jueves, 18 de julio de 2019

Los gritos del pasado

Hace un par de días terminé de leer el segundo libro que he devorado este verano, y ha sido 'Los gritos del pasado', de la escritora sueca Camilla Läckberg.
Las vacaciones de Erica Falck y Patrik Hedström, que están a punto de ser padres, se ven interrumpidas por la aparición del cadáver de una joven turista alemana cerca de Fjällbacka. El cuerpo está desnudo y lleno de heridas y lesiones, pero lo más desconcertante es que debajo encuentran los esqueletos de dos chicas que desaparecieron hace más de veinte años. Patrik y su equipo se ponen al frente de la investigación y descubren que el principal sospechoso de aquellas desapariciones es Johannes Hult, que se suicidó poco después tras haber sido denunciado por Gabriel, su propio hermano. La turbulenta y tensa relación de los integrantes de la familia Hult, así como los secretos que ocultan algunos de ellos, dificultan la resolución del crimen, el cual se complica todavía más cuando unos padres acuden a comisaría para denunciar que su hija lleva varias horas sin dar señales de vida.
Hace tres años, cuando leí 'La princesa de hielo', el primer título de la serie de Los crímenes de Fjällbacka de la escritora sueca Camilla Läckberg, me animé a continuarla, y la verdad es que dicha decisión no pudo ser más acertada. Si ya me gustó aquella lectura, la de 'Los gritos del pasado' ha sido incluso mejor, puesto que me ha enganchado desde la primera página hasta la última gracias a la excelente narración de la trama, fluida y para nada enrevesada, y con unos diálogos muy creíbles y naturales; por otra parte, el que también se expliquen los problemas y vicisitudes del día a día de los personajes, además de la propia resolución del caso, permite que te involucres incluso más en la historia y que entiendas la forma de comportarse de cada uno de ellos. Esta vez, el papel de Erica pasa a ser secundario y pierde protagonismo en favor de Patrik, su pareja, quien se aleja de ese perfil de detective que trabaja prácticamente en solitario, como ocurre con los clásicos Sherlock Holmes o Hércules Poirot, ya que se rodea de varios compañeros muy diferentes entre sí que también cumplen con una misión más o menos decisiva en la investigación. Sí que tengo que decir que el final me ha dejado con algunas incógnitas sin resolver del todo, pues no he terminado de entender el por qué de dos o tres detalles que se mencionan en la historia, pero a esto le doy una importancia mínima. Mantengo mi idea de seguir leyendo a Camilla Läckberg y sus crímenes de Fjällbacka, y es que a buen seguro que disfrutaré con esas futuras lecturas al igual que lo he hecho con las dos primeras.

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