Al final, elecciones anticipadas. Quién lo diría después de que tanto Jose Luis Rodríguez Zapatero como el PSOE hayan repetido por activa y por pasiva que ni por asomo se planteaban adelantar las elecciones generales que, en teoría, tendrían que celebrarse en la primavera de 2012. Los españoles estamos convocados a las urnas el 20 de noviembre para elegir al Gobierno que dirigirá el rumbo de este país durante los próximos cuatro años.
"La decisión está tomada desde hace tiempo". Me hace gracia esta frase salida de la boca del todavía Presidente del Gobierno. Está más que claro: nos está tomando el pelo. O esto, o es la primera prueba de que en cuanto abandone La Moncloa se va a dedicar al mundo del humor. En 'El club de la comedia' no creo que le cierren las puertas, que donde caben dos caben tres. Hasta hace unas semanas, reiteraba ante las constantes presiones procedentes de la oposición popular (apréciese el doble sentido de este vocablo, pues me refiero tanto al PP como al pueblo) que su intención era agotar su legislatura para poder acometer las reformas que quedan pendientes, aunque yo creo que más bien era por orgullo propio y cabezonería. Vamos, un claro ejemplo de que el refranero español es una fuente de sabiduría, porque se me viene a la cabeza lo de "donde dije digo, digo Diego".
La desconfianza en la persona de Jose Luis es tal que ya se está comentando que el anuncio del anticipo de las elecciones ha sido fruto de los deseos del PSOE y del que será candidato socialista en los comicios, Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque cualquiera diría que ha estado jugando a la ruleta de la margarita, es decir, que, en vez de un 'me quiere, no me quiere', el deshoje ha sido un 'las adelanto, no las adelanto'. A pesar de haberse retractado de sus propias palabras, no cabe duda de que ésta ha sido la mejor decisión que ha tomado Zapatero a lo largo de su mandato. No estoy queriendo decir que en sus más de siete años como líder del Ejecutivo no haya dado con la tecla en ningún momento; sin embargo, sus pocos aciertos se antojan insuficientes ante tantos errores. Se ha visto condenado por la crisis económica y por una cifra de parados que no paraba de crecer con el paso de los meses. Las críticas, como casi siempre, pesan mucho más que los aplausos.
Obviamente, el adelanto de las elecciones generales se antojaba más que necesario, y esta afirmación no es partidista por mi parte. Es evidente que España no va bien y que las medidas aplicadas hasta el momento no están surtiendo el efecto deseado, en parte por la incapacidad del Gobierno y también porque las circunstancias no han sido favorables, así que lo mejor que se podía hacer era convocarlas lo antes posible, y que gane el mejor. Se necesita un nuevo punto de partida. Que gana el PSOE, pues que demuestre que no va a tropezar dos veces con la misma piedra. Que gana el PP, pues que demuestre que tiene soluciones. Que gana otro partido... Bueno, aquí no digo nada porque esta opción la veo imposible.
El anuncio, para algunos cantado y para otros inesperado, ha sido muy comentado por la fecha escogida. El 20 de noviembre fue el día que falleció Francisco Franco, y no son muchos los que se han apresurado a afirmar que la elección del día de los comicios ha sido el primer golpe de efecto de los socialistas por las connotaciones políticas e ideológicas que dicho aniversario conlleva. En mi opinión, dudo que los españoles vayan a sentirse influenciados y, por consiguiente, que los resultados vayan a verse afectados por esta coincidencia. También merece ser comentado el día del anuncio. En este caso, Rodríguez Zapatero ha sido más listo que nadie: viernes, final de mes, comienzo de las vacaciones. Conclusión: mes de agosto tranquilo.
Me centro ya en los comicios del 20-N. El duelo Rubalcaba-Rajoy es indudable, más que nada porque, por más partidos que se presenten, España es bipartidista. Se presume un enfrentamiento al más puro estilo Madrid-Barça de los últimos tiempos, es decir, un PP favorito que ha arrasado en las municipales y en las autonómicas de la misma forma que los azulgranas se llevan el trofeo de casi cada torneo en el que compiten, y un PSOE que trata de resurgir de sus cenizas y de revertir lo que dictan las encuestas al igual que los blancos tiran de chequera para volver a ser el equipo que fue antaño. Y, siguiendo con el símil futbolístico, también hay que recalcar que se echa en falta una tercera fuerza que a medio plazo pueda convertirse en una alternativa real y sólida. El problema es que la Ley Electoral no favorece a los partidos minoritarios, por lo que me temo que, salvo reformas legales, seguiremos siendo gobernados por el PPSOE.
La campaña electoral ya tiene su pistoletazo de salida. El mes de agosto se quedará mudo de opiniones. Septiembre y octubre darán que hablar. Noviembre juzgará y pondrá a cada uno en su sitio.
Obviamente, el adelanto de las elecciones generales se antojaba más que necesario, y esta afirmación no es partidista por mi parte. Es evidente que España no va bien y que las medidas aplicadas hasta el momento no están surtiendo el efecto deseado, en parte por la incapacidad del Gobierno y también porque las circunstancias no han sido favorables, así que lo mejor que se podía hacer era convocarlas lo antes posible, y que gane el mejor. Se necesita un nuevo punto de partida. Que gana el PSOE, pues que demuestre que no va a tropezar dos veces con la misma piedra. Que gana el PP, pues que demuestre que tiene soluciones. Que gana otro partido... Bueno, aquí no digo nada porque esta opción la veo imposible.
El anuncio, para algunos cantado y para otros inesperado, ha sido muy comentado por la fecha escogida. El 20 de noviembre fue el día que falleció Francisco Franco, y no son muchos los que se han apresurado a afirmar que la elección del día de los comicios ha sido el primer golpe de efecto de los socialistas por las connotaciones políticas e ideológicas que dicho aniversario conlleva. En mi opinión, dudo que los españoles vayan a sentirse influenciados y, por consiguiente, que los resultados vayan a verse afectados por esta coincidencia. También merece ser comentado el día del anuncio. En este caso, Rodríguez Zapatero ha sido más listo que nadie: viernes, final de mes, comienzo de las vacaciones. Conclusión: mes de agosto tranquilo.
Me centro ya en los comicios del 20-N. El duelo Rubalcaba-Rajoy es indudable, más que nada porque, por más partidos que se presenten, España es bipartidista. Se presume un enfrentamiento al más puro estilo Madrid-Barça de los últimos tiempos, es decir, un PP favorito que ha arrasado en las municipales y en las autonómicas de la misma forma que los azulgranas se llevan el trofeo de casi cada torneo en el que compiten, y un PSOE que trata de resurgir de sus cenizas y de revertir lo que dictan las encuestas al igual que los blancos tiran de chequera para volver a ser el equipo que fue antaño. Y, siguiendo con el símil futbolístico, también hay que recalcar que se echa en falta una tercera fuerza que a medio plazo pueda convertirse en una alternativa real y sólida. El problema es que la Ley Electoral no favorece a los partidos minoritarios, por lo que me temo que, salvo reformas legales, seguiremos siendo gobernados por el PPSOE.
La campaña electoral ya tiene su pistoletazo de salida. El mes de agosto se quedará mudo de opiniones. Septiembre y octubre darán que hablar. Noviembre juzgará y pondrá a cada uno en su sitio.
4 comentarios:
Un apluso. Lo has clavado en esta entrada. Por cierto, me ha molado lo de 'popular' y el 'PPSOE', ah!, y esa tercera fuerza política que crees que debería existir se llama UPyD y le harían falta más votos ;)
Saludos!
No entiendo de política (nunca me interesó), pero hay algo que está claro, hace falta un cambio, y cuanto antes mejor.
Lo de la tercera fuerza política, eso creo que siempre le ha correspondido a los comunistas, si esta vez son de derechas, que más da. España es las dos Españas, como decía Machado. Siempre seremos dos Españas, y eso ya lo tengo asumido, no me quiero imaginar lo que nos esperaría el día que seamos tres.
Mejor lo dejamos como está.
Solo espero que cuando toque votar, esta vez lo hagamos usando la cabeza, estos que están ahora, ya han demostrado sobradamente de lo que son capaces.... de aquí a noviembre da tiempo a mandar de vacaciones a otro millón, a este paso los veo en libro Guinnes de los records.
Saludos.
Es una pena. Los españoles vamos a concurrir a estas elecciones sin esperanzas en nuestro país ni en nuestras instituciones ni en los políticos ni en los partidos. Gane quien gane, será un fracaso colectivo y un acicate para el inmovilismo del sistema. ¡Vergüenza!
Miguel: me alegro de que te haya gustado. Para ser el primer post de política medianamente serio que publico en el blog, la verdad es que creo que no me ha quedado nada mal :D
UPyD se supone que a la larga tiene que convertirse en esa tercera fuerza. En las municipales ya dio un aviso, pero me temo que o tardará mucho en serlo o se quedará en el camino.
Rojo Merlin: yo tampoco entiendo mucho de política, más que nada porque me aburre, pero estoy de acuerdo contigo es que el cambio tiene que ser ya o ya.
No creo que los comunistas sean la tercera opción que necesitamos. Teniendo en cuenta que el PSOE es la izquierda y el PP el centro-derecha, haría falta un partido de centro puro y duro que coja lo bueno y descarte lo malo de cada lado.
Por tu comentario, deduzco que tu voto va para el PP. Yo, si te digo la verdad, no tengo muy claro quién se va a llevar mi voto.
Jose Soldado Serrano: lo que le he dicho a Rojo Merlin, y lo que te dije hace poco en tu blog. Mi voto no tiene dueño.
Gracias por vuestros comentarios ;)
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