Calamitoso

El Málaga sucumbió en la tarde de ayer tras caer por 2-4 ante el colista Xerez, que consiguió, con la de ayer, su primera victoria fuera de su feudo en su estreno en la Primera División.
El partido no pudo empezar peor para los locales, que vieron cómo a los tres minutos el árbitro señalaba el punto de penalty por un agarrón innecesario de Iván González sobre Míchel; Momo se encargó de transformar la pena máxima, que a punto estuvo de pararla Munúa (0-1). Poco después, la ventaja de los visitantes pudo ser mayor de no ser por el portero malaguista, que sacó bajo palos un cabezazo de Míchel al saque de un córner. El Málaga comenzó a espabilarse y a arrinconar poco a poco a los xerecistas; el primer aviso llegó con un remate de cabeza de Duda tras un centro desde la banda. En el ecuador de la primera mitad, y tras un saque de esquina, hasta tres veces remataron los locales desde dentro del área enemiga, incluyendo un disparo de Duda que repelió Chema en la línea de gol y que, posteriormente, dio en el larguero. El premio del gol llegó poco antes del descanso, en una jugada en la que Duda y Caicedo se intercambiaron sus habituales papeles: centro desde la izquierda del ecuatoriano y el portugués empata el partido con la diestra (1-1). El árbitro estuvo regular, aunque después lo haría mucho peor. No se equivocó al pitar el penalty, pero la acción es de esas que ocurren decenas de veces en cada partido y sólo sancionan cuando quieren; como ejemplo, en el Real Madrid - Málaga de hace unas semanas, el mismo agarrón sobre Weligton no fue considerado penalty...
Los malaguistas saltaron al terreno de juego para llevarse el partido, y así lo demostraron con llegadas al área contraria, como un centro de Duda que cabeceó alto Caicedo cuando estaba en una posición franca para lograr el segundo. Sí consiguió su objetivo, también de cabeza, Valdo, que aprovechó un centro de Benachour desde la banda izquierda para poner por delante a su equipo (2-1). El partido ya estaba de cara, y más todavía cuando fue expulsado Armenteros por un codazo a Iván González apenas medio minuto después de sustituir a un compañero. Estaba de cara... pero el Málaga le dio la espalda. En vez de finiquitar el partido con un resultado más amplio ante un rival totalmente entregado, se conformó con la mínima ventaja y acabó sucediendo lo que tenía que suceder. En el minuto 70, Keita remata a puerta y el balón impacta en el brazo de Duda, y el árbitro decide pitar penalty y expulsar al portugués; Munúa repelió el lanzamiento desde los once metros de Momo, pero éste aprovechó el rechace para empatar el encuentro (2-2). De nuevo en igualdad de condiciones, el Málaga reculó y el Xerez consiguió encerrar a los malaguistas, que no se volverían a acercar con peligro a la meta contraria; es más, cuatro minutos después, Gioda se benefició de un balón suelto tras el saque de un córner para mandarlo al fondo de las mallas y remontar el partido (2-3). Ya en el descuento, Orellana recuperó el esférico en el centro del campo y prácticamente solo picó el cuero ante la salida de Munúa (2-4). El árbitro, como dije antes, se lució en los segundos cuarenta y cinco minutos. Excesivo el castigo a Duda: la mano es totalmente involuntaria, ya que no ve la trayectoria del balón y éste le golpea fortuitamente en el brazo, por lo que la expulsión no está justificada. Y sí le perdonó la segunda amarilla a Mendoza con 2-2 en el marcador, cuando se dejó caer dentro del área malacitana sin que nadie le tocase, y eso se castiga con una amarilla. Aparte, el repertorio de decisiones puntuales a lo largo del partido dejan en calzoncillos al trencilla.
Es increíble que se pueda perder un partido como el de ayer. ¿Cómo es posible que no se mate el partido jugando con uno más y contra el peor equipo de la liga? ¿Cómo es posible que en el tercer gol visitante estén los diez jugadores del Málaga defendiendo dentro del área frente a sólo cuatro del Xerez y ellos consigan batir a Munúa? ¿Cómo es posible que el colista haya conseguido cuatro de sus quince puntos y cinco de sus dieciocho goles frente al Málaga y que su primera victoria fuera de casa sea en La Rosaleda? Y que no se tome como excusa: ¿cómo es posible que los árbitros sigan masacrando al Málaga partido tras partido? Porque, en toda la temporada, ya nos han arrebatado, al menos, nueve o diez puntos, con los cuales ahora estaríamos en mitad de la tabla y, apurando un poco, peleando por puestos europeos.
Esta derrota, a pesar de todo, no reduce la distancia del Málaga con respecto al descenso, que se mantiene a siete puntos. El próximo domingo, tocará rendir visita a un equipo andaluz, concretamente al Almería, que también se encuentra en la zona baja de la clasificación.