Mi segunda lectura de este verano ha sido 'La verdad sobre el caso Savolta', del escritor español Eduardo Mendoza.
Javier Miranda es un joven que trabaja en el despacho de abogados del señor Cortabanyes en la Barcelona de 1917, año en el que la clase obrera comienza a sublevarse para defender sus derechos a través de huelgas y rebeliones que alteran la vida de la ciudad. Por entonces conoce al francés Paul André Lepprince, quien trabaja en la empresa del industrial catalán Enric Savolta, aunque pronto se hará cargo de ella e incluso se casará con la hija de Savolta tras el misterioso asesinato de éste. La confianza que crece entre ellos es tal que Lepprince, cuando se anima a convertirse en alcalde de Barcelona, le propone a Javier que sea su secretario e incluso que se case con María Coral, una joven gitana de un cabaret que fue su amante. Entre tanto, se suceden diversos asesinatos de personas que en mayor o menor medida están relacionadas con la actividad de la empresa de Savolta, cuyos problemas económicos se van acrecentando poco a poco.
Estaba yo en 2º Bachillerato cuando mi profesor de Lengua Castellana y Literatura nos dijo que ese curso teníamos que leer este libro o 'La familia de Pascual Duarte'. Compré los dos y acabé leyendo el de Camilo José Cela, mientras que el de Eduardo Mendoza se quedó en mi estantería a la espera de ser leído más adelante. Pues resulta que han tenido que pasar 17-18 años, la mitad de lo que llevo vivido hasta ahora, para que por fin me haya decidido a leer la primera novela de Mendoza, y la verdad es que me alegro de que en su momento me hubiese decantado por el libro de Cela, ya que ése me gustó mucho y éste me ha gustado más bien poco. No pongo en duda la calidad literaria de esta obra de Eduardo Mendoza, pues se ve que está muy bien escrito y narrado, aunque a mí se me ha hecho un poco pesado por diversos factores, principalmente dos: uno, que la trama no me ha terminado de convencer, ya que no me siento muy atraído por los problemas sociales y laborales de la época en la que está ambientada la obra; y el otro, que en casi todos los capítulos se entremezclan hechos sucedidos en diferentes momentos temporales que no han hecho más que crearme confusión y, por consiguiente, que no haya sido capaz de hilar bien toda la historia, salvo en las últimas páginas, cuando se explica prácticamente todo. Por otra parte, he echado en falta que en el libro tuviese algo más de peso el género policíaco, que algo tiene, y no tanto el social o histórico, y, aunque a priori no contaba con que fuese a gustarme mucho, sí que es cierto que esperaba haber disfrutado un poco más de su lectura. Con estas palabras no pretendo cerrarle la puerta al resto de títulos de uno de los escritores españoles más importantes de los últimos 50 años, puesto que 'El misterio de la cripta embrujada', otro de sus libros más reconocidos, puede que sí se adapte mejor a mis gustos literarios, por lo que probablemente le daré una nueva oportunidad a Eduardo Mendoza en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario