Este verano tuvimos el segundo eclipse de Luna del año visible desde España, ya que el primero, que fue un eclipse total, tuvo lugar el 21 de febrero. El del 16 de agosto, por contra, fue parcial, aunque la meteorología se portó mucho mejor que en febrero, cuando estuvo muy nublado y apenas pude verlo con claridad.
Esta vez, no pude ir a casa de mi amigo Javi, ya que estaba de viaje en Huelva con su novia, así que busqué compañía en mi primo Alberto, al que logré convencer para que viera conmigo este espectáculo astronómico. Como no disponía del telescopio de Javi, me las tuve que apañar con una cámara y unos prismáticos para hacer las fotos del eclipse lunar.
Sobre las nueve de la noche, la Luna empezó a oscurecerse, aunque hubo que esperar hasta las y media aproximadamente para poder distinguir la silueta de la Tierra sobre la superficie del satélite. A partir de esa hora, empecé a tomar fotos, pero, como me temía, sólo con la cámara no conseguía captar imágenes medio decentes y, además, también me veía perjudicado por la contaminación lumínica, por lo que me fui con mi primo hasta la roca de Rincón de la Victoria, el pueblo donde paso el verano. Allí, al lado de donde rompen las olas y con todo apagado, el eclipse se veía mucho mejor y pude hacer buenas fotos, teniendo en cuenta los medios con los que disponía. Lo que hice fue poner los prismáticos en el objetivo de la cámara para que la Luna saliera más grande, porque si no no se diferenciaba la parte iluminada de la oscurecida. Como mi pulso no es muy bueno que digamos, y encima había que apuntar alto para hacer las fotos, mi primo hizo de trípode humano para que no salieran muy movidas las instantáneas. Sobre las once de la noche, el eclipse alcanzó el punto de máxima ocultación, que como ya he comentado, en España sólo era parcial, por lo que la parte superior de la Luna siempre se mantuvo visible. A las once y media, volvimos a mi casa para seguir desde allí la evolución del eclipse.
Aquí tenéis un pequeño montaje fotográfico del eclipse de Luna en el que se aprecia la evolución de la superficie iluminada del satélite terrestre. No se aprecia la tonalidad rojiza parduzca que adquiere la parte oculta de la Luna porque con los medios que disponía era imposible, pero os hacéis una idea.El próximo eclipse lunar apreciable desde España tendrá lugar en diciembre del año que viene, y, al igual que éste, también será parcial; para poder ver uno total habrá que esperar a diciembre de 2010. Ambos eclipses serán de madrugada, por lo que habrá que hacer un pequeño esfuerzo para contemplarlo, pero seguro que merecerá la pena.
Sobre las nueve de la noche, la Luna empezó a oscurecerse, aunque hubo que esperar hasta las y media aproximadamente para poder distinguir la silueta de la Tierra sobre la superficie del satélite. A partir de esa hora, empecé a tomar fotos, pero, como me temía, sólo con la cámara no conseguía captar imágenes medio decentes y, además, también me veía perjudicado por la contaminación lumínica, por lo que me fui con mi primo hasta la roca de Rincón de la Victoria, el pueblo donde paso el verano. Allí, al lado de donde rompen las olas y con todo apagado, el eclipse se veía mucho mejor y pude hacer buenas fotos, teniendo en cuenta los medios con los que disponía. Lo que hice fue poner los prismáticos en el objetivo de la cámara para que la Luna saliera más grande, porque si no no se diferenciaba la parte iluminada de la oscurecida. Como mi pulso no es muy bueno que digamos, y encima había que apuntar alto para hacer las fotos, mi primo hizo de trípode humano para que no salieran muy movidas las instantáneas. Sobre las once de la noche, el eclipse alcanzó el punto de máxima ocultación, que como ya he comentado, en España sólo era parcial, por lo que la parte superior de la Luna siempre se mantuvo visible. A las once y media, volvimos a mi casa para seguir desde allí la evolución del eclipse.
Aquí tenéis un pequeño montaje fotográfico del eclipse de Luna en el que se aprecia la evolución de la superficie iluminada del satélite terrestre. No se aprecia la tonalidad rojiza parduzca que adquiere la parte oculta de la Luna porque con los medios que disponía era imposible, pero os hacéis una idea.El próximo eclipse lunar apreciable desde España tendrá lugar en diciembre del año que viene, y, al igual que éste, también será parcial; para poder ver uno total habrá que esperar a diciembre de 2010. Ambos eclipses serán de madrugada, por lo que habrá que hacer un pequeño esfuerzo para contemplarlo, pero seguro que merecerá la pena.
En este artículo de la NASA está muy bien explicado, con una imagen bastante explicativa:
ResponderEliminarhttp://ciencia.nasa.gov/headlines/y2008/09dec_fullmoon.htm?list1009360
Ya había leído ese artículo. De todas formas, mi entrada se refiere al eclipse que hubo este verano. Quizás te has confundido, y en parte es culpa mía, porque he escrito sobre el eclipse cuatro meses después... Pero está justificado, porque en verano no tengo ordenador.
ResponderEliminarGracias por tu comentario ;)