sábado, 28 de febrero de 2009

Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías 2009

En la tarde noche de ayer, tuvo lugar, como viene siendo costumbre en los últimos años, el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga. Al igual que el pasado año, un crucificado presidió el cortejo procesional: el Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor, titular de la Hermandad de la Salud, que este año celebra el XXX aniversario de su fundación y el XXV de su primera salida procesional, en la que sólo participó la imagen de María Santísima de la Salud.
Apenas media hora antes de que se iniciara el Vía Crucis, empezó a llover tímidamente en la ciudad y también en los aledaños de la Iglesia de San Pablo, sede canónica de la Hermandad, lo que hacía pensar que el acto se iba a suspender. Por suerte, el cielo se comportó y guardó el agua para otro día, por lo que el cortejo pudo iniciarse, aunque con cinco minutos de retraso (18:35h). Tras la cruz guía de la Agrupación, desfilaron decenas de hermanos portando cirios; a continuación, marchaban hermanos mayores y representantes de la mayoría de las cofradías de la ciudad, además del presidente de la Agrupación, Rafael Recio; ya por último, tras el grupo de acólitos, el Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor en unas pequeñas andas, adornadas con rosas y claveles rojos, y portado en parihuelas, como se puede apreciar en la imagen. Las notas las puso la Capilla Musical de la Expiración, aunque sólo hasta la Catedral, donde tomaría el relevo la Banda de Música Trinidad Sinfónica.
La procesión discurrió sin problemas por el itinerario fijado (Trinidad, Rampa y Puente de la Aurora, Pasillo de Santa Isabel, Cisneros, Especerías, Plaza de la Constitución, Granada, Plaza del Carbón, Plaza del Siglo, Duque de la Victoria, San Agustín y Císter), aunque las paradas fueron menos de las habituales y el ritmo un poco más acelerado que de costumbre, en parte por el temor a que la lluvia volviera a hacer acto de presencia, esta vez con la imagen ya en la calle. A pesar del mínimo retraso inicial y lo comentado en las últimas líneas, las puertas del primer templo malacitano se abrieron a la hora prevista (20:30h) para celebrar el Vía Crucis; una vez ya la imagen del crucificado dentro de las naves catedralicias, se procedió a recorrer las catorce estaciones. Casualmente, éste ha sido el primer acto cofrade en el que ha participado el nuevo obispo de Málaga, Jesús Catalá.
A las 21:30h, el cortejo salió de nuevo a la calle para tomar el camino de regreso a la Parroquia de San Pablo. Como ya he comentado, la Banda de Música Trinidad Sinfónica acompañó al titular cristífero de la Salud a partir de la salida de la Catedral. Yo abandoné el cortejo en calle Marqués de Larios, aunque me consta que no hubo problemas meteorológicos en el resto del recorrido y que el Vía Crucis se cerró con éxito sobre la hora prefijada (23:30h), como he podido comprobar esta misma tarde en la presentación del cartel de la Hermandad.

viernes, 27 de febrero de 2009

Cuaresma, la cuenta atrás

El Miércoles de Ceniza de hace dos días dió el pistoletazo de salida oficial a este período cuaresmal de preparación para la Semana Santa. Son muchos los actos cofrades que nos anuncian que la semana mayor de Málaga se acerca y que, dentro de pocas semanas, nuestros sagrados titulares volverán a recorrer las calles de la ciudad, con permiso de la lluvia, que, esperemos, este año no impida salir a ninguna cofradía o hermandad.
A pesar de que la Cuaresma empezó hace dos días, la Málaga cofrade se ha puesto en funcionamiento, sobre todo desde principios de año, para que el próximo Domingo de Ramos todo esté preparado. Presentaciones de carteles, conciertos, pregones, tallajes de nazarenos, traslados y cultos de las imágenes... Multitud de actos copan el calendario de las próximas semanas, aunque, lógicamente, acudir a todos es imposible, debido a la coincidencia horaria de muchos de ellos.
Hasta el día de hoy, en mi caso, ya he podido acudir a varios actos, como los siguientes: presentaciones de los carteles de la Asociación Cultural 'Mi propio sentir', la entidad financiera Cajasol, las cofradías del Domingo de Ramos y la archicofradía de Dolores de San Juan; conciertos en la Iglesia de los Mártires, el Oratorio de las Penas y la casa hermandad del Rocío; y traslado de la Piedad tras su restauración (en la imagen, saliendo de la Iglesia de San Julián). Hace una semana, al estar de viaje en Italia, no pude asistir a la presentación del libro 'Ruta Cofrade', en el que aparecen por primera vez fotografías hechas por mí de la pasada Semana Santa. Por algo se empieza. De todas formas, mis padres fueron en mi representación y me trajeron un ejemplar, aunque aún tengo que recibir por parte del autor del libro el lote que me corresponde por ser colaborador. Esperemos que el año que viene se publiquen más fotos mías, porque, con mi nueva cámara, la calidad de éstas será mayor.Precisamente hoy, tiene lugar el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga, siendo la imagen elegida para este año la del Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor, de la Hermandad de la Salud. El itinerario previsto es el siguiente: Parroquia de San Pablo (18:30h), Trinidad, Rampa de la Aurora, Puente de la Aurora, Pasillo de Santa Isabel, Cisneros, Especerías, Plaza de la Constitución, Granada, Plaza del Carbón, Plaza del Siglo, Duque de la Victoria, San Agustín, Císter, Patio de los Naranjos, Catedral (20:30h, Vía Crucis), Císter, Santa María, Molina Larios, Strachan, Marqués de Larios, Plaza de la Constitución, Especerías, Cisneros, Pasillo de Santa Isabel, Puente de la Aurora, Rampa de la Aurora, Trinidad y Parroquia de San Pablo (23:30h). Esperemos que el tiempo acompañe, al menos mientras el cortejo procesional esté en la calle, porque el día ha amanecido nublado.
Durante los próximos días, os iré contando los actos cofrades a los que haya asistido, además de informaros de los más importantes que se celebrarán en jornadas posteriores. Y en cada una de esas entradas, y hoy también para empezar, os pondré un vídeo con una marcha procesional, para ir afinando el oído y deleitarse con la calidad de las composiciones musicales que suenan cada Semana Santa. A continuación, la Piedad saliendo de la Iglesia de San Julián en el traslado celebrado el pasado 31 de enero con motivo de su reciente restauración a los sones de la 'Marcha Real' y una de las clásicas, 'Réquiem', ambas interpretadas por la Banda de Cornetas y Tambores del Paso y la Esperanza de Málaga (yo salgo en el vídeo, a ver si alguien me encuentra :P).


jueves, 26 de febrero de 2009

Viaje a Italia: día 1

Domingo, 15 de febrero de 2009

7:15
El despertador hace su trabajo y hace que me despierte y me levante de la cama. Tengo un poco de sueño, pero no me importa. En unas horas habré viajado por primera vez al extranjero, así que no hay peros que valgan. Llevo ya varias semanas esperando a que llegue este día, por lo que hoy no me ha costado tanto dejar la cama, despertarme de un sueño y empezar otro.
Como todas las mañanas, tras el habitual paso por el baño, desayuno el mollete tostado con aceite y el vaso de leche con Nesquik de cada día. Después, voy a mi habitación a cambiarme de ropa y terminar de hacer la maleta, que ya la dejé casi lista la noche anterior. Aunque tampoco tenía que llevar mucha ropa para los seis días que iba a estar fuera, no conseguí cerrar la maleta, que, por cierto, era relativamente pequeña; al final, tuve que dejar en casa una chamarreta que pretendía llevarme por si hacía más frío de la cuenta en Italia, pero como, según me comentó mi amiga que está allí de Erasmus, últimamente el tiempo se estaba comportando, quizás no iba a hacer falta que me la llevase.
Tras un último repaso para comprobar que no se me olvidaba nada, cogí la maleta, la cámara de fotos y los resguardos del billete de avión para ir a Milán. A las 8:50, partía con mis padres al aeropuerto de Málaga.

9:15
Llegamos al aeropuerto y nos dirigimos al panel donde se informa de cada vuelo para saber en qué mesa tengo que facturar. Cuando llegamos, la cola es enorme, pero yo me la pude ahorrar, ya que hice la facturación por Internet y, además, sólo llevaba equipaje de mano, por lo que apenas unos minutos más tarde ya estaba en la cola para pasar por debajo del arco de seguridad.
A partir de ahí, sólo podía pasar yo, así que me despedí de mis padres, que, como todos supongo, me repitieron varias veces que tuviera cuidado, que llevase la cartera bien guardada, que me abrigase... En fin, los padres son así.
Tras colocar el equipaje, el abrigo, el reloj y el móvil en la cinta, pasé por debajo del arco y pitó. Me preguntaron en inglés (¿tengo pinta de inglés?) si llevaba cinturón, como así era, así que me lo quité, pero volvió a pitar. Ahora, de nuevo en inglés (y ya les había contestado en español...), me pidieron que me quitara los zapatos (se pensarían que eran de oro, digo yo) y, por tercera vez, pitó el arco. En ese momento, caí en la cuenta de que llevaba encima la cartera (haciéndole caso a mis padres :P) y, en cuanto la dejé en el mostrador, ya no hubo ningún problema.
Tras ponerme los zapatos y el cinturón y coger el equipaje, comprobé en los paneles que mi avión todavía no había llegado y, por lo tanto, la puerta de embarque todavía no estaba asignada. Me quedé por allí viendo cómo cada dos o tres minutos un avión despegaba o aterrizaba, algunos de ellos de la compañía con la que iba a viajar (Easyjet), y esperando que uno fuera el mío. Poco después de las diez, vi cómo se acercaba un avión de Easyjet e, inmediatamente, apareció en el panel la puerta de embarque asignada, y me fui rápidamente allí para estar de los primeros. Minutos más tarde, cuando ya iba a embarcar, le dí un toque a Leti, mi amiga que está de Erasmus en Milán, para que supiera que el avión iba a salir a su hora. Como estaba de los primeros y no hay asientos asignados, me cogí uno de ventana para poder hacer fotos durante el vuelo.
Minutos antes de despegar, las azafatas explicaron las medidas de seguridad del vuelo en inglés e italiano. No entiendo por qué no lo hicieron también en español, teniendo en cuenta que el vuelo sale de España y que nuestro idioma tiene muchos más hablantes que el italiano. A las 11:05, una vez que todos los pasajeros ya teníamos puesto el cinturón de seguridad, el avión comenzó a andar y buscar pista. Tras el típico acelerón, el avión empezó a volar y tomar rumbo a Milán, destino de mi primer viaje fuera de las fronteras españolas.

12:45
Tras hora y media de vuelo, en la que pude ver la ciudad de Málaga, el interior de la provincia, los Pirineos y media España cubierta por un tupido manto de nubes, nos encontrábamos ya por la costa de Francia. Al fondo, ya se empezaba a ver los Alpes, y, a orillas del mar, deduje que estábamos por encima de Niza, cerca de la frontera con Italia.
A mi lado, se encontraban dos chicas italianas que me preguntaron si podían ver las fotos que estaba haciendo, y se las enseñé. Una de ellas también hablaba español, ya que llevaba un tiempo viviendo en Marbella, así que no tuve ningún problema para comunicarme con ella. En esos minutos, pasamos justo por encima de los Alpes, y aproveché para hacer fotos como la que acompaña a estas líneas.A las 13:20, y tras poco más de dos horas de vuelo, el avión aterrizó en el aeropuerto de Malpensa. Mientras recogíamos el equipaje y nos abrigábamos, le dejé mi correo electrónico a la chica italiana por si quisiera que le mandase algunas de las fotos que tomé en el vuelo. Al salir del avión, hacía bastante frió y pensé: "A ver si, al final, voy a echar de menos mi chamarreta...". Una vez ya en la terminal, la chica me indicó dónde comprar el billete de autobús para llegar a la Estación Central de Milán, donde había quedado con Leti, y me despedí de ella.
Me dirigí a la taquilla que me indicó y compré un billete de ida y vuelta para ir a la Estación Central ("Un biglietto di andata e ritorno per la Stazione Centrale", ésas fueron mis primeras palabras en italiano). Nada más salir de la terminal, estaba el autobús para ir a la Estación Central, así que dejé mi equipaje en el maletero y subí con ganas de llegar ya a Milán. Apenas llevaba un minuto sentado y el autobús partió directo a la capital lombarda.

14:25
Tras unos tres cuartos de hora de trayecto, llegué a la Estación Central de Milán. Leti todavía no estaba allí para recogerme, así que esperé pacientemente mientras observaba el edificio en el que se encuentra la estación, nada que ver con el de Málaga. El de Milán era enorme y, más bien, parecía un palacio por la estética que presentaba.
Diez minutos más tarde, Leti y su novio David llegaron. Para ir a su piso, cogimos el metro y, después, tuvimos que andar unos minutos; mientras tanto, me preguntaron qué tal había sido el vuelo, cómo me había manejado con el italiano para comprar el billete del autobús... Y si me creía ya que estaba en Italia. La verdad es que todavía no me lo creía.
En el tramo que hicimos a pie, pasamos por la facultad donde estudian ellos, que está a apenas cinco o seis minutos del piso. Cuando llegamos, estaba solamente una de las dos compañeras de piso, Mayte; a la otra, Amaia, la conocería por la noche. Tras soltar el equipaje y echarle un vistazo al piso, le pedí a Leti su portátil para hablar con mis padres por el Skype.
Hasta pasadas las cuatro de la tarde, no empezamos a comer. Pasta, ¡qué mejor recibimiento en Italia! Mientras reposábamos un poco el almuerzo, vimos un rato la tele (en italiano, algo entendí...) y pensamos qué me iban a enseñar de Milán en lo que quedaba de tarde, además de inflar el colchón en el que iba a dormir esta semana, que resultó ser mucho más cómodo de lo que esperaba.

17:25
Cámara en mano, bajamos a la calle para coger el 61, el autobús que siempre está en la puerta de la casa y te deja en el centro, el taxi personal como dice Leti. Nada más montarme, me llevo una sorpresa, ya que en Milán, y en Italia en general (que me lo confirme Leti), los autobuses no van como en España. Allí, puedes subir al autobús por cualquier puerta y no hay que pagarle al conductor, que está aislado en una cabina, sino que hay que pasar tu tarjeta personal o de viajes (que sirve tanto para el bus, como para el metro y el tranvía) por alguno de las máquinas lectoras que hay en el autobús. Es decir, que te puedes montar gratis siempre que quieras, porque el revisor, según parece, no suele pasarse con frecuencia.
A menos cuarto, nos bajamos en la Piazza San Babila, a pocos metros del Duomo, y nos dirigimos a él por la Vía Vittorio Emanuele II. Al final de la vía (la calle para entendernos), me topo con la Catedral de Milán, blanca pero empezando a oscurecerse con el temprano atardecer que ya se vislumbraba. Simplemente majestuosa. Su tamaño me dejó boquiabierto, pero lo que más me impresionó fue la cantidad de esculturas (todas ellas diferentes) que la adornaban y la perfecta simetría que le caracteriza. Como podéis suponer, mi cámara empezó a echar humo.
En la misma Piazza del Duomo, se encuentra la entrada a la Galleria Vittorio Emanuele II, cuya principal característica arquitectónica es que tiene el techo acristalado. Entramos y ya empiezas a quedarte alucinado con lo que te vas encontrando: tiendas de ropa de lujo, joyerías, restaurantes caros... Vamos, que sólo falta que cobren por respirar en la galería. Massimo Dutti, Prada, Louis Vuitton, Gucci (con su propia cafetería), etc. En resumen: que con billetes de 20 y 50 € hacemos más bien poco.
Saliendo de la galería, llegamos a la Piazza alla Scala, donde se encuentra uno de los teatros más famosos del mundo, la Scala de Milán. A continuación, seguimos andando por una serie de calles (Montenapoleone, Gesù, Manzoni, Spiga...) en las que los billetes de 20 y 50 € (y hasta los de 100 diría yo) vuelven a sobrar. Aquí parece que la palabra 'crisis' no existe: abrigos a 950 €, bolsos para llevar a tu perro por 1300 €... El sueldo de muchos de vosotros para un solo artículo. Firmas como Dolce&Gabbana ocupaban una manzana entera para ella sola, con escaparates como el que podéis ver en la imagen adjunta y donde los precios rondan los euros arriba mencionados. Mejor no comprarse ahí ningún capricho...
Volviendo a la Vía Vittorio Emanuele II, donde no es mucho más barato comprarse algo, me encuentro con una tienda de Zara que en nada se parece a todas las que he visto en España. Más que una tienda, aquello parecía un palacio; por lo menos, los precios eran parecidos a los de aquí. De nuevo ante el Duomo y la Galleria Vittorio Emanuele II, me hice algunas fotos, aunque en la jornada siguiente aún me haría más todavía.
19:00
Después, tiramos por una de las bocacalles de la Piazza del Duomo, donde las tiendas de ropa son un poco más asequibles para los bolsillos de la gente 'normal'. Aprovechamos para entrar en un supermercado y comprar algo de comida. Retornamos en dirección a la Piazza San Babila por la Catedral (no me cansaba de verla), y, en el camino, nos encontramos con dos amigos de Leti y David que también están allí de Erasmus; les comentamos la posibilidad de que vinieran con nosotros de visita a Turín esa semana, aunque antes de ese viaje nos volveríamos a ver para concretarlo.
Sobre las 20:15, cogimos el 61 para volver al piso. Una vez allí, conocí a la otra compañera de Leti y David, Amaia. Nos fuimos a la habitación y, tras ponernos cómodos, estuvimos un rato navegando por Internet. Yo me puse con David a ver el partido Inter-Milán, el derby de la ciudad, al que tenía pensado ir, pero las entradas se habían agotado una semana antes. Me hubiera encantado ir, aunque me hubiera dolido más si hubiera jugado Kaká, mi ídolo futbolístico, pero como estaba lesionado y durante la semana iba a visitar el estadio tampoco me importó mucho.
Cuando acabó el partido, nos pusimos a preparar la cena: un revuelto de patatas y jamón y unas croquetas que salieron muy buenas, gracias al chef David. Ya casi a medianoche, después de planificar lo que iba a visitar el día siguiente, nos acostamos.

En unos días, el relato de mi segundo día en Milán ;)

lunes, 16 de febrero de 2009

Cifras (VII)

Volvemos con una propuesta de cifras tras una de letras que no ha tenido mucha aceptación, pero en la que aún podéis seguir participando, al igual que en las anteriores. Os recuerdo las reglas como hago en cada propuesta de cifras y letras: no hay límite para responder y el ganador será aquél que proponga la mejor solución hasta el momento.
La propuesta de cifras de hoy es la siguiente: usando todas las cifras (del 0 al 9) y todos los operadores matemáticos (suma, resta, producto y división), tenéis que conseguir el número más grande que podáis. Hay una pequeña restricción: cada operador tiene que ser usado, al menos, una vez y, a lo sumo, tres veces. La concatenación de dos cifras, que en otras propuestas se permitía, está prohibida usarla en esta ocasión. Lógicamente, el ganador será que consiga el número más alto.
¡Buena suerte!
P.D.: esta entrada la he escrito desde Milán. Ya he visitado el Duomo y es una maravilla, y el resto de la ciudad también está muy bien, y muchas tiendas caras, que da hasta cosa entrar. Y mañana, ¡Roma! Ya os lo contaré todo cuando vuelva. ¡Ciao!

sábado, 14 de febrero de 2009

¿Por qué el vidrio es transparente?

Estamos rodeados de él, por todos lados: ventanas, gafas, vasos, bombillas... Y, seguramente, la mayoría de nosotros se habrá hecho la siguiente pregunta: ¿Por qué es transparente el vidrio? Voy a intentar explicároslo en unas pocas líneas.
El vidrio es producto de la combustión y fundición de la arena. La sustancia que se obtiene a partir de este proceso es una estructura molecular muy poco organizada y compacta, por lo que deja muchos resquicios y huecos a través de los cuales pasan los rayos de luz. El coeficiente de transparencia de un material viene determinado por la cantidad de luz que éste deja pasar en comparación con el total que llega a su superficie; el resto que no atraviesa el objeto puede ser absorbido o reflejado por él.
Al vidrio se le puede tratar con distintos minerales que generan impurezas y que sirven de filtro para determinadas longitudes de onda (por ejemplo, la luz visible por el ser humano tiene longitudes de onda situadas entre los 400 nanómetros de la luz violeta y los 700 de la roja). De ese modo, cada recipiente de cristal tiene distintos coeficientes de transparencia (puede llegar a ser traslúcido, cuando la luz pasa de manera que las formas se hacen irreconocibles, u opaco, cuando no deja pasar apreciablemente la luz), presenta múltiples variedades de coloración (dependiendo del tipo de luz que filtra o repele) y es capaz de producir efectos curiosos que suelen tener que ver con la forma en la que se fabrica el recipiente, como una pecera curva como la de la imagen, que agranda y abomba los objetos que tiene detrás.

viernes, 13 de febrero de 2009

¿Qué hora es?

Una pregunta muy sencilla, pero de difícil respuesta. "¿Cómo que difícil?", os estaréis preguntando. Todos diréis: "Miro el reloj y ya está". Pero, ¿lo tenéis en hora? Ahí es donde está la dificultad y la gracia de la pregunta que titula a esta entrada.
Supongo que os habréis fijado más de una vez en que los relojes que solemos consultar cada día marcan una hora distinta, y tiene su explicación, ya que cada uno de ellos tendrá un mecanismo de medición diferente al resto. Además, cuando se nos para alguno o cambiamos de hora en marzo y octubre, más diferencias todavía a la hora de ponerlo en hora, valga la redundancia. Y ¿cuál es la hora oficial? ¿Qué reloj me podría decir la hora exacta en cada momento? Pues uno de los varios relojes atómicos que existen en el mundo, de los cuales se dice que al cabo de unos 200 millones de años acumulan un error de 1 segundo.
Aunque ya de por sí, todos tenemos nuestros relojes mal ajustados, hay mucha gente que lo hace a posta. Me explico. Aquéllos a los que les gusta ser puntuales y no llegar nunca tarde a ningún sitio suelen adelantar unos minutos sus relojes con ese objetivo; es un buen método para meterse prisa y, además, celebras antes que nadie el Año Nuevo :P.
Obviando esta práctica y teniendo en cuenta que no nos vamos a comprar un reloj atómico, que, por cierto, no creo que sea precisamente barato, nos tenemos que conformar con la fiabilidad (bastante buena, todo hay que decirlo) y despreciable inexactitud de nuestros relojes de pulsera, los del móvil, etc. Ahora, yo os propongo un pequeño experimento mucho más fácil que responder a la pregunta de esta entrada (los menores de edad también lo pueden hacer sin la compañía de un adulto que lo supervise, no es peligroso ni nada): tenéis que comprobar qué hora marcan al mismo tiempo algunos de los relojes que tengáis a mano. A ver quién es más inexacto de todos. Yo os pongo por aquí mi caso y, de paso, véis cómo tenéis que contestar (tomando como referencia mi reloj de pulsera, que es el que más miro):
  • Reloj de pulsera: 17:30.
  • Móvil: 17:25.
  • Despertador: 17: 29.
  • Reloj de la cocina: 17:29.
  • Ordenador: 17:29.
Y vosotros, ¿qué hora tenéis?
P.D.: hablando de horas, hace poco más de una hora he entregado la memoria de las prácticas de una asignatura, y el miércoles pasado hice el último examen del primer cuatrimestre, por lo que lo 'gordo' ya ha pasado; dentro de menos de 48 horas, viene lo 'gordo gordo'... ¡mi viaje a Italia! ¡Qué llegue ya el domingo!