El tercer libro que ha caído en mis manos este verano ha sido 'El signo de los cuatro', la segunda obra en la que el escritor británico Arthur Conan Doyle relata las dotes detectivescas del genial Sherlock Holmes.
El detective Sherlock Holmes y el doctor John Watson reciben en su domicilio londinense del 221B de Baker Street la visita de la joven institutriz Miss Mary Morstan, quien acude al señor Holmes para que averigüe qué ha pasado con su padre, el capitán Morstan, pues no sabe nada de él desde hace diez años; además, desde hace seis recibe cada año una perla de un collar de un remitente anónimo, y ese mismo día le ha llegado una carta en la que se le ruega que acuda a una cita y en la que se añade que hasta ahora ha sido perjudicada y se le debe hacer justicia. Holmes y Watson acompañan a la joven a esta misteriosa cita, que resulta estar organizada por Thaddeus Sholto, uno de los hijos gemelos del mayor Sholto, amigo del padre de Mary y que compartió regimiento de infantería en la India años atrás. Al parecer, tanto el capitán Morstan como el mayor Sholto tenían un tesoro que ha estado escondido hasta entonces y, tras la muerte de ambos, a ella le corresponde la mitad del mismo. Cuando acuden a la casa del hermano de Thaddeus para recoger el tesoro, resulta que éste ha sido asesinado y que el tesoro ha desaparecido.
He tardado seis años en continuar el canon holmesiano con su segunda novela tras haber comenzado con 'Estudio en escarlata', y la verdad es que ha sido una pena haber esperado tanto, ya que gracias a 'El signo de los cuatro' he tenido la oportunidad de volver a disfrutar de la sagacidad y de los geniales razonamientos deductivos de Sherlock Holmes, uno de los detectives más célebres de la literatura, así como del doctor Watson, su inseparable compañero y excelente narrador de la trama. Es en este título donde se da buena cuenta de la afición de Sherlock a consumir drogas, puesto que, según él, es lo único que estimula su mente a falta de casos que resolver que le saquen de la aburrida rutina de la existencia, y también donde aparece una de sus citas más famosas: "Una vez eliminadas todas las demás posibilidades, la única que queda tiene que ser la verdadera". La estructura del libro es muy similar a la de su precedente: el caso se expone, se investiga y se resuelve, y al final se incluye un relato en el que se narra la historia oculta tras el caso, aunque lo bueno es que esta vez no ocupa tantas páginas como en 'Estudio en escarlata'. Lo malo, que es muy corto, poco más de 150 páginas, aunque al menos me queda el consuelo de que el canon holmesiano está compuesto por otras dos novelas y cinco colecciones de relatos, por lo que todavía tengo mucho Sherlock por devorar.
Me alegro que te guste Sherlock Holmes, mi personaje favorito, ya sea original o copia.
ResponderEliminarEl "signo de los cuatro" está en youtube (creo), y algunos más, al igual que un montón mas de libros, y tengo que decirte que todos los que he visto hasta ahora, los que son originales de los libros, se ciñen exactamente al guión.
Bueno, a lo que iba, este "signo de los cuatro" lo leí siendo mucho mas joven que tú, y después lo he leído mas veces (aparte de ver la película).
Pues eso, que me alegro mucho de que te guste mi personaje favorito de la ficción (casi igual que Hércules Poirot)
Un abrazo.
Tendré en cuenta tu aporte sobre los vídeos de YouTube, aunque prefiero seguir leyendo los muchos libros que tengo pendientes.
ResponderEliminarPoirot también está entre mis preferidos, y eso que solamente he leído uno de los libros que protagoniza, pero es que hay tantos personajes detectivescos tan buenos...
Saludos ;)