El Málaga cosechó en la tarde de ayer el cuarto empate de la temporada tras firmar las tablas (1-1) con un Granada 74 que estuvo mejor plantado en el terreno de juego y que pudo llevarse la victoria en alguna de las ocasiones malogradas por sus jugadores.
El partido comenzó con un Málaga lanzado a por la victoria. Muestra de ello es que, a los dos minutos, le fue anulado un gol claramente legal: Rossato botó una falta desde la banda derecha, un defensa granadino despejó hacia atrás y Apoño, que no estaba en fuera de juego como indicó el juez de línea, ya que el balón provenía de un contrario, remachó a la red el balón. Primera decisión arbitral errónea de la tarde en contra de los locales. A los pocos minutos, los visitantes dieron muestras de vida con un remate de Francisco, que recibió el balón en posición antirreglamentaria. Al cuarto de hora, el conjunto blanquiazul se adelantó en el marcador: Baha se internó en el área y pasó el esférico a Salva, que, tras forcejear con Crespi y zafarse de éste, batió por bajo al portero visitante (1-0). El partido se ponía de cara para los locales, pero poco duró la alegría, ya que ocho minutos más tarde el Granada 74 igualó la contienda: Gibanel recibió sólo en la frontal del área, y su disparo fue magistralmente repelido por Goitia, pero el rechace lo aprovechó Javi Guerra poner las tablas en el luminoso (1-1). A partir de ese momento, el Málaga se diluyó y cedió el control del balón al conjunto visitante, que dispuso de alguna que otra ocasión de gol en la primera parte. Por lo que se refiere a la actuación arbitral, de nuevo un gol injustamente anulado a los blanquiazules, al igual que en la jornada anterior. Además, el criterio para sancionar las faltas resultó ser bastante extraña; como ejemplo podemos citar que Cheli vio tarjeta amarilla, justamente, por una entrada en el centro del campo, pero no ocurrió lo mismo con una falta idéntica del bando contrario sobre éste jugador, que ni siquiera se señaló, o una clarísima obstrucción sobre Calleja en un contragolpe en el que se marchaba solo por su banda, que se sancionó con falta pero sin tarjeta amarilla.
En la segunda parte, se continuó el guión que se dejó al descanso. El Granada 74 volvió a tomar las riendas del partido frente a un Málaga inoperante y sin recursos que no conseguía hilvanar una jugada medio decente. A poco de comenzar este período, Francisco inició un contraataque, pasó el balón a su compañero y ex-malaguista Luque, que, prácticamente solo, malogró una gran oportunidad, ya que su potente disparo fue despejado por Goitia tras sacar una mano providencial. El resto del encuentro se podría resumir con estas palabras: el Málaga trató de buscar el gol que le diera la victoria, pero apenas pudo rebasar la línea defensiva de los visitantes, que se dedicaron a lanzar varios contragolpes aprovechando la velocidad de sus puntas. Los locales jugaron los últimos veinte minutos con hasta ocho jugadores de marcado carácter ofensivo, pero ni por esas se pudo crear una ocasión clara de gol, ya que, además, el conjunto granadino apuntaló la zona de contención para contrarrestar los cambios introducidos por el entrenador local. Por su parte, el árbitro volvió a mostrar un nivel deficiente con su actuación, sobre todo al permitir que los jugadores visitantes, muy especialmente su portero Jaime, que no vio la amarilla hasta el minuto noventa, perdieran tiempo, lo que ralentizó el juego en exceso y provocó que la afición se airara.
Este empate, unido al idéntico resultado conseguido por el segundo clasificado, el Numancia, permite al Málaga seguir una semana más líder de la categoría, aunque la ventaja sobre el cuarto se reduce a ocho puntos, tras la victoria del Elche. La próxima semana, los blanquiazules viajarán a las Islas Canarias para medirse al Tenerife en la última jornada de la primera vuelta; el encuentro tendrá lugar el domingo a las 18:00h y será retransmitido pro Localia.
El partido comenzó con un Málaga lanzado a por la victoria. Muestra de ello es que, a los dos minutos, le fue anulado un gol claramente legal: Rossato botó una falta desde la banda derecha, un defensa granadino despejó hacia atrás y Apoño, que no estaba en fuera de juego como indicó el juez de línea, ya que el balón provenía de un contrario, remachó a la red el balón. Primera decisión arbitral errónea de la tarde en contra de los locales. A los pocos minutos, los visitantes dieron muestras de vida con un remate de Francisco, que recibió el balón en posición antirreglamentaria. Al cuarto de hora, el conjunto blanquiazul se adelantó en el marcador: Baha se internó en el área y pasó el esférico a Salva, que, tras forcejear con Crespi y zafarse de éste, batió por bajo al portero visitante (1-0). El partido se ponía de cara para los locales, pero poco duró la alegría, ya que ocho minutos más tarde el Granada 74 igualó la contienda: Gibanel recibió sólo en la frontal del área, y su disparo fue magistralmente repelido por Goitia, pero el rechace lo aprovechó Javi Guerra poner las tablas en el luminoso (1-1). A partir de ese momento, el Málaga se diluyó y cedió el control del balón al conjunto visitante, que dispuso de alguna que otra ocasión de gol en la primera parte. Por lo que se refiere a la actuación arbitral, de nuevo un gol injustamente anulado a los blanquiazules, al igual que en la jornada anterior. Además, el criterio para sancionar las faltas resultó ser bastante extraña; como ejemplo podemos citar que Cheli vio tarjeta amarilla, justamente, por una entrada en el centro del campo, pero no ocurrió lo mismo con una falta idéntica del bando contrario sobre éste jugador, que ni siquiera se señaló, o una clarísima obstrucción sobre Calleja en un contragolpe en el que se marchaba solo por su banda, que se sancionó con falta pero sin tarjeta amarilla.
En la segunda parte, se continuó el guión que se dejó al descanso. El Granada 74 volvió a tomar las riendas del partido frente a un Málaga inoperante y sin recursos que no conseguía hilvanar una jugada medio decente. A poco de comenzar este período, Francisco inició un contraataque, pasó el balón a su compañero y ex-malaguista Luque, que, prácticamente solo, malogró una gran oportunidad, ya que su potente disparo fue despejado por Goitia tras sacar una mano providencial. El resto del encuentro se podría resumir con estas palabras: el Málaga trató de buscar el gol que le diera la victoria, pero apenas pudo rebasar la línea defensiva de los visitantes, que se dedicaron a lanzar varios contragolpes aprovechando la velocidad de sus puntas. Los locales jugaron los últimos veinte minutos con hasta ocho jugadores de marcado carácter ofensivo, pero ni por esas se pudo crear una ocasión clara de gol, ya que, además, el conjunto granadino apuntaló la zona de contención para contrarrestar los cambios introducidos por el entrenador local. Por su parte, el árbitro volvió a mostrar un nivel deficiente con su actuación, sobre todo al permitir que los jugadores visitantes, muy especialmente su portero Jaime, que no vio la amarilla hasta el minuto noventa, perdieran tiempo, lo que ralentizó el juego en exceso y provocó que la afición se airara.
Este empate, unido al idéntico resultado conseguido por el segundo clasificado, el Numancia, permite al Málaga seguir una semana más líder de la categoría, aunque la ventaja sobre el cuarto se reduce a ocho puntos, tras la victoria del Elche. La próxima semana, los blanquiazules viajarán a las Islas Canarias para medirse al Tenerife en la última jornada de la primera vuelta; el encuentro tendrá lugar el domingo a las 18:00h y será retransmitido pro Localia.
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