El Málaga empató ayer 1-1 frente al Mallorca en un encuentro bastante igualado que se animó en la segunda parte, después de una primera donde se vio poco fútbol.
De los primeros minutos del partido, sólo se puede destacar uno de los numerosos errores en los que incurrió el árbitro, ya que no amonestó a Webó tras un claro codazo de éste sobre Weligton, por el que ni siquiera se interesó; por una acción idéntica, el malaguista Lolo fue expulsado con roja directa hace varias jornadas, lo que demuestra que el criterio arbitral no se ajusta a lo que dicta la norma. El partido entró en una fase en la que los dos equipos jugaron con desgana, parecía más bien un entrenamiento entre ambos. Sólo en el último cuarto de hora, los dos onces se desperezaron y llegaron a los dominios de unos porteros que empezaban a aburrirse. El Mallorca lo intentó a balón parado y con remates desde fuera del área, mientras que la mejor ocasión del Málaga la tuvo Jesús Gámez, pero tras hacer una pared con Adrián, su disparo desde la frontal se marchó por encima del larguero. Casi en el descuento, el trencilla sólo sancionó con falta un lance en el que David Navarro le puso los tacos en la cara a Adrián, que tuvo que ser atendido por un corte ocasionado por dicha agresión. Qué menos que mostrarle al defensa la tarjeta amarilla, y la roja tampoco se podría discutir; lo único que provocó el árbitro fue el descontento generalizado del público, que le despidió con una señora pitada y pañolada.
La segunda parte sí estuvo mucho más entretenida. Arango dio el primer aviso con un lanzamiento de falta directa que despejó Goitia a córner no sin apuros. A pesar del empuje inicial de los bermellones, Apoño adelantó a los locales con un gran gol: Adrián, tras jugada personal por la izquierda, centró al área, pero Ayoze despejó de cabeza a la frontal, donde Apoño enganchó una volea sin dejar caer el esférico, que se coló en la portería defendida por Lux (1-0). Durante cinco minutos, el Málaga estuvo en puestos UEFA, los que tardó Arango en poner las tablas en el marcador, materializando una falta directa que, esta vez sí, vio puerta (1-1). Los dos equipos buscaron en la última media hora del encuentro el gol que les diese la victoria, pero no lo lograron a pesar de gozar de varias oportunidades. El Málaga dispuso de tres claras: Salva protagonizó dos de ellas, una en un cabezazo que se marchó rozando el larguero y otra en la que se relió el balón entre los pies, lo que aprovechó el meta visitante para robarle el esférico; por su parte, Duda, tras centro de Apoño, vio cómo su disparo fue repelido por Lux en una gran actuación. Mientras tanto, el Mallorca contó con dos buenas ocasiones: en la primera, Webó probó suerte con un tiro raso desde fuera del área, pero Goitia se estiró lo suficiente para impedir el gol; en la segunda, ya en el descuento, Keita se plantó delante del meta local, que le ganó en el uno contra uno al repeler su remate. El árbitro siguió demostrando que no tiene el suficiente nivel para dirigir un partido de Primera División. Se equivocó en el gol del Mallorca, ya que debió conceder la ley de la ventaja en vez de pitar la falta que convirtió Arango (los mismos jugadores mallorquinistas le recriminaron que sancionara la falta, ya que les cortó una acción de gol); además, se olvidó de pitarle faltas a favor al Málaga y fue demasiado permisivo con las pérdidas de tiempo de los visitantes desde el comienzo del encuentro, especialmente con Lux, al que sólo le advirtió a falta de cinco minutos para el final.
El Málaga encadena cuatro encuentros sin ganar en casa, lo que le impide situarse en puestos europeos, aunque sólo se encuentran a dos puntos. El miércoles a las ocho de la tarde, los malaguistas jugarán en Pamplona frente al Osasuna, y el sábado, a la misma hora, será el Deportivo de la Coruña el que visite La Rosaleda para enfrentarse al Málaga, que, en función de los puntos que coseche en ambos encuentros, sabrá si se mantiene en la pelea por jugar la próxima campaña en Europa o se tendrá que conformar con una holgada permanencia y un final de temporada tranquilo.
De los primeros minutos del partido, sólo se puede destacar uno de los numerosos errores en los que incurrió el árbitro, ya que no amonestó a Webó tras un claro codazo de éste sobre Weligton, por el que ni siquiera se interesó; por una acción idéntica, el malaguista Lolo fue expulsado con roja directa hace varias jornadas, lo que demuestra que el criterio arbitral no se ajusta a lo que dicta la norma. El partido entró en una fase en la que los dos equipos jugaron con desgana, parecía más bien un entrenamiento entre ambos. Sólo en el último cuarto de hora, los dos onces se desperezaron y llegaron a los dominios de unos porteros que empezaban a aburrirse. El Mallorca lo intentó a balón parado y con remates desde fuera del área, mientras que la mejor ocasión del Málaga la tuvo Jesús Gámez, pero tras hacer una pared con Adrián, su disparo desde la frontal se marchó por encima del larguero. Casi en el descuento, el trencilla sólo sancionó con falta un lance en el que David Navarro le puso los tacos en la cara a Adrián, que tuvo que ser atendido por un corte ocasionado por dicha agresión. Qué menos que mostrarle al defensa la tarjeta amarilla, y la roja tampoco se podría discutir; lo único que provocó el árbitro fue el descontento generalizado del público, que le despidió con una señora pitada y pañolada.
La segunda parte sí estuvo mucho más entretenida. Arango dio el primer aviso con un lanzamiento de falta directa que despejó Goitia a córner no sin apuros. A pesar del empuje inicial de los bermellones, Apoño adelantó a los locales con un gran gol: Adrián, tras jugada personal por la izquierda, centró al área, pero Ayoze despejó de cabeza a la frontal, donde Apoño enganchó una volea sin dejar caer el esférico, que se coló en la portería defendida por Lux (1-0). Durante cinco minutos, el Málaga estuvo en puestos UEFA, los que tardó Arango en poner las tablas en el marcador, materializando una falta directa que, esta vez sí, vio puerta (1-1). Los dos equipos buscaron en la última media hora del encuentro el gol que les diese la victoria, pero no lo lograron a pesar de gozar de varias oportunidades. El Málaga dispuso de tres claras: Salva protagonizó dos de ellas, una en un cabezazo que se marchó rozando el larguero y otra en la que se relió el balón entre los pies, lo que aprovechó el meta visitante para robarle el esférico; por su parte, Duda, tras centro de Apoño, vio cómo su disparo fue repelido por Lux en una gran actuación. Mientras tanto, el Mallorca contó con dos buenas ocasiones: en la primera, Webó probó suerte con un tiro raso desde fuera del área, pero Goitia se estiró lo suficiente para impedir el gol; en la segunda, ya en el descuento, Keita se plantó delante del meta local, que le ganó en el uno contra uno al repeler su remate. El árbitro siguió demostrando que no tiene el suficiente nivel para dirigir un partido de Primera División. Se equivocó en el gol del Mallorca, ya que debió conceder la ley de la ventaja en vez de pitar la falta que convirtió Arango (los mismos jugadores mallorquinistas le recriminaron que sancionara la falta, ya que les cortó una acción de gol); además, se olvidó de pitarle faltas a favor al Málaga y fue demasiado permisivo con las pérdidas de tiempo de los visitantes desde el comienzo del encuentro, especialmente con Lux, al que sólo le advirtió a falta de cinco minutos para el final.
El Málaga encadena cuatro encuentros sin ganar en casa, lo que le impide situarse en puestos europeos, aunque sólo se encuentran a dos puntos. El miércoles a las ocho de la tarde, los malaguistas jugarán en Pamplona frente al Osasuna, y el sábado, a la misma hora, será el Deportivo de la Coruña el que visite La Rosaleda para enfrentarse al Málaga, que, en función de los puntos que coseche en ambos encuentros, sabrá si se mantiene en la pelea por jugar la próxima campaña en Europa o se tendrá que conformar con una holgada permanencia y un final de temporada tranquilo.
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