Hace unos días terminé de leer el tercer libro de este verano, 'El otro mundo o los Estados e Imperios de la Luna', del escritor y pensador francés del siglo XVII Cyrano de Bergerac.
El propio Cyrano de Bergerac es el protagonista de esta obra, quien emprende un viaje a la Luna con la ayuda de un artefacto. Los habitantes de allí caminan a cuatro patas, son más grandes que los humanos y consideran que la Luna es nuestro mundo, la Tierra, y no al revés. Entre otros se encuentra con Elías, con quien departe de algunas de las historias que se narran en la Biblia y de otros temas religiosos. Más tarde, conoce a otros habitantes de este nuevo mundo, con la ayuda de los cuales observa que la forma de vivir es muy diferente a la de nuestro planeta en varios aspectos, y por último entabla una conversación con uno de ellos en la que discuten acerca de cuestiones tan dispares como la existencia de Dios, el funcionamiento de los cinco sentidos o las condiciones que deben cumplirse para que una guerra sea justa.
Me compré este libro hace ya más de diez años, cuando todavía estaba en el colegio, y la verdad es que, después de haberlo leído, no sé qué se me pasó por la cabeza para querer tenerlo, porque ni siquiera ahora lo hubiera considerado leyendo el resumen de la contraportada. El libro apenas tiene 120 páginas, pero se me ha hecho eterno, sobre todo al principio, tanto que he tardado cuatro días en leerlo porque llegaba un momento que hasta cansaba, que leía por leer si saber lo que estaba leyendo, sin saber quién era el que estaba hablando en cada línea. Lo he terminado porque hace unos años me propuse no dejar a medias ningún libro, aunque con éste he estado a punto de romper con esta norma. Me ha costado un poco leerlo porque se escribió cuatro siglos atrás, así que la forma de expresarse es bien diferente a la actual, y además desde el principio no me sentí a gusto ni con la trama ni con la manera de contarla, un tanto desordenada, por lo que, como he dicho antes, llegaba un momento que leía por leer. La segunda mitad del texto sí me ha gustado un poco más, en concreto cuando se explican las diferencias entre el mundo de la Luna y el nuestro, así como cuando se analiza el porqué de ciertas cosas; en cualquier caso, no quita que el libro me haya decepcionado en líneas generales. Este libro está considerado como uno de los precursores de la ciencia-ficción, lo cual es indiscutible, y como un medio del autor para exponer su postura filosófica, pues de hecho Cyrano es el viajero. Existe una segunda parte en la que se viaja al Sol, pero me temo que me ahorraré hacer la maleta para visitar un mundo tan caluroso.
2 comentarios:
Me gusta que hables de este libro.
Podríamos pasar muchas horas y muchos días hablando de muchas cosas.
¿Pero sabes lo que más me ha gustado?
Que precisamente hoy, hay superluna.
No se si lo tenías previsto, y de no ser así, ha sido una causalidad muy interesante.
Saludos, desde mi terraza.
Pues yo no tengo mucho que hablar bueno de este libro, así que, cambiando de tema, sí, ya sabía que había superluna, y la vi, concretamente cuando empezaba a asomar por encima de los edificios, por lo que la ilusión de que era más grande se notó un poco más.
Hasta la próxima ;)
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