¿Por qué son blancos los trajes de los astronautas?

Todos recordamos las imágenes de la primera vez que el hombre pisó la Luna; Armstrong y Aldrin bajaron del módulo lunar vestidos con un traje de color blanco que, ahora más modernos, siguen empleándose cada vez que un astronauta viaja al espacio. ¿Nunca os habéis preguntado por qué es de ese color y no de otro? Las razones, concretamente dos, son muy sencillas, y espero que mis explicaciones también lo sean.

La primera de ellas, y la más importante, es porque el color blanco es el que mejor refleja las radiaciones solares y cósmicas, evitando que el astronauta se exponga a temperaturas demasiado altas cuando tiene que realizar operaciones de actividad extravehicular (EVA, Extra Vehicular Activity), es decir, para salir al espacio fuera de la nave y llevar a cabo trabajos de montaje, reparación, transporte, etc. A pesar de todo, los trajes están confeccionados con materiales que protegen contra la radiación del Sol, pero que además sean blancos favorece que dicha protección sea aún mayor.
Esta técnica no es únicamente utilizada para estos casos, sino para un sinfín de ellos, y muchos en nuestra vida diaria, aunque no nos demos cuenta. El ejemplo más evidente es que, en las zonas cálidas del planeta, las fachadas de las casas se pintan de blanco para que la temperatura en el interior sea más fresca; también los camiones que transportan alimentos suelen utilizar este color para mantener la mercancía a la temperatura adecuada.
La segunda razón es que el blanco es el color que más resalta con respecto al fondo negro del cielo del espacio exterior, por lo que así es más fácil localizar a los astronautas en sus paseos espaciales; solamente en estos casos es obligatorio usar un traje de este color, mientras que el resto del tiempo, cuando se encuentran dentro de la nave, pueden utilizar otros colores habituales en este tipo de viajes, como el azul o el naranja.