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martes, 27 de abril de 2021

Las matemáticas también son para leer

Hace algo más de diez años, publiqué una entrada en la que recopilé algunos de los libros relacionados con las matemáticas que ya había leído por aquel entonces, y, como ha pasado ya bastante tiempo y la semana pasada fue el Día Internacional del Libro, se me ha ocurrido que ahora es un buen momento para actualizar esas recomendaciones literarias y compartirlas con todos vosotros.
Leer es una de mis mayores pasiones, aunque por desgracia no le puedo dedicar tanto tiempo como quisiera porque con el trabajo me es imposible disfrutar de un libro como a mí me gusta, por eso mis lecturas se concentran casi exclusivamente en verano, que es cuando estoy de vacaciones. Por otra parte, las matemáticas están presentes en mi día a día, puesto que soy profesor de Matemáticas, así que entre mis pasiones también se encuentra obviamente todo lo que está relacionado con los números, las ecuaciones, las figuras geométricas y cualquier otra cosa que tenga que ver con esta maravillosa disciplina. Pues bien, resulta que, aunque mucha gente no lo sepa, hay libros de matemáticas más allá de los libros de texto que se usan en el colegio, en el instituto y en la universidad. No son libros de estudiar, sino libros de leer, de divulgar, de aprender y de enseñar, y yo los llevo disfrutando desde hace unos veinte años, concretamente cuando mi profesora de Matemáticas de 4º ESO me dio a conocer algunos títulos cuya existencia desconocía. Ese día me abrió las puertas de una afición que combinaba esas dos pasiones que he mencionado antes, la lectura y las matemáticas, y desde entonces no he dejado de leer libros de matemáticas.
Los hay de muchos tipos (novelas, de historia de las matemáticas, de divulgación, de acertijos y problemas, para niños, para adultos...), y sí, algunos son un poco aburridos, pero puedo afirmar que casi todos me han gustado y que en todos he aprendido algo nuevo, incluso más y mejor que en mi época de estudiante, y es que siempre es más fácil aprender por placer que por obligación. Así pues, al igual que hizo conmigo mi profesora y al igual que hice hace una década, hoy os voy a recomendar los mejores libros de matemáticas que he leído hasta ahora y que en su momento valoré con 5 estrellas en una red social de libros de la que formo parte desde hace muchos años. Como no pretendo que la lista sea muy extensa, voy a seleccionar de entre esos libros los diez que considero mejores ordenados por año de lectura, y serían los siguientes:
Me ha resultado muy difícil decidir qué libros incluía en esta lista y cuáles dejaba fuera. Seguramente, si mañana hiciese la lista de nuevo, no sería la misma, habría algún cambio, pero bueno, los que están son una garantía de éxito asegurado para quien lo lea, siempre y cuando tenga un mínimo interés por las matemáticas, claro está, porque libros buenos hay miles, pero si no son de la temática que te atrae, pues entonces no puedes apreciar su calidad.
Ahí están diez de las decenas de libros de matemáticas que ya he leído, pero resulta que tengo otros muchos esperando en mis estanterías a ser devorados, y además tengo una larga lista de títulos que tengo pensado comprar en los próximos años, por lo que esta entrada todavía no ha terminado. Ahora os toca a vosotros asumir el papel de recomendadores y aconsejarme sobre otros libros de matemáticas que ya habéis leído de entre los que yo ya tenga o de los que tendré en mis manos en un futuro no muy lejano. Así pues, os pongo una lista con diez de los libros de matemáticas que ya lucen en mis estanterías pero que todavía están por leer:
  • 'Crónicas matemáticas', de Antonio J. Durán.
  • 'El libro de las matemáticas', de Clifford A. Pickover.
  • 'El teorema del loro', de Denis Guedj.
  • 'Historia de las matemáticas', de Ian Stewart.
  • 'Los secretos del infinito', de Antonio Lamúa Olivar.
  • 'Matemagia', de Fernando Blasco.
  • '¡Que las matemáticas te acompañen!', de Clara Grima.
  • 'Ruedas, vida y otras diversiones matemáticas', de Martin Gardner.
  • 'Todo está en los números', de Claudi Alsina.
  • 'Un número perfecto', de Santi García Cremades.
Con respecto a los libros que tengo pendientes de adquirir, he de decir que la lista es bastante larga, pero, para respetar el patrón que he seguido antes, únicamente indicaré diez libros o autores cuyos títulos se convertirán en futuros habitantes de mis estanterías:
  • Adrián Paenza: '¿Cómo, esto también es matemática?', 'Matemagia', 'La puerta equivocada', etc.
  • Anna Cerasoli: 'Los diez magníficos', 'La sorpresa de los números', 'Mister Cuadrado', etc.
  • Jordi Sierra i Fabra: 'El asesinato del profesor de Matemáticas', 'La venganza del profesor de Matemáticas'.
  • Claudi Alsina: 'El club de la hipotenusa', 'Geometría para turistas', 'Asesinatos matemáticos', etc.
  • 'El enigma de Fermat', de Simon Singh.
  • 'Eso no estaba en mi libro de matemáticas', de Vicente Meavilla.
  • Ian Stewart: 'Mentes maravillosas', 'Los grandes problemas matemáticos', 'Números increíbles', etc.
  • John Allen Paulos: 'Más allá de los números', 'Un matemático lee el periódico', 'Érase una vez un número', etc.
  • 'La fórmula preferida del profesor', de Yoko Ogawa.
  • 'Planilandia', de Edwin A. Abbott.
Como veis, me queda mucho por descubrir a través de todas estas lecturas matemáticas, por eso os pido que, partiendo de vuestra experiencia, me ayudéis a elegir entre todos estos títulos que os he listado para saber cuáles son los primeros que tengo que leer y comprar a corto plazo, e igualmente podéis aportar otras recomendaciones que no haya contemplado aquí, que seguro que hay más de un libro de matemáticas muy interesante que no conozco.
En fin, que aunque muchos no lo sepan, lectura y matemáticas forman una pareja muy bien avenida, y si eres de los que amas ambas aficiones como yo, pues ya estás tardando en empezar con estos libros si no lo has hecho ya. Como ves, hay material más que de sobra, y sobre todo de mucha calidad para disfrutar leyendo y aprendiendo matemáticas.

Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta nonagésima quinta edición, también denominada 12.2 Carl Friedrich Gauss, está organizado por Miguel Ángel Morales Medina a través de su blog Gaussianos.

jueves, 15 de abril de 2021

No es mío, pero es interesante (CXLVIII)

Aquí llega una nueva entrega de 'No es mío, pero es interesante', una sección en la que os recomiendo las entradas de otros blogs y webs que más me han gustado en las últimas semanas. Como de costumbre, tenemos un blog que acapara casi todos los posts, concretamente Microsiervos con ocho aportaciones. Lo que tampoco cambia es la variedad de contenidos, pues hay un poco de matemáticas, ciencia, astronomía, vídeos, curiosidades, etc.
Echémosle un vistazo a la lista de enlaces de esta entrega:
¿Qué os han parecido las recomendaciones de esta entrega? Espero que os hayan gustado y que me lo hagáis saber a través de un comentario ;)

domingo, 4 de abril de 2021

La Semana Santa que casi tampoco fue

Hace justo un año, concretamente el día previo al Domingo de Ramos de 2020, publiqué una entrada sobre la Semana Santa que no iba a ser. Hoy, 365 días más tarde, Domingo de Resurrección de 2021, toca publicar otra entrada sobre la Semana Santa que confiábamos en que sí iba ser y que al final solamente ha sido algo. El año pasado nos encontramos de golpe y porrazo con que las procesiones se suspendían como consecuencia del estado de alarma en el que se vio inmerso todo el país por culpa de la pandemia del coronavirus, que sin duda alguna nos cambió la vida a todos, confinados en nuestras casas, sin poder salir a la calle más que para sacar la basura, ir al supermercado y para ya de contar. Este año tampoco ha habido procesiones, pero, al contrario que hace doce meses, al menos sí que hemos podido acercarnos a ver a los sagrados titulares de nuestras cofradías a sus templos y casas hermandad.
Hace un año pasamos del todo a la nada, ahora hemos pasado de la nada a un poquito. Que sí, que la Semana Santa de 2021 nos ha sabido a mucho, a muchísimo, teniendo en cuenta que todavía hoy estamos en estado de alarma y que las cifras de contagiados y muertos por el dichoso virus siguen aumentando día tras día en todos los rincones del mundo, pero al mismo tiempo, comparado con lo que estamos acostumbrados a vivir y sentir a lo largo de estos siete días, nos ha sabido a más bien poco, y es que la Semana Santa no es posible entenderla sin procesiones en la calle, sin el bullicio del público a cada paso que das, sin la música que se escucha a lo lejos y que te orienta para encontrar un cortejo, y sin esa explosión de religiosidad y arte que se despliega en toda la ciudad. Los cofrades necesitamos esa medicina cada año para curarnos, ahora bien, una cosa no quita a la otra, y es que entendemos perfectamente que tanto en 2020 como en 2021 no ha sido viable celebrar la Semana Santa tal y como la concebimos y conocemos porque la causa que lo ha impedido es algo que está por encima de cualquier otro motivo, y si hay que quedarse sin procesiones otros dos años, pues habrá que hacer de tripas corazón y esperar a que todo vuelva a la normalidad para que la Semana Santa sea eso, normal, que más nos fastidia, o al menos a mí, que no haya tronos en la calle por culpa de la lluvia.
Como decía, la buena noticia de la Semana Santa de 2021 es que, a falta de poder sacarlos a la calle, los cofrades hemos podido ir a visitar a nuestros sagrados titulares. Las cofradías y hermandades de Málaga han querido rellenar parte de ese vacío que se nos ha quedado montando en su mayoría novedosos altares en las iglesias y capillas en las que se veneran a nuestros cristos y vírgenes, unas pocas incluso en los propios tronos de procesión, algunas de ellas también con las puertas de sus casas hermandad abiertas para dar a conocer su patrimonio, incluso algunas se han atrevido a organizar pequeños conciertos para poner un poco de música a todas estas visitas, eso sí, cumpliendo rigurosamente con las medidas de seguridad e higiene necesarias para evitar aglomeraciones y posibles contagios. ¡Y qué diferencia con respecto al año pasado! Hace doce meses, los aledaños de los templos y casas hermandad estaban desérticos, como toda la ciudad, mientras que en esta Semana Santa la imagen que más se ha repetido ha sido la de las largas colas de cofrades esperando para poder ver a su Cristo y a su Virgen: en el Santuario de la Victoria, en Santiago, en Santo Domingo, en San Juan, etc. En mi caso, y aunque al principio no tenía en mente hacerlo, no he podido resistirme y me he acercado un par de tardes a ver a los titulares de las cofradías de la Humildad, Pasión, Penas, Rescate, Sentencia, Rico, Esperanza y Amor. He ido más que nada para quitarme un poco de ese mono de no poder ver procesiones en la calle, pero lo dicho, no ha sido nada comparable a ver un trono en la calle meciéndose a los sones de una marcha.
¿Y qué pasará en 2022? Hace un año decía que, si en 2021 todo volvía a la normalidad, tanto las procesiones de Semana Santa como la procesión magna con motivo del primer centenario de la Agrupación de Cofradías nos ayudarían a dejar atrás esa semana en blanco que nos dejó el 2020, pero resulta que ni ha vuelto la normalidad ni ha habido procesiones este año. Quién sabe si antes de que acabe el 2021 se podrá celebrar esa procesión magna tan deseada por todos los cofrades malagueños, aunque sinceramente lo veo muy complicado, o si para volver a ver un trono en la calle tendremos que armarnos de paciencia y esperar a la Semana Santa del año que viene, o incluso a la siguiente... Lo que sí está claro es que, sea cuando sea esa primera procesión, no va a ser exactamente igual a lo que ya conocemos, pues dudo mucho que se vayan a poder concentrar tantas personas en la calle sin ningún tipo de medida o control de un día para otro y recién salidos (eso esperamos) o casi saliendo de una pandemia que sigue condicionando nuestras vidas en todas sus vertientes.
Ya queda menos para que la Pollinica inaugure una nueva Semana Santa, para que el Señor de Málaga arrastre a miles de fieles tras de sí, para que los legionarios le canten 'El novio de la muerte' a su santo protector y para que el Resucitado ponga punto y final a siete días de procesiones en las que rememoraremos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo por las calles de Málaga. Ojalá que sea muy pronto y que sea lo más normal posible.