El Málaga cayó derrotado el pasado sábado por 1-2 en La Rosaleda frente al Rácing de Santander, más certero de cara al gol que los blanquiazules, quienes remataron mucho más a puerta, pero sin éxito.
En los primeros minutos del partido, se vieron dos buenas ocasiones, una por cada equipo: primero, Geijo aprovechó que Weligton calculó mal su despeje para controlar el balón y enganchar un disparo que cruzó demasiado al segundo palo; poco después, un saque de banda en largo de Manolo es cabeceado por Valdo a la escuadra, hasta donde tuvo que estirarse Toño para lograr atajar el esférico. Los siguientes minutos del encuentro fueron bastante aburridos, con muchas imprecisiones por parte de los dos equipos, aunque el Málaga fue el que más intentó llegar al área rival, como demuestran dos remates malogrados por Obinna y Baha en una jugada colectiva y en un córner, respectivamente. El Rácing avisó con un cabezazo de Munitis que rozó el palo antes de lograr el primer tanto de la tarde: Geijo recibe en la frontal del área y encuentra un pasillo para pasarle el balón a Arana, que bate por bajo a Munúa (0-1). El Málaga dispuso de una gran ocasión en las postrimerías del primer tiempo con una espectacular volea de Manolo tras un rechace de un córner que se marchó lamiendo la madera. El árbitro llevó sin excesivos problemas el partido y apenas tomó decisiones incorrectas.
La segunda mitad comenzó con un Málaga lógicamente volcado en busca del empate. Lo intentó de todos los modos, pero siempre sin ver puerta: Duda, con un fuerte disparo casi sin ángulo; Obinna, que ni tiró ni centró cuando ambas opciones era igual de idóneas; Edinho, cuyo remate se marchó a pocos metros del marco, etc. El gol sólo pudo llegar a balón parado, cómo no, con una falta directa magistralmente ejecutada por Duda ante la que un petrificado Toño nada pudo hacer (1-1). La alegría duró poco, apenas diez minutos, los mismos que restarían para el final del partido: una falta sacada por Lacen desde la banda izquierda encontró la cabeza de Morris, que, sin oposición en el segundo palo, consiguió el segundo tanto de los racinguistas (1-2). Los locales volvieron a la carga con el objetivo de salvar un punto de su estadio, pero los intentos de Forestieri, Apoño y la melé final que tuvo lugar en el último minuto del descuento, en la que todos remataban pero siempre con un jugador en la trayectoria del balón, no dieron su fruto.
Tras tres jornadas de competición, el Málaga se sitúa en undécima posición con una victoria y dos derrotas. Esta semana, hay partido el miércoles en casa del Espanyol a las ocho de la tarde, y, el sábado a la misma hora, tocará recibir al actual campeón de liga, el Barcelona.
En los primeros minutos del partido, se vieron dos buenas ocasiones, una por cada equipo: primero, Geijo aprovechó que Weligton calculó mal su despeje para controlar el balón y enganchar un disparo que cruzó demasiado al segundo palo; poco después, un saque de banda en largo de Manolo es cabeceado por Valdo a la escuadra, hasta donde tuvo que estirarse Toño para lograr atajar el esférico. Los siguientes minutos del encuentro fueron bastante aburridos, con muchas imprecisiones por parte de los dos equipos, aunque el Málaga fue el que más intentó llegar al área rival, como demuestran dos remates malogrados por Obinna y Baha en una jugada colectiva y en un córner, respectivamente. El Rácing avisó con un cabezazo de Munitis que rozó el palo antes de lograr el primer tanto de la tarde: Geijo recibe en la frontal del área y encuentra un pasillo para pasarle el balón a Arana, que bate por bajo a Munúa (0-1). El Málaga dispuso de una gran ocasión en las postrimerías del primer tiempo con una espectacular volea de Manolo tras un rechace de un córner que se marchó lamiendo la madera. El árbitro llevó sin excesivos problemas el partido y apenas tomó decisiones incorrectas.
La segunda mitad comenzó con un Málaga lógicamente volcado en busca del empate. Lo intentó de todos los modos, pero siempre sin ver puerta: Duda, con un fuerte disparo casi sin ángulo; Obinna, que ni tiró ni centró cuando ambas opciones era igual de idóneas; Edinho, cuyo remate se marchó a pocos metros del marco, etc. El gol sólo pudo llegar a balón parado, cómo no, con una falta directa magistralmente ejecutada por Duda ante la que un petrificado Toño nada pudo hacer (1-1). La alegría duró poco, apenas diez minutos, los mismos que restarían para el final del partido: una falta sacada por Lacen desde la banda izquierda encontró la cabeza de Morris, que, sin oposición en el segundo palo, consiguió el segundo tanto de los racinguistas (1-2). Los locales volvieron a la carga con el objetivo de salvar un punto de su estadio, pero los intentos de Forestieri, Apoño y la melé final que tuvo lugar en el último minuto del descuento, en la que todos remataban pero siempre con un jugador en la trayectoria del balón, no dieron su fruto.
Tras tres jornadas de competición, el Málaga se sitúa en undécima posición con una victoria y dos derrotas. Esta semana, hay partido el miércoles en casa del Espanyol a las ocho de la tarde, y, el sábado a la misma hora, tocará recibir al actual campeón de liga, el Barcelona.
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