Hace un par de días, terminé de leerme 'El último merovingio', un libro escrito por Jim Hougan y que empecé allá por el mes de agosto, así que ya podéis ir aventurando algo.
El agente de la CIA Jack Dunphy es relevado de sus servicios y destinado a un aburrido trabajo de oficina cuando el hombre que estaba bajo su vigilancia es brutalmente asesinado. Sin embargo, Dunphy pronto se ve perseguido por un sádico asesino y por la propia CIA, que quiere silenciarlo por razones que él no comprende. Cuando empieza a investigar, descubre una trama siniestra en la que están involucrados el espía Allan Dulles, el psicólogo Carl Jung y el poeta Ezra Pound. La estatua milenaria de una Virgen negra le proporciona la primera pista sobre una conspiración que pretende devolver el poder a una antigua dinastía cuyos orígenes se remontan a dos mil años atrás. Así, Dunphy entrará en una espiral de secretos relacionados con el Priorato de Sión y nos introducirá en el oscuro mundo de la mitología mesiánica a través de una trama escalofriantemente verosímil.
Esta sinopsis ha sido copiada literalmente de la cubierta trasera del libro, puesto que he sido incapaz de redactar un resumen que saliera de mi cabeza. Como dije al principio, empecé a leérmelo a mediados del mes de agosto, y, casi desde las primeras páginas, me di cuenta de que iba a ser un tostón. Yo siempre suelo tardar entre una y dos semanas en devorar un libro, pero que haya tardado tres meses en leer 'El último merovingio' dice mucho de él. Muchos diréis: si no te gustaba desde el principio, ¿por qué lo has terminado? Pues porque soy un poco cabezón en este sentido y me gusta acabarlos me gusten o no. Aunque fue escrito antes que 'El código Da Vinci', este libro fue promocionado con la intención de hacer ver a la gente que Dan Brown tiene una narrativa muy simplona y que sus libros son basura; sin embargo, yo tengo que confesar que sí, que es probable que Dan Brown no sea un gran escritor, pero los argumentos de sus obras te enganchan dejándote intrigado al final de cada capítulo, cosa que no consigue la de Jim Hougan salvo durante las cien páginas centrales que sí parecían decir "Dame una oportunidad". En líneas generales, mientras leía 'El último merovingio', lo único que deseaba era pasar las páginas cuanto antes, incluso a veces me entraba sueño; además, el final del libro es simplón y te deja con la sensación de que no te has enterado de nada. Como podréis deducir, no os lo recomiendo en absoluto.
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