El enigma del cuatro

Antes del viaje a Valencia, me leí 'El enigma del cuatro', escrito conjuntamente por dos jóvenes estadounidenses, Ian Caldwell y Dustin Thomason.
Tom Sullivan es un joven estudiante de la prestigiosa universidad de Princeton que está ayudando a uno de sus compañeros de piso, Paul Harris, en su investigación sobre un libro renacentista, la Hypnerotomachia Poliphili, que ya había estudiado su padre antes de morir en un accidente de tráfico del que él sí pudo salir vivo. Dicho libro está rodeado de varios misterios que durante siglos ha mantenido en vilo a varios investigadores de todo el mundo, entre ellos, algunos profesores de la universidad de Princeton que están ayudando a Paul a elaborar su tesina sobre el libro. La obsesión de Tom por descubrir el misterio pone en peligro su relación con Katie, su novia, que le da a elegir entre ella y el dichoso libro. El descubrimiento de un diario que contiene las claves para descifrar el contenido de la Hypnerotomachia y el asesinato de uno de los profesores, entre otros hechos, hace que Tom y Paul tengan que poner en juego sus propias vidas y las de sus amigos para poner fin al misterio.
Sinceramente, me esperaba mucho más del libro antes de leerlo, entre otras razones, porque había sido número uno en ventas en varios países y el tema era bastante interesante. Se hace muy pesado por momentos, alargando la historia innecesariamente, lo que consiguen los autores con capítulos que no aportan nada a la trama principal. Sólo en aquellos capítulos en los que se trata lo verdaderamente importante de la historia deja uno de estar aburrido de pasar páginas. Posiblemente, una segunda lectura cambiaría mi crítica, pero de los cuatro libros que me leído este verano, 'El enigma del cuatro' sería el que menos recomendaría.