El Málaga encadenó en la tarde de ayer su cuarto empate consecutivo tras igualar 1-1 frente al Osasuna en un partido en el que los blanquiazules merecieron llevarse la victoria.
Los primeros minutos fueron de tanteo, sin un dominador claro, aunque, conforme avanzaba la primera parte, el Málaga tomó las riendas. El primer acercamiento estuvo protagonizado por Obinna, que, tras una larga galopada, se internó en el área para ceder el balón a Baha, quien fue trastabillado por un defensa osasunista cuando se disponía a rematar; la acción debió ser castigada con penalty, pero el árbitro no lo quiso conceder. A los veinte minutos, llegó el único remate de los visitantes antes del descanso con un cabezazo de Masoud que logró atajar Munúa sin problemas. Poco después, el Málaga dispuso de una gran ocasión para ponerse por delante en el marcador, pero el disparo de Fernando a pase de Baha fue repelido por una mano milagrosa de Ricardo. El árbitro tuvo varios fallos, además del referido penalty no señalado, ya que fue muy protestado al mostrarle la amarilla a Obinna al interpretar que se tiró cuando se quedaba solo delante del portero tras superar a dos defensas en velocidad; la acción, cuanto menos, deja muchas dudas.
La segunda mitad comenzó con el Osasuna inaugurando el marcador: un saque de banda llegó al corazón del área, donde la defensa no consiguió despejar, lo que aprovechó Aranda para ceder de cabeza a Masoud, que fusiló a Munúa a corta distancia (0-1). De aquí al final, los visitantes no volvieron a acercarse a la portería contraria, todo lo contrario que el Málaga, que buscaba un gol para, al menos, salvar un punto. En el ecuador de la segunda parte, Duda botó una falta directa que se estrelló en el palo; Fernando cazó el rechace y disparó a portería, pero el esférico se encontró en su trayectoria con el cuerpo de Obinna cuando parecía que iba a entrar. Duda volvió a intentarlo minutos después, pero esta vez su lanzamiento se marchó ligeramente por encima del larguero. Quien si logró ver puerta fue Apoño a diez minutos del final, al botar una falta desde la esquina del área grande; el balón, tras pasar por una maraña de piernas, no la tocó nadie y acabó introduciéndose en la portería defendida por Ricardo (1-1). Al final, el Málaga se tuvo que conformar con un empate que le supo a poco, ya que el Osasuna sólo tuvo dos ocasiones en todo el partido y logró convertir una de ellas, mientras que a los locales no les sonrió la suerte.
Los últimos cuatro puntos en otros tantos partidos no permiten al Málaga salir del descenso, además de ver que la salvación está, precisamente, a esa distancia. El próximo domingo viajará hasta Valladolid para medirse a las cinco de la tarde a este rival directo en la lucha por la permanencia; la victoria tiene que llegar sí o sí en este encuentro, ya que desde la primera jornada, allá por agosto, no suma tres puntos de una tacada.
Los primeros minutos fueron de tanteo, sin un dominador claro, aunque, conforme avanzaba la primera parte, el Málaga tomó las riendas. El primer acercamiento estuvo protagonizado por Obinna, que, tras una larga galopada, se internó en el área para ceder el balón a Baha, quien fue trastabillado por un defensa osasunista cuando se disponía a rematar; la acción debió ser castigada con penalty, pero el árbitro no lo quiso conceder. A los veinte minutos, llegó el único remate de los visitantes antes del descanso con un cabezazo de Masoud que logró atajar Munúa sin problemas. Poco después, el Málaga dispuso de una gran ocasión para ponerse por delante en el marcador, pero el disparo de Fernando a pase de Baha fue repelido por una mano milagrosa de Ricardo. El árbitro tuvo varios fallos, además del referido penalty no señalado, ya que fue muy protestado al mostrarle la amarilla a Obinna al interpretar que se tiró cuando se quedaba solo delante del portero tras superar a dos defensas en velocidad; la acción, cuanto menos, deja muchas dudas.
La segunda mitad comenzó con el Osasuna inaugurando el marcador: un saque de banda llegó al corazón del área, donde la defensa no consiguió despejar, lo que aprovechó Aranda para ceder de cabeza a Masoud, que fusiló a Munúa a corta distancia (0-1). De aquí al final, los visitantes no volvieron a acercarse a la portería contraria, todo lo contrario que el Málaga, que buscaba un gol para, al menos, salvar un punto. En el ecuador de la segunda parte, Duda botó una falta directa que se estrelló en el palo; Fernando cazó el rechace y disparó a portería, pero el esférico se encontró en su trayectoria con el cuerpo de Obinna cuando parecía que iba a entrar. Duda volvió a intentarlo minutos después, pero esta vez su lanzamiento se marchó ligeramente por encima del larguero. Quien si logró ver puerta fue Apoño a diez minutos del final, al botar una falta desde la esquina del área grande; el balón, tras pasar por una maraña de piernas, no la tocó nadie y acabó introduciéndose en la portería defendida por Ricardo (1-1). Al final, el Málaga se tuvo que conformar con un empate que le supo a poco, ya que el Osasuna sólo tuvo dos ocasiones en todo el partido y logró convertir una de ellas, mientras que a los locales no les sonrió la suerte.
Los últimos cuatro puntos en otros tantos partidos no permiten al Málaga salir del descenso, además de ver que la salvación está, precisamente, a esa distancia. El próximo domingo viajará hasta Valladolid para medirse a las cinco de la tarde a este rival directo en la lucha por la permanencia; la victoria tiene que llegar sí o sí en este encuentro, ya que desde la primera jornada, allá por agosto, no suma tres puntos de una tacada.
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