El Málaga cayó derrotado ayer por la tarde por 1-2 frente a un Zaragoza que supo jugar mejor y sin precipitarse, todo lo contrario que los blanquiazules, que se hunden en el farolillo rojo.
No empezó demasiado mal el encuentro para el Málaga, que, aunque no dominaba con excesiva claridad, llegó al área rival con bastante peligro. A los diez minutos, Eliseu recibió un pase de Rondón en la frontal y, tras regatear a un defensa sobre la línea de fondo, intentó devolvérsela al venezolano para que rematase a placer, pero el balón rebotó en una extraña carambola y a punto estuvo de colarse en la portería. Al cuarto de hora, de nuevo el Málaga al ataque, esta vez por la banda izquierda, donde Mtiliga centró al corazón del área para que Duda batiese a Leo Franco de primeras (1-0). Apenas dos minutos más tarde, los locales pudieron ampliar su ventaja en el marcador con una falta directa botada magistralmente por Duda que se estrelló en la madera tras tocar levemente Leo Franco con la manopla. A partir de entonces, el Zaragoza comenzó a nivelar la posesión del esférico y el control del partido, que pasó a no tener un dominador claro, aunque las llegadas locales desaparecieron en favor de las de los visitantes, quienes dieron el primer aviso serio a la media hora con una falta en diagonal lanzada por Gabi que Braulio cabeceó en el segundo palo, pero Asenjo respondió con una gran parada. Pocos minutos después, Gabi sacó otra falta, esta vez casi desde el córner, que encontró a Bertolo solo en el segundo palo para que rematase de cabeza a placer tras una mala salida del meta malaguista (1-1). El árbitro estuvo bastante bien, sin complicarse mucho la vida y mostrando las tarjetas justas y necesarias.
La segunda parte fue una mera continuación de la primera, es decir, el Zaragoza fue poco a poco asentándose mejor en el terreno de juego frente a un Málaga muy impreciso y dubitativo en los pases. Fueron los locales quienes dispusieron de la primera oportunidad clara con un centro de Duda desde la derecha al que no llegó Rondón en el segundo palo por centímetros. En la siguiente jugada, los maños respondieron con una incursión de Bertolo cuyo remate, tras tocar levemente en Manolo, se marchó rozando el palo. El futbolista argentino protagonizó poco después una acción similar, pero ahora se topó con Asenjo, que repelió su disparo. El Málaga no se acercó mucho al área rival, aunque tuvo sus opciones con un remate desde la frontal de Quincy y otro de Baptista dentro del área que Leo Franco evitó con sendas intervenciones. Sinama dio un aviso más que serio con un control de pecho dentro del área y un posterior disparo que Asenjo repelió con un pie providencial, pero, tres minutos después, el aviso se convirtió en realidad: Sinama recoge un pase en largo, se zafa de Helder Rosario nada más entrar en el área y bate por bajo al portero con un remate ajustado al poste (1-2). Ya en el descuento, a la desesperada, los blanquiazules pudieron empatar el encuentro en una falta botada por Duda que Rondón cabeceó al larguero. El árbitro mantuvo el nivel mostrado en la primera parte, aunque se equivocó al no amonestar con amarilla a Bertolo, quien intentó engañarle en un penalty que no fue; precisamente, un minuto más tarde, el mismo jugador vio tarjeta amarilla por una falta, por lo que debió haber sido expulsado.
Esta derrota, unida a los demás resultados de la jornada, deja al Málaga en última posición con diecisiete puntos. Se escapan tres puntos más que importantes frente a un rival directo, pero lo peor de todo son las malas sensaciones mostradas ayer. El próximo domingo a las cinco de la tarde, el conjunto blanquiazul se medirá al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán.
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