lunes, 24 de octubre de 2011

El árbitro preferido de Mou

El Málaga perdió en la noche del sábado por 0-4 frente a un Real Madrid que finiquitó el partido en la primera parte y que contó con la inestimable ayuda de Mateu Lahoz, el árbitro preferido de Mourinho.
Desde el pitido inicial, se vio que el Real Madrid iba a tener una noche redonda: juego de toque y más toque (sí, ése del Barça que siempre han criticado desde que Guardiola entrena al conjunto azulgrana), la suerte de que le llegasen todos los rechaces y que el del silbato estuvo de su parte de principio a fin. A los diez minutos, Higuaín estrenó el marcador al recibir un pase entre líneas de Di María y marcar a puerta vacía después de recortar a Rubén (0-1). El argentino no partió en fuera de juego por un pelo (a saber lo que hubiera pasado en el área contraria). El Málaga estuvo casi desaparecido durante la primera mitad, y, más que por desgana como he leído en el periódico, creo que más bien fue por mérito del Madrid, que lo hizo todo bien hasta el descanso. Los locales dispusieron de su primera gran ocasión en una falta directa botada por Apoño (¿por qué la tira él después de varios partidos sin jugar, cuando nunca ha metido un gol de esta especialidad y teniendo a Cazorla que ya ha metido tres así esta temporada?) que repelió de puños Casillas sin ningún problema. Khedira respondió con un potente disparo desde fuera del área que atajó Rubén en dos tiempos, pero Cristiano Ronaldo no perdonó dos minutos después al aprovechar un centro medido al pie de Di María (0-2); por cierto, que este gol estuvo precedido de una clarísima mano de Marcelo que vio todo el estadio, excepto el que lo tiene que ver. El delantero portugués resolvió el encuentro en las dos siguientes ocasiones madridistas: primero, con un disparo cruzado desde la frontal (0-3), y luego en un córner lanzado por Di María que cabeceó Sergio Ramos en el segundo palo y que finalizó Cristiano Ronaldo con una espuela (0-4). El conjunto blanquiazul tuvo dos ocasiones poco antes del descanso: Cazorla mandó su disparo al lateral de la red, mientras que Joaquín se topó con Casillas en un mano a mano.
El árbitro, Mateu Lahoz, estuvo horrendo. Famoso por pitar muy pocas faltas y por su estilo inglés (excesivamente inglés, mejor dicho), cometió fallos clave en el discurrir del partido. En el minuto dos, acertó al no pitar penalty sobre Cristiano Ronaldo, quien se tiró al notar un levísimo contacto (si es que acaso le roza mínimamente) de Toulalan; y digo yo que entonces tendría que haber amonestado al portugués con amarilla, y si no, ¿por qué sí la vio Baptista hace dos jornadas por una falta mucho más clara? ¿Dónde está el criterio arbitral? Un minuto después, Joaquín fue claramente derribado por Khedira en el área contraria, pero, se deduce que para compensar la acción anterior, Mateu hizo la vista gorda en vez de señalar el punto de penalty. Después vino lo de la mano del segundo gol, y otra más de Sergio Ramos dentro del área, pues su brazo, separado del cuerpo, contactó con el esférico. Más todavía. Eliseu fue el único amonestado del partido por protestarle al árbitro que Arbeloa tenía que ver la amarilla por una falta que la merecía; pues bien, esta tarjeta más la que tendría que haber visto justo antes del descanso por otra de libro sobre Joaquín hubiera supuesto la expulsión del defensa, y alguna que otra tarjeta más de otros jugadores. Total, ¿qué hubiera sido de la segunda parte si en vez de empezar con 0-4 en el marcador hubiera un 0-3 (que por estadística sería un casi 2-3) y jugando el Madrid con uno menos y con dos o tres apercibidos? Otra historia bien diferente.
La segunda mitad fue todo lo contrario de la primera, es decir, control absoluto del Málaga y un Real Madrid prácticamente encerrado en su área. La gran diferencia fue que los locales no tuvieron nada de suerte, empezando por una magistral falta directa de Joaquín que se estrelló en el travesaño ante la mirada de un Casillas petrificado. Los madridistas dispusieron acto seguido de una solitaria contra que finalizó Higuaín con un disparo raso cruzado, y, ya al final del partido, de una falta lanzada por Cristiano Ronaldo que despejó de puños Rubén. Nada más. El Málaga acumuló ocasión tras ocasión y un juego espectacular, al primer toque, con desmarques y con combinaciones perfectas. La tuvieron Eliseu, con un zurdazo que sacó Casillas casi de la escuadra; Rondón, que le picó por encima del portero, pero el esférico se fue fuera por centímetros; luego, el colmo llegó con tres disparos en tres jugadas consecutivas que habrían sido gol de no ser por las cabezas de los defensas visitantes. La última oportunidad la protagonizó Sebas Fernández, que enganchó un remate dentro del área que hizo temblar el larguero.
El árbitro volvió a desesperar a la afición y a los propios jugadores. Xabi Alonso, Arbeloa (sí, ése que ya debía estar en los vestuarios), y un par de futbolistas más del Real Madrid tendrían que haber visto tarjeta amarilla en esta segunda mitad. Y tampoco nos olvidemos de las faltas que ni siquiera llegó a pitar Mateu Lahoz, sobre todo una mucho más que clara sobre Cazorla tras ser empujado en la frontal. Quién sabe si, a pesar de todas las concesiones del trencilla, el Madrid hubiera ganado igualmente, pero qué duda cabe que el Málaga no mereció ayer tanto castigo como indica un marcador que reflejó un 0-4 y que fácilmente podría haber sido un 5-5. Por algo Mateu Lahoz es el árbitro predilecto de Mou...
El Málaga, a pesar de encadenar dos derrotas consecutivas, se mantiene en la parte alta de la clasificación, aunque poco a poco se le van acercando equipos por abajo. Este miércoles jugará en Vallecas a las ocho de la tarde, mientras que el domingo recibirá en La Rosaleda al Espanyol a partir de las diez de la noche (lo de los horarios merece una entrada aparte, a ver si algún día me animo).

2 comentarios:

Miguel dijo...

Robo robo robo. Penoso el árbitro.

Rafalillo dijo...

Deduzco por tus palabras que viste el partido. La verdad es que otras veces nos han robado más (Valencia-Málaga de la temporada pasada y del que también hablé aquí), pero lo del otro día fue de escándalo, a pesar de que apenas se ha hablado de ello por lo abultado del resultado.

Saludos ;)