.
En cualquier momento puede que te llegue un regalito, ahí lo dejo ;)