miércoles, 30 de junio de 2010

Villa muestra el camino

España sigue adelante en el Mundial tras derrotar anoche por 1-0 a Portugal en el partido correspondiente a los octavos de final, así que el próximo sábado disputará los cuartos contra Paraguay.
España comenzó mordiendo y, en menos de diez minutos, obligó al meta rival a evitar tres goles tras un disparo de Torres y otros dos de Villa desde el costado izquierdo. Parecía un partido fácil, pero se fue complicando conforme avanzaban los minutos, sobre todo durante la primera parte. Portugal empezó a encontrar vías para llegar al área española, y el primer aviso lo dio Tiago con un remate desde la frontal que repelió hacia arriba Casillas, que tuvo que despejar en segunda instancia el rechace que le disputó Almeida casi en la línea de gol. A la media hora, Cristiano Ronaldo apareció por única vez en el partido, cómo no con un potente disparo de falta directa que Casillas desbarató a duras penas por el extraño que hizo el balón. España no encontraba su juego de toque, fallaba más de la cuenta en los pases y faltaba velocidad y precisión, mientras que Portugal, bien en la parte defensiva, asustaba con pequeños destellos de sus atacantes. El árbitro argentino estuvo regular tirando a mal, porque, a los cinco minutos, se tragó un claro penalty de Coentrão sobre Torres; durante todo el partido en general, obvió varias faltas muy claras, para los dos bandos, y debió mostrar a los portugueses alguna que otra amarilla, ya que se aplicaron con cierta dureza.
La segunda mitad siguió con una España dubitativa y fallona, y a punto estuvo de verse por detrás en el marcador tras una jugada por la izquierda de Almeida, cuyo centro rozó en la rodilla de Puyol, que casi introduce el esférico en su propia portería. Y en estas, llegó el momento clave del partido: Llorente sale sustituyendo a Torres, que no tuvo ayer su día. Nada más salir, el delantero navarro vio cómo su cabezazo en plancha a centro de Sergio Ramos lo repelía in extremis Eduardo. A renglón seguido, Villa lo intentó con un disparo ajustado al palo que se marchó por pocos centímetros. Un minuto después, Iniesta recoge un balón en la frontal, encuentra un hueco entre la defensa portuguesa, Xavi roza el esférico de tacón y le llega a Villa, que, en su primer remate, se encuentra con el meta Eduardo, pero no perdona con el segundo aprovechando el rechace (1-0). En la jugada, tanto Xavi como Villa puede que estén en fuera de juego, quizás por unos centímetros, pero, a pesar de verlo con la imagen detenida, cuesta determinar si estaban o no en posición legal. España se hizo dueña absoluta del encuentro, dominando a su antojo, pasándose el balón con velocidad y mareando a los jugadores portugueses. Entre pase y pase, pudieron ampliar su ventaja en el marcador con tres claras ocasiones: Sergio Ramos con un disparo cruzado que se marchó rozando el poste tras desviarla Eduardo, trallazo a la escuadra de Villa que obliga al portero portugués a lucirse con una palomita, y, por último, cabezazo de Llorente casi desde fuera del área que no encuentra portería por un palmo. Portugal achuchó en las postrimerías del encuentro, aunque sin rematar a puerta; sí se quedó con uno menos tras la expulsión con roja directa de Ricardo Costa, que le propinó un codazo a Capdevilla.
España consigue con esta victoria su pase a los cuartos de final, ronda en la que se verá las caras contra Paraguay, un rival fácil a priori pero al que más vale no subestimar si pretende llegar a la final del 11 de julio. Los encuentros de octavos se resolvieron más o menos según lo previsto, aunque lo que quedará para la historia será el gol fantasma no concedido a Inglaterra en el partido que le enfrentó a Alemania, y eso que de fantasma tenía poco, porque el balón superó la línea de gol por bastantes centímetros. El cuadro de cuartos de final queda de la siguiente forma:
  • Holanda - Brasil.
  • Uruguay - Ghana.
  • Argentina - Alemania.
  • Paraguay - España.
Los ganadores de los dos primeros encuentros disputarán una de las semifinales, mientras que los otros dos se verán las caras en la segunda de ellas. España jugará su partido el próximo sábado a las 20:30 en el Ellis Park de Johannesburgo. El sueño debe continuar.

lunes, 28 de junio de 2010

No reconozco mi camiseta

Esto es lo que dirían muchas banderas nacionales al ver los colores de las camisetas de los uniformes de sus respectivas selecciones de fútbol (y, en general, de cualquier deporte). ¿Por qué la camiseta de Holanda es naranja si en su bandera no aparece este color? ¿Cuál es el origen del azul de la selección italiana? Podríamos estar haciéndonos muchas preguntas del mismo estilo para otros tantos países, así que vamos a intentar explicar algunas de ellas.
Empecemos por Holanda, que es la primera que he nombrado. Antes de nada, quiero aclarar que, al parecer, lo correcto es referirse a la selección como Países Bajos, ya que Holanda es sólo una región de ésta. A lo que vamos, la camiseta naranja se debe a que es el color histórico del país, originario del escudo de armas de Guillermo de Orange; por otra parte, la franja roja de la bandera actual era antes naranja por este mismo motivo. Sigamos con Italia, que usa el azul cuando su bandera se compone del verde, blanco y rojo, pero viste la 'azzurra' debido a que ése es el color del estandarte de la casa de Saboya, la familia real que reinó en Italia tras su reunificación.
Hay más selecciones cuyos colores representativos desentonan con los de sus respectivas banderas, aunque no he encontrado las razones que explican dichas incongruencias. Fijándonos en los participantes del Mundial que se está celebrando en estos momentos, podemos citar a selecciones como las de Alemania (camiseta blanca, pero bandera negra, roja y amarilla), Australia (camiseta verde y amarilla, pero bandera con predominio del azul), Nueva Zelanda (igual que sus vecinos de Oceanía, pero vistiendo uniforme blanco), Japón (camiseta azul a pesar de que en la bandera sólo aparece el rojo y el blanco) o Ghana (que viste de blanco, aunque en la bandera únicamente lucen el rojo, amarillo, verde y negro).
También tenemos casos intermedios, por llamarlos de alguna forma. Me explico con ejemplos y empezando por nosotros, por España, de la que desconozco el origen del azul de sus pantalones. La camiseta de Uruguay es celeste aunque en su bandera aparece el azul (podríamos aceptarlo como una tonalidad), pero a qué se debe que los pantalones sean negros. El caso de Sudáfrica también lo podemos calificar de extraño, porque, aunque el amarillo de su camiseta está en la bandera, este color no es el más predominante, sino el verde que sí luce en sus pantalones. Por último, cito a Brasil, que, en teoría tendría que ser conocida por vestir de color verde, el más notorio en su bandera, aunque viste de amarillo y azul, que también pertenecen a su bandera.
En fin, si alguien conoce el por qué de algunos de los casos que cito en este post, le agradecería su respuesta a través de un comentario.

sábado, 26 de junio de 2010

Espera Portugal

España venció en la noche de ayer por 1-2 al combinado de Chile, lo que, unido al empate sin goles entre Suiza y Honduras, le permite pasar como primera de grupo a la ronda de octavos de final, en la que se enfrentará a Portugal.
Desde el comienzo, se vio que el partido no iba a ser nada fácil para España, ya que Chile se plantó bien en el campo y los españoles no encontraban con comodidad a centrocampistas como Xavi, Xabi Alonso o Iniesta para iniciar las jugadas de ataque. En los primeros minutos, Torres protagonizó dos acercamientos, uno con un remate de cabeza y otro en el que un defensa se le anticipó por centímetros, pero la primera gran ocasión la tuvieron los sudamericanos, que combinaron una jugada al primer toque que acabó con un centro al segundo palo a Mark González, que remató fuera. Los chilenos cortaban el juego español con numerosas faltas, algunas un poco fuertes, lo que les llevó a tener a tres amonestados con tarjeta amarilla en sólo veinte minutos. Si en los anteriores encuentros, la efectividad de cara a portería fue prácticamente nula, con sólo dos goles tras casi cincuenta remates, ayer llegó el primer tanto con el primer remate entre los tres palos: pase en largo en busca de Torres, llega antes el portero, que despeja con el pie, para su desgracia, hacia la posición de Villa, que no se lo piensa y, desde unos 40 metros, consigue a puerta vacía inaugurar el marcador (0-1). A partir de entonces, aunque Chile siguió presionando con las líneas adelantadas, España empezó a combinar con cierta comodidad y, diez minutos más tarde, encontró el segundo de la noche: Iniesta recupera en el centro del campo, abre a Villa en la banda izquierda y el asturiano se la devuelve a Iniesta, que, con un sutil remate al segundo palo, aloja el esférico en el fondo de las mallas (0-2); además, en la misma jugada del gol, el conjunto chileno se quedó con uno menos tras la expulsión de Estrada, que vio la segunda amarilla tras trastabillar a Torres, una amonestación un tanto rigurosa, aunque poco antes debió ser expulsado por una dura entrada. Antes del segundo de España, Chile pudo empatar con un remate de Beausejour en el que Piqué estuvo providencial para desviar el esférico a córner. El árbitro estuvo bien en líneas generales, salvo en un empujón sobre Torres dentro del área que debió sancionar con penalty.
España salió tras el descanso dormida y confiada por su superioridad en el marcador, ventaja que se vio reducida nada más reanudarse el partido con un remate desde al frontal de Millar, que, tras rebotar en el cuerpo de Piqué, encontró las redes de la portería defendida por Casillas (1-2). Volvían los fantasmas del primer partido, aunque era necesario un gol chileno más y otro de Suiza en el otro encuentro para caer eliminados. Del Bosque introdujo a Cesc por Torres para ganar más posesión en el centro del campo y vivir de la renta conseguida, que le dejaba como primera de grupo. Conforme avanzaba la segunda parte, la presión de Chile, que jugaba con diez, fue decayendo, mientras que España apenas se atrevía a buscar la portería rival. De hecho, no dispuso de ninguna ocasión clara para finiquitar el partido, y, los últimos diez o quince minutos, los jugadores españoles convirtieron el partido en un rondo antes la pasiva mirada de los chilenos. Al final, tanto sufrimiento para quedar primera de grupo y pasar a octavos de final para enfrentarse a Portugal, un conjunto claramente inferior a España, aunque los de Del Bosque deberán mejorar el fútbol desplegado ayer si no quieren pasar más apuros de la cuenta frente a los lusos liderados por Cristiano Ronaldo.
Terminada ya la fase de grupos, el Mundial nos deja dos grandes noticias: la primera, que los dos últimos finalistas, Italia y Francia, no impusieron su supuesta superioridad y se van por la puerta de atrás con un fracaso debajo del brazo; la segunda, que sólo una selección africana, Ghana, ha conseguido alcanzar los octavos de final, un bagaje un tanto decepcionante teniendo en cuenta que era la primera vez que un país africano alberga el Mundial. Todo esto, unido al sufrimiento generalizado de los grandes, ha dibujado unas eliminatorias con partidos flojos a priori y otros que enfrentarán a selecciones de primer nivel. El cuadro de octavos de final queda de la siguiente forma por la parte izquierda:
  • Uruguay - Corea del Sur.
  • Estados Unidos - Ghana.
  • Holanda - Japón.
  • Brasil - Chile.
Mientras tanto, por la parte derecha queda así:
  • Argentina - México.
  • Alemania - Inglaterra.
  • Paraguay - Eslovaquia.
  • España - Portugal.
No me he equivocado demasiado con respecto a las previsiones que hice el primer día de competición. Solamente he fallado cuatro equipos, concretamente Nigeria, Serbia, Italia y Camerún, aunque, exceptuando este último, los demás se quedaron a un gol de la clasificación. Los partidos de octavos de final se disputarán desde hoy sábado hasta el martes, cuando España se enfrentará a Portugal a las 20:30 en Ciudad del Cabo. La suerte está echada.

jueves, 24 de junio de 2010

Viaje a Madrid: día 3

Sábado, 27 de febrero de 2010

9:05
Las alarmas de los móviles sonaron a su hora, unos minutos antes de las nueve, pero racaneamos un poco en la cama antes de levantarnos. A las nueve y media habíamos quedado con unos amigos de Pepe para desayunar y luego entrar en el Congreso de los Diputados, así que nos vestimos rápido, cogimos nuestras cámaras de fotos y, por desgracia, también los paraguas. Las previsiones se estaban cumpliendo: el cielo estaba nublado y amenazaba lluvia. Total, que bajamos a la calle y nos fuimos a coger la línea 3 del metro en Argüelles para bajarnos en Sol sobre las diez menos veinte.
Llegamos tarde al punto de encuentro, que no podía ser otro que el Kilómetro Cero, pero los amigos de Pepe no habían llegado todavía, así que nos tocó esperar. Yo aproveché para hacer unas cuantas fotos por la Puerta del Sol (que, por cierto, estaba casi vacía de gente, todo lo contrario que las dos noches anteriores), y así tener inmortalizados el neón de Tío Pepe, el Madroño, la estatua de Carlos III y el edificio de la Comunidad de Madrid tanto de día como de noche. A las diez, avistamos a Trol, Brotons y Noe, que venían por calle Preciados. Cuando vi a Trol, me sonó un montón su cara y le pregunté "¿Tú has estudiado en Maristas?", a lo que él respondió que sí y que mi cara también le resultaba familiar del colegio. Tras presentarnos, y teniendo en cuenta que las visitas del Congreso empezaban a las diez y media, decidimos dejar el desayuno para luego, así que tiramos por la Carrera de San Jerónimo.
En poco más de cinco minutos, llegamos a la fachada principal del Palacio de las Cortes, que alberga el Congreso de los Diputados y cuyos famosos leones estaban ocultos dentro de unas cajas de madera, supongo que para protegerlos de las obras que estaban teniendo lugar en la calle. Por la reja que hay al lado de la fachada no se veía movimiento de personas ni nada por el estilo, así que bordeamos el edificio para ver si por detrás es donde se accede a la visita. En efecto, allí había ya más de medio centenar de personas, la mayoría jóvenes, esperando a entrar, así que nos pusimos en la cola a esperar.
A las diez y media, entró el primer turno, y, como sólo dejaban pasar a unas cuarenta o cincuenta personas, nos tocó seguir de pie esperando hasta las once aproximadamente, soportando una leve llovizna que me obligó a guardar la cámara para que no se mojara. Nada más entrar, tuvimos que entregar cada uno el DNI y pasar por el arco de seguridad; mientras esperábamos a que todo el grupo entrase, uno de los guías, al verme con la cámara colgada al cuello, se me acercó y me dijo que estaba prohibido hacer fotos dentro del edificio. ¿Por qué? Si cada día entran decenas de cámaras de televisión y graban todo lo que les da la gana. De verdad, hay ciertas restricciones que no me entran en la cabeza.
Primero estuvimos en el pasillo que comunica las distintas salas con el hemiciclo y punto de encuentro y debate entre los parlamentarios cuando se escapan unos minutos (o unas horas) de la sesión del día. A continuación, accedimos al Salón de Conferencias, en el que el guía nos destacó sobre todo la mesa de madera con incrustaciones de bronce y nácar que se encuentra en el centro y que fue un regalo del zar Nicolás I a Isabel II, además de la bóveda y, rodeándola, 28 medallones con los políticos más célebres del siglo XIX. Antes de continuar, fueron llamando nombre por nombre para devolver el DNI y seguir con la visita en el vestíbulo, que da a la puerta de la fachada del Palacio y que está presidida por una estatua de mármol de la reina Isabel II.
Después, pasamos al Escritorio del Reloj, llamado así por el reloj astronómico que en él se encuentra y que señala la hora de veinte ciudades del mundo, la posición del Sol, la Luna y La Tierra, una representación de la bóveda celeste, etc.; en resumen, un señor reloj. La siguiente estancia era la del Escritorio de la Constitución, donde se conserva el ejemplar original de la Carta Magna Española y un cuadro en el que aparecen retratados los Reyes de España. Por último, entramos en el hemiciclo, que, como ya sabía de antemano al haberlo visitado hace unos años, es mucho más pequeño de lo que parece por televisión. El guía nos estuvo explicando todos los detalles del Salón de Sesiones, como el tapiz con el escudo de España que lo preside, las dos estatuas de los Reyes Católicos, los dos cuadros que representan las Cortes medievales y las Cortes de Cádiz, la bóveda con los disparos del Golpe de Estado de 1981 y los escudos de todas las provincias españolas que rodean el hemiciclo. También nos indicó la distribución de los escaños y dónde se sientan los distintos partidos, el público y la prensa. Y si antes no dejaban hacer fotos, aquí ni siquiera podías sentarte en los sillones de los parlamentarios o subir a la Tribuna de Oradores. Al salir, nos dieron a cada uno una guía con información sobre el Congreso de los Diputados.

11:30
Ya en la calle, tuvimos que abrir los paraguas porque estaba chispeando un poco, aunque sólo fueron unos minutos. Ahora tocaba ir a desayunar, así que fuimos en dirección a la Puerta del Sol en busca de un sitio muy popular de Madrid que conocía Pepe para tomar chocolate con churros; tiramos por la calle del Arenal y, en una de sus bocacalles, encontramos la Chocolatería San Ginés. Por la decoración del local, se notaba que era muy tradicional, y la popularidad se notaba en que, a pesar de que era relativamente tarde para desayunar, estaba lleno, así que tuvimos que esperar unos minutos a que hubiera un hueco.
Finalmente, nos sentamos en una mesa que quedó libre en la planta baja, un poco apretaditos eso sí, y pedimos diez churros, cuatro porras y cinco chocolates; como era de esperar, nos sentó mejor que bien. Al salir, nos despedimos de los amigos de Pepe, que iban al Museo Thyssen, aunque a la noche nos volveríamos a reunir en el piso de Trol para cenar y ver el Barcelona-Málaga. Nosotros dos fuimos a la Plaza Mayor, que la teníamos a apenas unos metros; como estaban cayendo algunas gotas y no quería que se me estropease la cámara, hice algunas fotos resguardado en los soportales de la plaza, pero en seguida cesó la llovizna, así que pude ver más de cerca la estatua de Felipe III y las fachadas de la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería, coronadas ambas con dos torres angulares, tan típicas de Madrid.
De allí, nos fuimos a la Catedral de la Almudena, a la que accedimos por el lateral de la calle Bailén. Justo en la puerta de entrada, colgaba un cartel que rezaba algo como "Se ruega donativo de 1€" encima de una pequeña urna vigilada por un hombre que tenía una cara que decía "Como no aportes nada, no te dejo pasar"; me sorprendió bastante esto, porque, en vez de pedir limosna, más fácil sería cobrar directamente una entrada simbólica de 1€, aunque también he de decir que es la primera vez que me veo obligado a meter la mano en el bolsillo para entrar en un templo.
Tras pasar por 'caja', iniciamos la visita al interior de la Catedral por el altar mayor, el cual rodeamos y en el que debo destacar el impresionante Cristo crucificado de Juan de Mesa que lo preside (cómo me gustan los crucificados, a pesar de la escena que representan); después, subimos las escaleras del altar de la Virgen de la Almudena, patrona de la capital de España, que se encuentra en el extremo derecho del crucero. Me detuve en la intersección entre el crucero y la nave central para contemplar las vidrieras y la decoración pictórica, que destacaba por su colorido (a mí, personalmente, no me gustó mucho), la cúpula y el órgano que se encuentra sobre la puerta principal del templo, además de reconocer el marcado estilo gótico que tanto me fascina. Para terminar con la visita, recorrimos las capillas laterales de la nave central, dedicadas especialmente a santos españoles, como Santa María Josefa del Corazón de Jesús, San Josemaría Escrivá de Balaguer o Santa Maravillas de Jesús.

13:10
Salimos a la calle y comprobamos que el cielo empezaba a abrirse, es más, si no llega a ser porque el suelo estaba encharcado, nadie diría que el día había amanecido lluvioso. Nos dirigimos a la entrada del Palacio Real, pero había una cola considerable, así que me colé para acercarme a la taquilla y preguntar cuánto tiempo dura la visita; me dijeron que sobre una hora u hora y media, así que, tras hablarlo con Pepe, decidimos dejarlo para después de comer. Aprovechamos pues para hacernos algunas fotos junto al palacio ahora que no estaba lloviendo y para pasear por los alrededores.
Entramos en los Jardines de Sabatini, desde cuyo estanque, decorado por varias esculturas, obtenemos una bella postal de la fachada norte del Palacio Real. Luego, estuvimos por la Plaza de Oriente viendo las estatuas de algunos reyes españoles, concretamente los que limitan con los Jardines del Cabo Noval, entre otros Ramiro I de Aragón, Fernán González o Wilfredo el Velloso, además del Teatro Real, con su peculiar forma hexagonal. Como el cielo comenzaba a nublarse de nuevo, buscamos un sitio para comer, y apenas nos costó decidirnos, ya que en la calle Felipe V, una de las que bordean el Teatro Real, encontramos un 100 Montaditos que anunciaba una promoción que Pepe no quería dejar escapar: "Montaditos de tortilla y cañas a 0'60€".
Si fácil fue elegir dónde comer, más lo fue coger sitio, porque sólo había tres o cuatro mesas ocupadas, aunque era lógico teniendo en cuenta que apenas eran las dos de la tarde. Pepe se pidió una caña y cinco montaditos, casi todos de tortilla para amortizar la oferta, mientras que yo me decanté por una Cocacola bien fresquita (qué bien sienta aunque sea en invierno) y cuatro montaditos: uno de jamón ibérico, uno de jamón serrano y queso, uno de chorizo a la sidra y otro de tortilla con alioli. Mientras disfrutábamos del almuerzo, me fijé en la decoración del local, con varias imágenes de algunos de los enclaves más carismáticos de Madrid pero de principios de siglo XX diría yo; lógicamente, aunque prácticamente todos eran reconocibles, alguno que otro ha experimentado cambios más que notables.

14:35
Pepe es de los que no perdonan el café después de comer, así que al salir de los 100 Montaditos nos acercamos al McDonald's de la calle del Arenal para pedirse uno para llevar y tomárselo en el corto trayecto hasta el Palacio Real. A las tres de la tarde que eran, la cola era considerablemente más pequeña y en unos cinco minutos ya habíamos adquirido nuestra correspondiente entrada a 3'5€ (descuento de estudiante, es de lo poco bueno que tiene estudiar). Ahora tocaba pasar por el arco de seguridad y, justo cuando estaba dejando en la bandeja la cartera, la cámara y el móvil, me llamaban mis padres (¡qué casualidad!), así que les dije que me volvieran a llamar unos minutos más tarde que estaba un poco ocupado. Y más ocupado que iba a estar... Paso por el arco y pita; paso de nuevo y pita; me cachean, vuelvo a pasar y vuelve a pitar el arco. Ya estaba sin chaquetón, sin zapatos, y lo siguiente era desnudarme, así que entre que ya se estaba formando una cola y que les dije "Mira, que no estoy escondiendo ninguna bomba ni nada", los vigilantes me dejaron pasar sin más.
Nada más entrar, nos topamos con la tienda, en la que no nos detuvimos, así que salimos directamente a la Plaza de la Armería, desde la que se pueden contemplar las fachadas principales tanto de la Catedral de la Almudena como del propio Palacio Real; como estaba lloviendo (el día se abría, se nublaba de nuevo...), nos metimos bajo los arcos que rodean la plaza. Allí, resguardados del agua que caía, estaba Pepe preparado para hacerme una foto cuando de repente... ¡Bruuuummmmm! ¡Vaya trueno que sonó! Daba la impresión de que el edificio se venía abajo, fue una bestialidad; Pepe me hizo la foto justamente en el instante en el que mi cara dibujaba una expresión de sorpresa e incredulidad por el estruendo que acababa de sacudirnos (algo se intuye en la foto).
A salvo ya de la lluvia en el Palacio propiamente dicho, iniciamos la visita subiendo al primer piso por la Escalera principal, donde ya me encontré la primera señal que me advertía de que estaba prohibido hacer fotos. Seguimos el camino que nos indicaban las flechas y comenzamos por el Salón de Alabarderos y el de las Columnas, lugar este último donde, entre otros momentos destacados, se estableció la capilla ardiente de Franco y se firmó el Acta de Adhesión de España a la Comunidad Europea; precisamente allí, mis padres volvieron a llamarme, aunque duró poco la conversación porque tenía que hablar bajo para no molestar. Justo después, pasamos al Salón de Trono, posiblemente lo más conocido del Palacio por las veces que sale en televisión cuando los Reyes reciben a personalidades invitadas; el salón destacaba por las paredes tapizadas en terciopelo rojo y por el fresco de la bóveda pintado por Tiepolo y que representa "La Grandeza de la Monarquía Española".
Las siguientes estancias se correspondían a salas y habitaciones de los reyes Carlos III y Carlos IV, muy lujosas y recargadas, con grandes lámparas, cuadros, tapices, muebles, etc.; a partir de aquí, seguimos al compás de una guía que le explicaba en inglés a una pareja de turistas lo que se iban encontrando para enterarnos de algo. Me llamó la atención en especial una de estas salas, el Gabinete de Porcelana, que, como su propio nombre indica, está totalmente cubierto de dicho material, tanto las paredes como el techo. Por cierto, que en cada sala había un vigilante, y algunos más paseando por ellas, pendientes de, entre otras cosas, que nadie hiciera fotos, por lo que mi tentación se reducía al mínimo; vuelvo a decirlo, no entiendo esa manía de prohibir hacer fotos en tantos sitios.
Después, entramos en el Comedor de Gala, un extenso salón con una gran mesa de ochenta metros de largo y, cómo no, profusamente decorado y engalanado; de las últimas estancias que formaban parte de la visita, me gustó mucho una en la que se exponía una pequeña colección de Stradivarius Palatinos. Poco después de las cuatro, ya estábamos bajando la Escalera principal para salir de nuevo a la Plaza de la Armería; nos acercamos al lateral oeste para asomarnos y contemplar el 'trocito' de Madrid que se ve desde allí. Aprovechamos que la lluvia dejó de caer para hacernos algunas fotos con el Palacio Real detrás, que antes al entrar no pudimos. Antes de irnos, nos dimos cuenta de que, en la esquina suroeste de la plaza, había una puerta por la entraba y salía gente; era la Real Armería, una gran sala con varias piezas y armaduras, una de las cuales pertenecía a Carlos V y con la que fue retratado en el famoso cuadro de Tiziano 'El emperador Carlos V a caballo, en Mühlberg' que vimos precisamente el día anterior en el Museo del Prado.

16:30
Volvimos a la tienda para hacer el camino inverso de la entrada y salir a calle Bailén. Vimos las estatuas de los reyes españoles que limitan con los Jardines de Lepanto y que no habíamos visto por la mañana en la Plaza de Oriente, como las de Ataulfo, Eurico, Leovigildo o Alfonso II, y me detuve un buen rato con el Monumento a Felipe IV para hacerle varias fotos aprovechando que el cielo se estaba despejando. Hay mucho que destacar de este conjunto, empezando por la estatua ecuestre, que se mantiene únicamente sobre las dos patas traseras del caballo, siguiendo por el pedestal y terminando con las dos fuentes y los cuatro leones de bronce que se encuentran en la base. Me quedé tanto tiempo fotografiando la estatua que perdí de vista a Pepe, al que finalmente encontré a pocos metros en los Jardines del Cabo Noval; nos sentamos unos minutos para descansar en un banco frente al monumento erigido en memoria del cabo Luis Noval, que da nombre a los jardines.
A las cinco, nos pusimos en marcha de nuevo y cruzamos al Monasterio de la Encarnación para entrar en ella, pero había que pagar y daba la impresión de que iba a ser un poco larga la visita, así que pasamos de largo y seguimos avanzando hasta el Senado, en cuya fachada ondean las banderas de todas las Comunidades Autónomas; delante, en una pequeña plaza, vimos el Monumento a Cánovas del Castillo, con un pedestal bastante alto y con varias figuras alegóricas. A continuación, estuvimos en la Plaza de España, mucho más concurrida que la otra noche cuando apenas había gente; el Monumento a Miguel de Cervantes estaba repleto de jóvenes y turistas haciéndose fotos, al igual que hicimos nosotros, aunque yo también aproveché para hacer algunas con el reflejo del estanque que está a los pies de las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza, y, en la fuente que está adosada en la parte trasera, con un poco de tiempo de exposición para lograr el efecto espumoso del agua que tan bien queda.
Cruzamos al comienzo de la calle Ferraz para ver el Monumento al Pueblo del 2 de Mayo, que se erige en medio de un pequeño jardín que conecta con el Parque de la Montaña, en el que se encuentra el Templo de Debod. Tenía mucha ilusión por ver esta construcción, sobre todo de noche cuando está iluminado, pero no eran ni las seis de la tarde si quiera y todavía había luz solar, aunque no mucha porque el cielo se estaba nublando otra vez; de todas formas, me gustó bastante, más que nada porque la arquitectura egipcia me resulta muy llamativa (algún día tendré que ver las pirámides...), pero eso sí, no me iría de Madrid sin verlo iluminado. Al final del estanque en el que está el Templo de Debod, nos asomamos a un pequeño mirador desde el que se divisan el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, y no dudé en hacerme una foto como la que ilustra estas líneas.
Ya eran las seis de la tarde y empezaba a notar el cansancio de estar todo el día en la calle de un lado para otro, pero Pepe quería recorrer todo el Parque del Oeste; yo le decía que por mi parte nos íbamos para el piso, que la noche iba a ser larga, pero él insistió, así que iniciamos el camino a través de la boscosidad y la frondosidad de este parque. Andábamos y andábamos, casi siempre cuesta abajo y por unos senderos algo resbaladizos y fangosos por culpa de la lluvia; al cuarto de hora, cuando ya me llevaba unos metros de ventaja, le grité "¡Pepe! ¿Adónde me llevas?", a lo que me respondió "Tranquilo, que ya estamos llegando". No mintió demasiado, porque, a los cinco minutos, llegamos a un pequeño puente sobre las vías de los cercanías desde el que se ven tanto el Palacio Real y la Almudena, igual que antes en el Templo de Debod; "Pepe, esta vista la acabamos de ver hace nada, ¿eh?". Yo necesitaba descansar unos minutos, así que me senté en un banco de madera que había al lado del puente pensando "Si no llevo ni diez horas en la calle y estoy tan cansado, ¿cómo puedo aguantar viendo procesiones seis días seguidos en Semana Santa a más de diez horas cada día?".
Tras el necesario descanso que pedían mis pies, reanudamos el camino. En poco tiempo, desembocamos por fin en una calle asfaltada, en el Paseo de Ruperto Chapí, donde vimos un monumento levantado en memoria del poeta Miguel Hernández, justo cuando empezó a chispear lo suficiente como para tener que abrir los paraguas. Seguimos calle arriba hasta llegar al Arco de la Victoria, un monumento que mandó construir Franco para conmemorar su victoria en la Guerra Civil; como estaba lloviendo, Pepe hizo de techo con su paraguas para que pudiera hacer algunas fotos sin que se mojara mi cámara.
Por fin, iniciamos el camino de regreso al piso, porque tenía unas ganas enormes de sentarme en el sofá. Bajamos el tramo de calle Princesa en el que se halla el Cuartel General del Ejército del Aire para girar por Meléndez Valdés, donde ya cerramos los paraguas porque empezaba a abrir de nuevo el día (como veis, las predicciones no se cumplieron del todo, por suerte). Íbamos caminando sin prisas, con tranquilidad, que bastantes kilómetros nos habíamos pateado de Madrid; nos desviamos por la calle Andrés Mellado y luego por Rodríguez San Pedro, donde Pepe me enseñó el piso en el que vivía el curso pasado, muy cerquita del actual, que está a unos 200 metros.

19:15
Como dije antes, nada más llegar al piso solté la mochila de la cámara, me quité el chaquetón y al sofá, ¡qué bien me vino!; el silencio era total en el piso, aunque Diego y Carlos estaban en sus respectivas habitaciones, estudiando se supone. Pepe cogió el portátil y se puso en la mesa del salón a hacer un trabajo de una asignatura de la carrera, mientras que yo encendí la tele, donde nos enteramos del terremoto que había sacudido a Chile apenas unas horas antes. Además de cansancio, también tenía un poco de hambre, así que me acerqué a la cocina para coger un paquete de galletas de la despensa de mi amigo y comer unas cuantas recostado en el sofá. Estaba en la gloria.
Sobre las ocho, Pepe fue a su habitación a echarse un rato hasta que después nos fuéramos a casa de Trol, así que ocupé su sitio para navegar un poco por Internet: algunos correos pendientes en la bandeja de entrada, un repaso a los comentarios recibidos en el blog, un vistazo al Marca para ver cómo va la jornada, actualidad cofrade para estar al tanto de los actos que se celebran en estos días y, sobre todo, el Reader atorado de posts, entradas y noticias por leer. Y así me tiré como una hora, hasta las nueve y cuarto aproximadamente, cuando Pepe ya se levantó, así que apagué el ordenador y me cambié de ropa: la camiseta del Málaga para ver el partido y una camisa para salir después de cenar.
A las nueve y media, bajamos a la calle para ir andando hasta el piso de Trol, que está por Príncipe Pío, a unos veinte minutos. No cogimos los paraguas confiando en que no fuera a llover, como así sería, pero nos hubiera venido bien... No se me ocurre nada para protegerse de un viento que se iba haciendo cada vez más y más fuerte. Cuando íbamos por la calle San Leonardo, ya era un vendaval que nos impedía dar un paso adelante y que levantaba todo lo que había en el suelo, incluso movía los contenedores. A duras penas, nos metimos en el cajero de la sucursal de Banesto que hace esquina con calle Princesa, que estaba cortada al tráfico porque había peligro de que se desprendiera alguno de los adornos carnavalescos que estaban colgados sobre la vía; allí, esperando a que amainase un poco el viento, vi pasar a Ramón Arangüena con una mujer, su novia o su esposa supongo.
Estábamos a apenas seis o siete minutos del piso de Trol, pero era peligroso ir hasta allí andando con el vendaval que hacía, así que no nos quedaba otra que coger el metro en Plaza de España: línea 3 hasta Argüelles y trasbordo con la 6 para bajarnos en Príncipe Pío. Total, que tras darnos un paseo por el subsuelo, llegamos al piso de Trol a las diez, justamente cuando comenzaba el Barcelona-Málaga. Estaban también Noe y Brotons, además de Jorge (Morla para los amigos), al que me presentaron; él iba con el Barça, por lo que se respiraría rivalidad entre nosotros. Lo malo es que la tele se veía regular por culpa del viento, así que casi siempre se veía la imagen entrecortada y pixelada. El comienzo del partido prometía para el Málaga, con un remate de Duda que salvó Valdés en la línea y una mano de Alves dentro del área que no pitó el árbitro, pero, a partir de ahí, monólogo de ocasiones del Barça y a sufrir. Al menos, se fueron a los vestuarios con 0-0, que no era poco.
Aprovechamos el descanso para empezar a cenar: ensalada y filetes en salsa. Pepe ya me había advertido que Trol se sentía a gusto entre fogones, y no se equivocaba, porque todo estaba bastante bueno. Cuando volvimos al partido, aún seguía empatado, y la verdad es que no me lo creía, pero poco duró la resistencia cuando marcó Pedro desde fuera del área. "Por lo menos, hemos plantado cara al mejor equipo del mundo", pensaba yo por entonces, pero llegó el milagro y Valdo restableció el empate en el marcador tras batir a Valdés a falta de diez minutos para el final. No sólo lo celebré yo, sino también los vecinos, que eran madridistas y estaban la mar de contentos, pero de la alegría se pasó a la decepción en sólo tres minutos, los que tardó Messi en poner de nuevo al Barcelona por delante. Y final, 2-1 para el Barça.


Domingo, 28 de febrero de 2010

0:00
Después del partido, nos quedamos en el salón los seis charlando y pensando el plan para luego, que consistiría finalmente en ir a Malasaña y tomarnos algo en algún bar y luego entrar en alguna discoteca. Sobre la una y cuarto, decidimos irnos ya, porque teníamos que coger el metro y el último pasaba sobre esa hora, y perderlo no nos haría mucha gracia. Jorge decidió irse a su piso, por lo que Trol, Noe, Brotons, Pepe y yo nos fuimos a Príncipe Pío para tomar la línea 10 y bajarnos en la parada de Tribunal. El ambiente que había en la calle era indescriptible, repleto de jóvenes que iban de un lado para otro, sobre todo a la Pachá, que tenía una cola considerable.
Nosotros buscábamos algo más suave para empezar la noche, así que callejeamos unos minutos por la zona hasta que nos decantamos por un bar cuyo nombre me resultó cuanto menos curioso: "Y ahora qué". Nos fuimos al fondo del pasillo del bar, donde había menos gente y la música te dejaba hablar con el de al lado. Como de costumbre, yo me pedí una Cocacola (2'5€, un poco de clavada), y los demás, una cerveza. Allí estuvimos alrededor de una hora, hasta las tres más o menos, cuando decidimos irnos al centro.
Tiramos por Fuencarral hacia abajo para seguir por Montera, donde me quedé alucinado con la cantidad de prostitutas que había rondando por esta calle, y antes, terminando Fuencarral, también había alguna que otra. No veías dos portales seguidos sin una mujer en busca de 'negocio' o, directamente, que se echaran encima de los hombres que pasaban por allí. Había escuchado y leído muchas veces acerca del tema de la prostitución en las calles céntricas de Madrid, pero ni por asomo me imaginé que fuera tan notorio.
Los amigos de Pepe tenían pensado entrar en una discoteca que conocían cerca de la Puerta del Sol, pero, cuando llegamos, vimos que había bastante cola y que, además, ni si quiera avanzaba; ante esa situación, dado que no merecía la pena quedarse a esperar, peinamos la zona en busca de otra discoteca. En la calle Echegaray, pasamos por delante de una llamada 'La boca del lobo' que pedía 8€ por entrar con una copa incluida, pero el problema era que a mí no me gusta el alcohol y no estaba dispuesto a tirar el dinero, por lo que hablamos con el portero para ver si era posible cambiar mi copa por dos Cocacolas; él en principio no daba problemas, aunque con quien realmente tendríamos que negociar sería con la chica de la barra.
Pues nada, pasamos por 'caja' (el bolsillo del portero) y entramos en la discoteca, ruidosa y calurosa como todas (yo es que no soy nada discotequero). Nos pillamos un hueco en una de las salas y momento de negociación: no hubo peros por parte de la chica. Cada uno con su copa y yo más contento que nadie con mi par de Cocacolas (primero una y después otra, no penséis que tenía un vaso en cada mano). La música, en general, regular para mi gusto salvo alguna canción suelta, así que por mi parte hubo poco bailoteo (no es lo mío y no estoy interesado en aprender), todo lo contrario que Noe por ejemplo, que, como a todas las mujeres, le gusta mucho mover el esqueleto cuando suena la música.
En el tiempo que estuvimos en la discoteca, hubo tiempo para todo: un ligón que sacaba a bailar a todas las mujeres que se le ponían por delante, vasos que se caían al suelo dejándolo pegajoso, la cervecita para terminar que nunca perdona Pepe y, para rematar, Trol que se hace amigo de un guiri. A las cinco, decidimos irnos, justo cuando empezaban a desalojar la discoteca; tras despedirnos de Noe, Brotons y Trol en la Puerta del Sol, entramos en el intercambiador de Sol para volver al piso en metro, pero el vigilante de seguridad nos dijo que hasta las seis no pasaba el primero. Como eran las cinco y cuarto, optamos por ir andando, ya que, al fin y al cabo, llegaríamos incluso antes a pie.
A paso de tortuga (bueno, no tanto, pero sí despacito), cogimos por Preciados, Callao, Gran Vía y San Bernardo, que costó un poco más porque la calle está ligeramente empinada hacia arriba; en la Glorieta Ruiz Jiménez, giramos a la izquierda por Alberto Aguilera, luego por calle Vallehermoso y, por último, por Emilio Carrere. Por fin en el piso. Hicimos el menor ruido posible para no despertar a Carlos y Diego y nos acostamos, que el cuerpo no daba para más. Pepe no puso ninguna alarma en su móvil, pero yo me lo puse para la una y media, que no me gusta levantarme muy tarde, aunque esa hora lo es ya de por sí para empezar el día. El domingo también estaba previsto que lloviera con una probabilidad del 100%; en la próxima entrada, os desvelaré si me mojé o no.

martes, 22 de junio de 2010

España respira

España consiguió ayer vencer por 2-0 a la selección de Honduras en un encuentro en el que desperdició una enorme cantidad de ocasiones, lo que hubiera significado una goleada de escándalo más que merecida.
Si en el primer encuentro, el árbitro perjudicó a España, el de ayer no iba a ser menos, y no tardó si quiera cinco minutos en obviar una clarísima mano del hondureño Izaguirre cortando el sombrero de Torres dentro del área. Primer penalty sin pitar. Desde el comienzo, la selección dejó claro quién es el mejor y fue Villa el que dio el primer gran aviso con un derechazo desde 30 metros que se estrelló en el larguero. Dos minutos después, segundo penalty que no ve el árbitro, en un claro empujón sobre Sergio Ramos cuando se disponía a cabecear una falta lateral; el defensa español, en la siguiente jugada, sí logró rematar de cabeza en una posición franca, pero se marchó por encima del larguero. Por fin se adelantó España gracias a un jugadón de Villa, que la cogió en la banda izquierda, se marchó de dos defensas, luego de otro dentro del área grande con un escorzo hacia el interior y disparo colocado a la escuadra (1-0). Y todo esto, en menos de veinte minutos... Honduras sólo se acercaba tímidamente a los dominios de Casillas, sin excesivo peligro y sin encontrar portería. Las ocasiones siguieron llegando por parte de España: a Xavi le faltó ser un pelín más alto para cabecear un centro de Navas desde la derecha, y Torres, que estrenó titularidad, tuvo dos claras oportunidades en poco menos de un minuto, con un remate de cabeza excesivamente picado y, sobre todo, un disparo alto tras una internada en el área. Y para terminar la primera parte, tercer penalty no señalado a favor de España tras el derribo de Torres por parte de Mendoza, que no iba al balón. Muy mal el trencilla japonés.
No pudo comenzar mejor los segundos cuarenta y cinco minutos: Xavi inicia un contragolpe, abre a Navas a la banda, el sevillano se la cede a Villa, quien, solo en la frontal, dispara a portería y encuentra el segundo gol tras rozar el balón en un defensa hondureño (2-0). Monólogo de España que acumulaba una ocasión tras otra ante una débil Honduras, como la que tuvo Sergio Ramos con un punterazo que se fue rozando el poste. Por fin pitó un penalty el árbitro, concretamente en una acción en la que Navas fue trastabillado por Izaguirre; Villa tenía la oportunidad de conseguir un hat-trick, pero ajustó tanto que el balón se marchó lamiendo el palo derecho. Y más ocasiones desperdiciadas: Cesc, nada más salir, regatea al portero y remata a puerta vacía, pero Chávez la saca casi en la línea; un pase de la muerte a Villa, que se entretiene más de la cuenta y le da tiempo a un defensa de Honduras a desbaratar su tiro, etc.
España respira con los tres puntos conseguidos en la noche de ayer, una victoria más que merecida pero que se antoja corta a tenor de la cantidad de ocasiones marradas. Si el larguero y el penalty de Villa hubieran entrado, más cualquiera de las otras tantas que se fallaron, más las penas máximas que no quiso señalar el árbitro japonés... Estaríamos hablando de ocho o nueve goles sin exagerar. Ahora, España depende de sí misma para pasar a octavos: si gana, probablemente lo hará como primera de grupo, y, si empata o pierde, habrá que rezar para que Suiza no sume más que España. En resumen, que más vale asegurar e ir a ganar el viernes a Chile, que ahora mismo lidera el grupo con seis puntos.
Con respecto al resto de partidos, se han marcado bastantes más goles que en la primera jornada y también se ha visto más fútbol. Y los grandes siguen sudando la gota gorda. Sólo Holanda y Brasil tienen billete asegurado a octavos, Argentina lo tiene casi hecho, y las demás, como Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y España, tendrán que jugársela en la última jornada de la fase de grupos. Los africanos, en 'su' Mundial, están decepcionando y todo apunta a que ninguna de las seis selecciones pasarán a la siguiente ronda, mientras que los más fuertes están siendo de momento los combinados americanos (Brasil, Argentina, México, Uruguay, Estados Unidos, Chile, Paraguay). El viernes terminará la fase de grupos y ya se conocerán las selecciones que disputarán los octavos de final. España, en caso de hacerlo, seguramente se verá las caras con Brasil o Portugal; sea quien sea, que pase...

sábado, 19 de junio de 2010

Una clase de Física y Química divertida

Esta mañana, he ido con mi amigo Dani al Centro de Ciencia Principia para asistir a la charla divulgativa titulada 'Una clase de Física y Química divertida', que sería impartida por Jesús Carnicer, profesor de Física y Química del IES Thader de Orihuela y director del Museo Didáctico e Interactivo de Ciencias de la Vega Baja del Segura (MUDIC).
Al igual que en las anteriores ocasiones en las que Dani y yo nos hemos acercado a las charlas del sábado, llegamos con tiempo suficiente como para pasar un rato previo en la sala de módulos, que hoy estaba bastante nutrida de chavales de todas las edades que después asistirían a la citada charla. Aunque ya habíamos jugueteado las otras veces, nos detuvimos viendo algunos carteles que estaban colgados en la sala, como uno que mostraba a los matemáticos más importantes que ha habido a lo largo de la historia; precisamente, junto a este cartel, se encontraba un módulo que explicaba geométricamente la igualdad del binomio al cuadrado y que Dani no consiguió entender a las primeras de cambio, pero, en cuanto se lo expliqué, lo vio en seguida.
Poco antes de las doce, nos fuimos a la Sala Faraday, que se llenó literalmente (tuvieron que traer sillas para que todos los asistentes se pudieran sentar). Tras la preceptiva presentación del ponente, éste dedicó unos minutos a contar su labor como docente y cómo organiza las clases que imparte, con grupos de 3 o 4 alumnos que deben resolver un determinado problema físico o químico a través de experimentos y haciéndose preguntas entre ellos, y así es como iba a discurrir la 'clase' de hoy. La misión consistía en cómo saber si el gas que se conserva dentro de un extintor que dice contener dióxido de carbono realmente contiene dióxido de carbono. Los niños presentes, de todas las edades, fueron participando con sus propuestas, pero las que daba un chavalín que no llegaba ni a los cinco años creo yo y que estaba sentado a mi lado eran para quitarse el sombrero. No sé cómo se le ocurrían esas respuestas tan precisas a tan corta edad, porque yo no vi que nadie le chivatase nada.
El ponente procedió a resolver el problema, y, para ello, cogió un globo y lo llenó del supuesto dióxido de carbono de un bidón del laboratorio. Como había buscado en Internet las propiedades características de este gas, entre ellas la densidad, bastaría con calcular la masa y el volumen del globo para dilucidar si contiene o no dióxido de carbono. La densidad resultaba ser de 0'8 unidades (kilogramos por metro cúbico), pero las fuentes consultadas aseguraban que tenía que ser de casi 2 unidades. ¿Qué había fallado en el experimento? Tras unos minutos de pensar y consultar con el público, se llegó a la conclusión de que no estábamos teniendo en cuenta la densidad del aire, que es aproximadamente 1'1, por lo que, sumado al resultado que habíamos obtenido antes, sí coincidía con el valor que buscábamos. No dio tiempo a hacer más experimentos, y eso que yo pensaba que iba a hacer lo menos cinco o seis, pero el enfoque estaba muy destinado al público infantil y no daba para más. Aún así, esta peculiar 'clase' de Física y Química acabó resultando divertida como anunciaba el título de la charla.
Al final de ésta, el ponente recibió el clásico regalo de Principia, un rodillo antigravitatorio en miniatura que le hizo bastante ilusión como él mismo reconoció. El ciclo de charlas divulgativas de los sábados de este curso terminaba con la de hoy, así que habrá que esperar hasta noviembre para asistir a las nuevas que se anuncien para el próximo curso.

jueves, 17 de junio de 2010

Increíble, pero cierto

España debutó ayer en el Mundial de Sudáfrica con una inesperada derrota por 0-1 frente a Suiza, un resultado que le obliga a no fallar en los otros dos partidos de la fase de grupos si no quiere despedirse antes de tiempo y consumar un estrepitoso fracaso.
El partido empezó como se esperaba: España con un dominio del balón casi absoluto y una Suiza bien atrincherada en su campo a la espera de una imprecisión 'roja' para llegar a la portería de Casillas. A pesar de su superioridad, la selección no dispuso de su primera gran ocasión hasta el ecuador de la primera mitad, cuando Iniesta asistió a Piqué, que recortó dentro del área grande a un defensa y remató ante la salida de Benaglio, que repelió el esférico con su rodilla. El único acercamiento suizo en los primeros cuarenta y cinco minutos se tradujo en un libre indirecto ejecutado por Ziegler que detuvo en dos tiempo el portero español. A España le costaba encontrar la portería rival con claridad debido a la maraña defensiva con la que chocaba en la zona de tres cuartos, y, de hecho, sólo dispuso de una nueva oportunidad de adelantarse en el marcador al filo del descanso a través de Villa, que, tras zafarse de un defensa, la picó por encima del portero pero demasiado desviado. El árbitro inglés estuvo bastante desacertado, ya que se comió dos claros penalties cometidos sobre Silva y Villa; por otra parte, en la falta señalada sobre Iniesta en la frontal y en la que fue amonestado con amarilla Grichting, muchos habrían sacado la roja al central suizo, aunque también es cierto que había otro defensa apenas un metro por detrás.
La segunda parte comenzó como la primera, con España liderando el juego, pero el fútbol tiene esos detalles que le hacen grande, imprevisible y, en ocasiones, cruel: Derdiyok se planta ante Casillas, que logra desbaratar su remate, pero el balón rebota en el propio delantero suizo y en Piqué, se queda muerto en el césped y Fernandes, que estaba en fuera de juego, mete la puntera para inaugurar el marcador (0-1). Ver para creer. España siguió fiel a su estilo para lograr la remontada, aunque también lo intentó por las bandas con la entrada de Navas y Pedro y con más mordiente arriba con Torres. La primera ocasión la tuvo Iniesta con una rosca medida desde la frontal que se fue fuera por poco, pero la mejor, sin duda, fue la de Xabi Alonso, que enganchó un derechazo que se estrelló en el larguero. Parecía increíble, y más lo hubiera sido si, cinco minutos después, el disparo de Derdiyok hubiera acabado en la portería de Casillas en vez de encontrarse con la madera. Navas lo intentó a diez minutos del final con un remate cruzado que se marchó rozando el palo, pero el balón ayer no quería entrar. Los últimos minutos de España fueron un quiero y no puedo que acabaron con un Casillas subiendo a rematar un córner. ¿Quién lo hubiera dicho?
España no jugó su mejor partido, aunque tampoco lo hizo del todo mal a pesar de que algunos jugadores como Xavi o Villa estuvieron prácticamente desaparecidos. En condiciones normales, ayer se habría ganado por dos o tres goles a una Suiza que encontró un injusto premio con solamente dos llegadas al área española; un 73% de posesión, doce córners botados y una veintena de remates no bastaron si quiera para sumar un punto. Ahora sólo queda ganar a Honduras el lunes 21 y a Chile el viernes 25, que, en teoría, nos debería garantizar el pase a octavos, ya sea como primera o como segunda de grupo, porque un posible triple empate a seis puntos entre Suiza, Chile y España se decidiría con los goles a favor y en contra.
Por lo demás, el Mundial se está caracterizando por la igualdad una vez concluida la primera jornada de la fase de grupos: pocos goles y poco fútbol. Las grandes, de momento, están sufriendo, léanse los empates de Francia, Inglaterra o Italia, las victorias por la mínima de Argentina o Brasil, y la gran sorpresa hasta ahora, que no es otra que la derrota de la actual campeona de Europa. Sólo Alemania ha puesto goles y buen fútbol con su goleada por 4-0 a Australia, y eso que se les vio jugando a medio gas, así que habrá que ver cómo se las gastan cuando metan la quinta. Esperemos que la segunda jornada nos ofrezca más espectáculo y, por supuesto, una victoria de España que la mantenga con vida en el Mundial.

martes, 15 de junio de 2010

Más mentalismo matemático

Si tenéis buena memoria, recordaréis que hace un par de meses publiqué una entrada titulada 'Mentalismo en matemáticas' en la que os enseñaba un pequeño y sencillo juego matemático con el que asombrar a vuestros amigos, ya que siempre podíais adivinar el resultado final, el número 1.089, además de explicaros el porqué de esta curiosidad con una detallada demostración.
Pues bien, como los pasos de dicho juego siempre son los mismos y el resultado también, no tiene mucha gracia que lo explotéis demasiado, ya que una vez que se lo has hecho a una persona no se lo puedes volver a hacer por cuestiones obvias. Por lo tanto, creo que no está de más que os muestre otro juego en el que los pasos no los impone uno mismo, sino aquél al que le adivinaréis el número en el que había pensado. Y este juego, como el otro, nunca falla, a no ser que vuestro amigo o amiga haga mal las cuentas, así que, si la crisis os afecta más de la cuenta, podéis apostaros con un amigo unos eurillos, un desayuno o una caña en el bar de la esquina (tampoco es plan de arruinar a los demás).
¿Qué tiene que hacer tu amigo? Muy fácil: que piense en un número cualquiera (el 8, el 302, el 5.971, el 648.814, etc.). Ahora, que coja el número que ha pensado y que te vaya diciendo las operaciones que le está aplicando: le sumo 12, le resto 25, lo multiplico por 7, lo divido entre 2... Y así, todas las operaciones que quiera, aunque cuantas más haga más alucinado quedará cuando te diga el resultado final y en apenas unos segundos tú le contestes el número inicial.
¿Cómo se hace esto? Basta con hacer lo mismo que tu amigo, pero, claro está, sin conocer el número original. Como no sabemos cuál es, qué mejor nombre que 'x'. Tu amigo te dice ahora "Le sumo 8", pues entonces 'x + 8'; "Lo multiplico por 4", pues '4x + 32'; "Lo divido entre 2", pues '2x + 16'; "Le sumo 30", pues '2x + 46'; "Le resto 6", pues '2x + 40'; "Lo multiplico por 15", pues '30x + 600'; "Le resto 30", pues '30x + 570'; "Y, por último, lo divido entre 3", pues entonces me queda '10x + 190'. Tu amigo te dice seguidamente "He obtenido el número 620", y tú no tardas ni cinco segundos en responderle "¿A que habías pensado en el 43?".
Supongo que te habrás dado cuenta de dónde reside el 'truco' por así decirlo de este juego. La variable 'x' es el número que ha pensado tu amigo y, como él te va diciendo qué operaciones está realizando, tú mentalmente le 'copias'. Al final, te quedará un resultado de la forma 'Ax + B', así que basta con restar 'B' y dividir entre 'A' para adivinar el número con el que se comenzó a jugar. Como ves, no hay ningún misterio, aunque eso sí, no juegues con alguien que sea mínimamente entendido de Matemáticas porque si no sabrá que le estás tomando el pelo; juega con esta mujer por ejemplo, que no es entendida de nada.
Para que luego digan que las ecuaciones de primer grado no sirven para nada...

Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta quinta edición está organizado por Byron David a través de su blog Ciencia.

domingo, 13 de junio de 2010

Ya es la Reina de la Edad Media

Todavía me pitan los oídos tras haber escuchado a Belén Esteban impartiendo una clase de Antihistoria, y ahora me escuecen los ojos al leer esta noticia de hace apenas unos días.
Las cifras que manejaba en la anterior entrada que le dediqué a esta señora se quedan cortas en comparación con las que acaban de salir a la luz. Atención, señoras y señores, nuestra queridísima y adorada Belén Esteban va a cobrar el próximo año 1.200.000 euros por su trabajo de colaboradora en el programa 'Sálvame', o lo que es lo mismo, 100.000 euros al mes, o lo que es lo mismo, 4.000 euros por cada programa, o lo que es lo mismo, 1.000 euros por cada hora que saldrá en la tele, o lo que es lo mismo, una barbaridad que no se merece.
Si recordáis, las cuentas que hacía la otra vez no llegaban al medio millón de euros, y eso que contaba además las exclusivas y demás apariciones extraordinarias, que no es el caso de ahora. Mucha diferencia de la noche a la mañana, ¿no? ¿Desde cuando le cuadruplican el sueldo a uno por mentir y gritar palabras vacías de contenido? ¿El año que viene, a estas alturas, le revisarán el contrato para subírselo de nuevo? ¿Cobrará 15 millones de euros? ¿20 tal vez? Me parece a mí que sí. Los españoles seguiremos (lo expreso en primera persona para asumir más la culpa, aunque yo tengo la conciencia muy tranquila) enganchados a la heroína de la tele y de nuestras vidas, a la mujer a la que tenemos que emular y alabar, a la que ayer era la 'Princesa del Pueblo', a la que hoy es la 'Princesa de la Edad Media' y a la que mañana será la 'Reina de la Edad Media'.
¿Cuánto más ganará Belén Esteban aparte de su nuevo sueldo? Como he dicho, éste no incluye las apariciones especiales, léase repetir con las campanadas de Fin de Año, el juicio contra María José Campanario (alias 'La Campa'), buscar un embarazo y una nueva operación para retocarse la cara. Estas exclusivas se van tanteando como seguras, y yo añadiría unas cuantas más, porque en esa lista echo de menos un "Me separo por enésima vez de mi marido", un "Bueno, lo hemos hablado y voy a seguir con él, es el hombre de mi vida" o un "Voy a demandar a esta persona por injurias y difamaciones". Pues todo lo que recaude con estas exclusivas hay que multiplicarlo por dos, porque, además de contarlo todo en 'Sálvame', el titular y el reportaje de la revista de turno también le pertenece.
Analicemos dos de las supuestas noticias estrella de los próximos meses, y empecemos por la que me ha dejado más estupefacto: se va a quedar embarazada por dinero. ¿Desde cuándo una mujer busca un hijo o una hija para lucrarse de ello? ¿Es moral sacar beneficio económico de un menor de edad (en este caso, peor todavía, de un feto) y alardearlo a los cuatro vientos? Según tengo entendido, esto es ilegal y está castigado con duras sanciones que pueden acabar en prisión, pero, dicho sea de paso, no es la primera vez que ella infringe las normas, porque no sé cuántas veces se le ha acusado ya de hablar de su hija en los medios. Y digo yo una cosa: adoramos a una famosa que vende su embarazo para poner más ceros en su cuenta bancaria y vemos con malos ojos a las prostitutas que, por su propia voluntad y sin traficantes de mujeres de por medio, venden su cuerpo para poder vivir. ¿Qué diferencia hay? Para mí, sinceramente, lo que tendría que ser un delito sería lo primero.
Y sigamos con la segunda noticia que causará furor: pasará de nuevo por el quirófano para retocarse la cara. Vaya, parece que no se ha quedado contenta con la nariz torcida que le dejaron plantada en su rostro la última vez. ¿Qué se hará ahora? ¿Nuevas orejas? ¿Unos pómulos más marcados? ¿Unas cejas más prominentes? Me huele que irá al mismo cirujano y le dirá "Mira, la nariz pónmela ya en su sitio, pero retócame otra cosa que quede regular y dentro de unos meses nos vemos de nuevo", y me apesta que, cuando reaparezca en el plató y nos descubra su nueva cara, las audiencias volverán a dispararse y Google no dará a basto con los miles de millones de búsquedas que contengan el nombre de Belén Esteban, porque no sería la primera vez.
Volviendo al desproporcionado sueldo que cobrará esta señora, me gustaría compararlo con el de una persona del cual sabemos cuánto gana exactamente: Jose Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno. Lo hará mejor o peor, ahí no vamos a entrar porque no es lo que concierne (en mi opinión, algunas cosas las ha hecho muy bien y otras muy mal, así que que nadie me tache de si soy pepito o capullito), pero que una tipeja como Belén Esteban gane más que Zapatero, que 'sólo' ingresa 91.348 euros al año según el BOE, me parece indignante. Aunque bueno, quizás todo lo que va a ganar la 'Reina de la Edad Media' es mentira, porque Telecinco ha desmentido que vaya a pagarle esas cantidades que se manejan. Qué queréis que os diga, yo no me lo creo, porque la audiencia que va a conseguir gracias a ella le generará unos beneficios más que suficientes como para mantenerla en antena varios años.
Lo peor de todo no es todo lo que os he contado hasta ahora, porque resulta que esta señora exigía el doble del sueldo que va a ganar. ¿Pero quién te has creído que eres? ¿Qué le has dado tú al mundo aparte de demostrar tu merdellonería y tu cara dura? ¿A quién pretendes engañar con tus sucias mentiras y con un trabajo que se hunde muy por debajo de la más mínima moral? En vez de pedir el doble de dinero, deberías comportarte como una persona honrada y tirar a la basura toda la asquerosa basura que eres y en la que trabajas, renunciar a todo lo que has conseguido habiéndote aprovechado y reído de todos nosotros, y lucirte en una última exclusiva en la que reconozcas lo mala persona que eres. Entonces, y sólo entonces, te aplaudiré y dejaré de dedicarte estas palabras que ahora tanto te mereces.
Y bueno, muchos de vosotros pensaréis: si tan mal te cae, ¿por qué le das tanta bola y no pierdes el tiempo en estas parrafadas? Pues sí, puede resultar paradójico, pero yo soy de los que piensan que, si no te quejas, no consigues lo que quieres. Es más, la anterior entrada que publiqué se la mandé por correo electrónico a Telecinco y aún sigo esperando la respuesta, ni siquiera un "Gracias por contactar con nosotros". Se ve que no saben aceptar las críticas y que para ellos el telespectador no es más que un bobalicón que se sienta en su sofá y se traga todo lo que le ponen en su canal. Pues no, yo no soy de esos y, de hecho, he decidido no ver más Telecinco salvo casos excepcionales, como, por ejemplo, los partidos de España del Mundial que acaba de comenzar, más que nada porque es el único canal que lo retransmite, pero aún así va a ser una tortura tener que escuchar a J. J. Santos, que será todo lo buen periodista que tú quieras, pero de comentar partidos de fútbol no tiene ni idea, yo lo haría mucho mejor que él.
En fin, que a mí me hierve la sangre tanto ver cómo Telecinco me desprecia al no contestar a mi correo (este post también se lo mandaré, a ver si hay más suerte en esta ocasión) como tener que aguantar un año más a Belén Esteban cada día en la tele y cobrando lo que cobra. Ojalá no tuviera que despacharme tan a gusto en temas como éste, y ya van dos veces en un mes, pero no me quedo tranquilo si no le cuento al mundo estas cosas que escribo.

viernes, 11 de junio de 2010

La Copa del Mundo espera al campeón

En estos instantes, el balón empieza a rodar por el césped del Soccer City de Johannesburgo en el partido inaugural del Mundial que enfrenta a la selección anfitriona, Sudáfrica, y a la de México. Dentro de un mes, y de nuevo en este estadio, las dos mejores selecciones disputarán la gran final, pero sólo una encontrará la gloria y levantará la Copa del Mundo.
Comienza el Mundial más ilusionante para España. Es la primera vez que nos sentimos candidatos al título, y no sólo nosotros, las demás selecciones también ven en España una de las rivales a batir tras su éxito en la Eurocopa de 2008, en la que se proclamó campeona desplegando un fútbol de ensueño. Sin duda alguna, la selección española es mejor que las otras 31 que competirán en Sudáfrica, y no es el orgullo patrio el que nos lleva a esta rotunda afirmación, muchos entrenadores y futbolistas así lo piensan, y comparando hombre con hombre, puesto por puesto, España gana por goleada. Pero claro, esa superioridad toca demostrarla en el césped, que es donde se ganan y se pierden los partidos, y no en los medios de comunicación.
Lógicamente, no somos los únicos favoritos. Casi todos coinciden en tener en cuenta a otras tres selecciones: Inglaterra, Argentina y, cómo no, la pentacampeona Brasil. Sin embargo, aunque quizás no parezcan tan potentes como en otras ocasiones, yo nunca descartaría a Italia por ser Italia (¿hay alguna selección más competitiva que ésta?) y a Alemania por ser Alemania (ya lo dijo Lineker: "El fútbol es un juego que enfrenta a once contra once y en el que siempre gana Alemania"). Y luego, en un escalón por debajo, estarían combinados como los de Holanda, Francia o Portugal, y, quién sabe, a lo mejor los africanos llegan más lejos de lo esperado por eso de que están más motivados por jugar en su continente.
Precisamente, esto último está dando mucho que hablar. Por primera vez en la historia, un país africano organiza una competición futbolística tan importante como el Mundial, y, desde que Sudáfrica fue elegida, muchas voces han dudado de su capacidad para poder sacar adelante este evento. Yo no me atrevo a mojarme más de la cuenta en este asunto; sinceramente, no sé si Sudáfrica está suficientemente preparada para ello. Por lo que se ve, los estadios tienen buena pinta y el ambiente que se respira es de esperanza por demostrar al mundo que, si otros lo han hecho, por qué ellos no pueden hacerlo igual de bien. Eso sí, choca bastante, y ya se pudo comprobar en la Copa Confederaciones del pasado año, que el precio de las entradas no se corresponda con el nivel de vida del país africano, donde una gran mayoría vive en la pobreza. De hecho, en dicho torneo, casi todos los encuentros se jugaron ante un público que no llenó los estadios; en fin, esperemos que fuera por la poca expectación que levanta la Copa Confederaciones.
En fin, centrémonos en lo que empieza ahora y repasemos los ocho grupos del Mundial:
  • Grupo A: Sudáfrica, México, Uruguay, Francia.
  • Grupo B: Argentina, Nigeria, Corea del Sur, Grecia.
  • Grupo C: Inglaterra, Estados Unidos, Argelia, Eslovenia.
  • Grupo D: Alemania, Australia, Serbia, Ghana.
  • Grupo E: Holanda, Dinamarca, Japón, Camerún.
  • Grupo F: Italia, Paraguay, Nueva Zelanda, Eslovaquia.
  • Grupo G: Brasil, Corea del Norte, Costa de Marfil, Portugal.
  • Grupo H: España, Suiza, Honduras, Chile.
Las selecciones que aparecen en negrita son las que creo que se clasificarán para los octavos de final. A partir de estas eliminatorias, ya es más complicado apostar por quién pasará y quién no pasará, ya que a un partido todo es posible y los cruces entre los primeros y segundos de grupo pueden aliviar el camino hasta la final o convertirse en un infierno. Yo sólo soy capaz de arriesgarme a citar a los cuatro semifinalistas que creo que superarán las rondas de octavos y cuartos tal y como pienso que se irán sucediendo: Inglaterra, Holanda, Argentina y España.
Como veis, confío en que España llegará al menos hasta la ronda de semifinales, que después alcance la final es otra cosa, aunque creo que está más que capacitada para lograrlo. Y ya que os he detallado mis predicciones, vayamos con las vuestras, es decir, con los resultados de la encuesta que ha estado activa las últimas semanas en la columna lateral. Se ha contabilizado un total de 27 votos que se reparte de la siguiente manera:
  • Será campeona del mundo: 17 votos (62'96%).
  • Será subcampeona: 2 votos (7'41%).
  • Caerá en semifinales: 5 votos (18'52%).
  • Perderá en cuartos de final: 1 voto (3'7%).
  • Caerá en octavos de final: 1 voto (3'7%).
  • No pasa de la fase de grupos: 1 voto (3'7%).
Prácticamente dos de cada tres votantes confía en que España levantará su primera Copa del Mundo el próximo 11 de julio, mientras que dos de vosotros pensáis que la selección se tendrá que conformar con dar la enhorabuena al vencedor. La segunda opción más votada es que caeremos en semifinales, y los tres restantes votos se reparten entre la enésima derrota en cuartos, perder en octavos de final y sucumbir en la fase de grupos, aunque esta opción la veo muy poco probable teniendo en cuenta el nivel de los rivales, pero peores cosas se han visto.
Ya sólo me queda recordar que os contaré la crónica de todos los partidos que dispute España (salvo imprevistos), empezando por los tres primeros (el miércoles 16 a las 16:00 frente a Suiza, el lunes 21 a las 20:30 frente a Honduras y el viernes 25 a las 20:30 frente a Chile) y terminando, ojalá, con la gran final del 11 de julio en el Soccer City Stadium de Johannesburgo en la que nos proclamemos campeones del mundo, así que ahora toca animar a la selección para que con nuestro apoyo consiga lo que todos deseamos: conquistar el Mundial de Sudáfrica de 2010.