En la tarde noche de ayer tuvo lugar la salida extraordinaria de Nuestro Padre Jesús de la Columna, titular cristífero de la cofradía de los Gitanos, con motivo del 75 aniversario de la bendición de dicha imagen.
El pasado viernes por la noche se procedió al traslado del Cristo de los Gitanos a su casa hermandad desde la iglesia de los Santos Mártires, templo donde recibe culto la imagen. Lo hizo por el camino más corto en un pequeño trono y con una estética que recreaba la que solía tener la anterior talla que fue destruida en los trágicos sucesos de 1931, pero el plato fuerte era sin duda el de la procesión extraordinaria del sábado por las calles del centro y de la Cruz Verde. El cortejo se puso en marcha a las siete de la tarde tras descubrirse un retablo cerámico en la fachada lateral de la casa hermandad para conmemorar esta efeméride. Tras la cruz guía, flanqueada por faroles, fueron dos hileras de hermanos de la cofradía portando velas, así como el guión corporativo y diversa representación cofrade. Nuestro Padre Jesús de la Columna procesionó en su trono del Lunes Santo, y lució para la ocasión varios estrenos, entre los que destacaron el paño de pureza, las potencias y el dorado de las cadenas que atan las manos del Señor a la columna.
En la primera parte de la procesión extraordinaria, el cortejo discurrió por calles y plazas del centro histórico, como por ejemplo Frailes, Peña, Mariblanca, Comedias, Granada, Casapalma, Cárcer, Madre de Dios o plaza de la Merced, muchas de las cuales suelen formar parte del recorrido de la hermandad de los Gitanos cada Semana Santa; luego, en la segunda parte se pudo disfrutar de la procesión en enclaves nada habituales para esta cofradía, pues lo hizo por los barrios de Lagunillas y Cruz Verde, dejando estampas que pasarán a la historia de la Málaga cofrade. El Señor de la Columna, que estuvo arropado de principio a fin por miles de cofrades que convirtieron un sábado cualquiera de septiembre en un Lunes Santo más, contó con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, algo que ha gustado muy poco a muchos cofrades malagueños por aquello de recurrir a una banda de Sevilla, rival por antonomasia en todo lo que rodea a la Semana Santa, en vez de contar con una de la propia ciudad de Málaga. Yo entiendo las dos posturas, pero de lo que no cabe duda es de ha sido un auténtico lujo poder disfrutar en nuestra ciudad de la calidad interpretativa de una banda tan señera, le pese a quien le pese. Por último, destacar que a lo largo del itinerario se vivieron varios momentos destacables, entre ellos la estación frente a la iglesia de los Mártires, en cuya puerta se situó la Virgen de los Remedios en su trono procesional, otra estación al pasar por la casa hermandad de la Crucifixión, así como las diversas petaladas que Nuestro Padre Jesús de la Columna recibió en varios puntos hasta su encierro a eso de la una y media de la madrugada.
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