Hace unos días terminé de leer el quinto libro de este verano, en concreto 'Inferno', del escritor estadounidense Dan Brown.
El profesor de simbología Robert Langdon se despierta aturdido en un hospital de Florencia con una herida en la cabeza producida por el roce de un bala, y no recuerda nada de lo ocurrido en los dos últimos días. De repente, se ve obligado a huir del hospital acompañado de Sienna Brooks, la doctora que le ha atendido, quien lo lleva a su apartamento. Tras encontrar en su chaqueta un misterioso cilindro con una señal de peligro biológico que contiene el 'Mapa del Infierno' de Botticelli y llamar al Consulado de los Estados Unidos para pedir ayuda, emprende una nueva huida al verse en peligro de muerte, y junto con Sienna se adentra en las calles y monumentos de Florencia en busca de respuestas, las cuales parecen girar en torno al 'Inferno' de Dante Alighieri. Lo que el profesor Robert Langdon no sospecha es que todo este caos ha sido provocado por Bertrand Zobrist, un genetista multimillonario que pretende acabar con la superpoblación del planeta con un virus oculto que está a punto de propagarse.
Es el quinto libro de Dan Brown que leo, entre ellos los tres protagonizados por Robert Langdon que anteceden a éste, y es el primero que me ha dejado un poco indiferente. Partiendo de la evidencia de que es una obra de ficción, el argumento me ha resultado inverosímil, no tanto por el problema del ritmo acelerado con el que está creciendo la población mundial y la solución científica que se propone, que da para pensar, sino más bien por cómo evoluciona la trama y por cómo le surgen al profesor Langdon esos chispazos de lucidez que le hacen caer en la cuenta de dónde hay que seguir buscando pistas y qué significan ciertos mensajes, no está tan conseguido como en los anteriores títulos. Para variar, este libro de Dan Brown, que repite la fórmula de los anteriores, engancha, pues consigue que te quedes con ganas de más por esa forma en la que termina muchos de sus capítulos; no obstante, está peor hilvanado y la trama es demasiado liosa, con demasiados giros argumentales y confusa en varios fragmentos, lo cual me ha dejado con la sensación de que algunas cosas que suceden o se mencionan no quedan del todo bien resueltas o explicadas. Si por algo tengo que felicitar al autor es que ha conseguido engañarme por completo con la identidad y el papel que juega uno de los personajes principales, aunque esta vez sí que he conseguido anticiparme a la resolución de la trama y he descubierto su localización bastante antes que el profesor. También hay que destacar que, tras leer este libro, como me pasó con los otros, me han entrado ganas de visitar las ciudades en las que transcurre el relato (aparte de la ya mencionada Florencia, no diré cuáles para no dar pistas). En fin, sabor agridulce que me hace que me plantee si seguir leyendo los libros protagonizados por Robert Langdon; en principio, leeré 'Origen', que es el último título que ha publicado Dan Brown, pero, si no mejora a 'Inferno', seguramente sea la última oportunidad que le dé a este escritor.
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