Ayer por la tarde-noche tuvo lugar la procesión extraordinaria de María Santísima de la Trinidad Coronada con motivo del 50 aniversario de la bendición de la imagen.
El cortejo se puso en marcha a las 17:30 desde el interior de la iglesia de San Pablo con la cruz guía al frente, seguida por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Cautivo interpretando marchas en cabeza de procesión; a continuación, numerosas parejas de hermanos portando cirios y bastones, el sine labe, el guión de la titular mariana de la cofradía y la habitual presidencia de la corporación. María Santísima de la Trinidad salió en el trono dorado de María Auxiliadora Coronada y lució el manto bordado de terciopelo azul de Nuestra Señora de la Estrella de Jerez de la Frontera, mientras que el acompañamiento musical, como no podía ser de otra forma, corrió a cargo de la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad.
La procesión discurrió por el barrio de la Trinidad, que se engalanó con banderolas y gallardetes para celebrar esta efeméride, y con un público que arropó de forma notable a la Virgen en todo el itinerario: plaza de San Pablo, Zamorano, Empedrada, plaza de Montes, Trinidad, plaza de Jesús Cautivo, Barrera de la Trinidad, plaza de Bailén, Churruca, Carril, plaza de Montes, Sevilla, Ventura Rodríguez, Juan de Herrera, San Quintín, Malasaña, Tiro, Jara y plaza de San Pablo. Durante el recorrido, la Virgen de la Trinidad recibió varias petaladas, como por ejemplo a su paso por la casa hermandad de la propia cofradía, mientras que su regreso a la sede canónica de San Pablo tuvo lugar pasadas las diez y media de la noche.
El cortejo se puso en marcha a las 17:30 desde el interior de la iglesia de San Pablo con la cruz guía al frente, seguida por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Cautivo interpretando marchas en cabeza de procesión; a continuación, numerosas parejas de hermanos portando cirios y bastones, el sine labe, el guión de la titular mariana de la cofradía y la habitual presidencia de la corporación. María Santísima de la Trinidad salió en el trono dorado de María Auxiliadora Coronada y lució el manto bordado de terciopelo azul de Nuestra Señora de la Estrella de Jerez de la Frontera, mientras que el acompañamiento musical, como no podía ser de otra forma, corrió a cargo de la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad.
La procesión discurrió por el barrio de la Trinidad, que se engalanó con banderolas y gallardetes para celebrar esta efeméride, y con un público que arropó de forma notable a la Virgen en todo el itinerario: plaza de San Pablo, Zamorano, Empedrada, plaza de Montes, Trinidad, plaza de Jesús Cautivo, Barrera de la Trinidad, plaza de Bailén, Churruca, Carril, plaza de Montes, Sevilla, Ventura Rodríguez, Juan de Herrera, San Quintín, Malasaña, Tiro, Jara y plaza de San Pablo. Durante el recorrido, la Virgen de la Trinidad recibió varias petaladas, como por ejemplo a su paso por la casa hermandad de la propia cofradía, mientras que su regreso a la sede canónica de San Pablo tuvo lugar pasadas las diez y media de la noche.
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