sábado, 15 de septiembre de 2012

¡Papá, que tengo trabajo!

El destino es muy caprichoso. Hace unos meses me arrebató a una persona muy importante, y ahora va y me da una grata sorpresa. El 11 de junio me dejó huérfano de padre, y el pasado 6 de septiembre me regaló mi primer trabajo. ¡Sí, papá, tengo trabajo!
Ese jueves 6 de septiembre estaba previsto que fuera un día tan normal como el anterior o el siguiente, pero a eso de las nueve y diez de la mañana sonó el teléfono. Mi madre, que acababa de llegar de comprar el pan y el periódico, descolgó, y desde el otro lado preguntaron por Rafael Martínez. Ella no sabía si se refería a mi padre o a mí, y resulta que era lo segundo, así que se dirigió a mi habitación, donde yo todavía estaba acostado aunque despertándome. Cuando mi madre me dijo que llamaban del colegio de La Asunción me quedé petrificado, y lo primero que pensé era que tenía que forzar un poco la voz para que no se notara que estaba recién levantado. Me puse al teléfono y lo primero que me preguntó la mujer que me llamaba era que si tenía trabajo, a lo que le contesté que no, por lo que inmediatamente me dijo que esa misma tarde a las cuatro y media tenía una entrevista con ella.
Tras colgar, me tumbé de nuevo boca arriba y me tapé con la sábana de los pies a la cabeza. No sé por qué hice eso, pero fue lo que me salió, y me quedé allí meditando unos minutos. Yo no contaba con que un colegio me fuera a llamar a esas alturas del curso, que ni siquiera había comenzado, sino más bien durante éste para suplir una baja por maternidad o jubilación, así que os podréis imaginar que en esos segundos no me podía creer lo que acababa de suceder. Esa mañana tenía que resolver varios asuntos con mi madre y mi hermana, lo cual hizo que estuviera bastante tranquilo antes de un momento tan decisivo como el que iba a vivir unas horas más tarde.
Muy propio de mí, llegué al colegio con bastante antelación, unos quince o veinte minutos antes de tiempo. Me recibió una monja que me invitó a entrar a una sala para esperar allí a la persona que me haría la entrevista de trabajo, que todavía no había llegado, pero que llegaría puntualmente a la cita, como así fue. Esa persona resultó ser la directora del colegio, quien comenzó preguntándome acerca de varios aspectos del currículum vitae que les dejé a finales del curso pasado, a finales de mayo o primeros de junio. Entre medias, llegó la superiora del colegio, que permaneció con nosotros dos hasta el final de la entrevista, que acabaría durando unos tres cuartos de hora. La directora me comentó que el puesto que me ofrecían era de nueva creación, por lo que realmente no venía a sustituir a nadie, y que, en el caso de ser contratado, impartiría clases de Matemáticas, Informática, Proyectos Integrados en Secundaria y Bachillerato, además de un par de asignaturas de Ciclos Formativos. También me estuvo hablando del carácter religioso de ese centro educativo, y yo le dije que me hacía una idea de cómo podía ser porque yo había estudiado en un colegio similar, por lo que en ese aspecto no iba a tener ningún problema.
La directora me preguntó por el contenido de la carpeta que me había llevado a la entrevista, y le dije que le había traído una fotocopia del título universitario que he cursado y las calificaciones tanto de la carrera como de mi etapa escolar. Se quedó muy sorprendida por mis notas, bastante buenas, y también porque, tal y como reflejaba mi currículum, nunca había dejado de estudiar, y es que nada más terminar la carrera realicé unos cursos online de formación relacionados con la educación, luego hice el Máster de Profesorado, y mientras tanto he estado impartiendo clases particulares. Antes de terminar, le comenté un par de cosas. La primera era que le podía facilitar los teléfonos de dos profesores de la universidad a los que podría llamar por si necesitaba referencias de mí. La segunda era que, en caso de que decidieran contratarme, les tenía que pedir un favor muy importante, y es que casualmente la tarde anterior había comprado unos vuelos para ir a Milán en noviembre con motivo del partido de Champions League que jugará allí el Málaga; este viaje era muy importante para mí, ya que, si mi padre no hubiera fallecido, él habría ido, así que le dije que si hacía falta no cobraba esos días o todo el mes, o me ponía a barrer los patios del colegio... Lo que fuera, pero también les recalqué que estaría dispuesto a renunciar al viaje si mi contratación iba a depender de esta circunstancia.
Total, que una vez expuesto y hablado todo, la directora le espetó a la superiora que todo estaba bastante claro y que sí, que me daban el trabajo. Si por la mañana no me podía creer que me habían llamado para una entrevista de trabajo, qué os voy a decir de lo que sentí por dentro cuando escuché esas palabras. Apenas tuve tiempo de asimilar el hecho, y es que a los pocos segundos ya estaba anotando en un folio la documentación que tenía que traer lo antes posible para poder formalizar la contratación. Al día siguiente debuté oficialmente asistiendo al claustro general, donde conocí a la mayoría de los profesores del centro; el lunes tuve el día 'libre' para resolver papeleo, y ya el martes volví al trabajo para el claustro de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos. Estos días han sido de reuniones con los profesores con los que voy a compartir asignaturas, de conocer las instalaciones, de cargar con los libros que voy a utilizar y estudiar, de planificar mi tiempo y conocer mi horario, etc. El próximo lunes comienza el curso, pero no será hasta el martes cuando conozca a mis alumnos, ya que yo no soy tutor de ninguna clase. Y el viernes y el sábado me espera en Navas de Riofrío (Segovia) una convivencia de profesores nuevos de los diferentes colegios que tiene La Asunción repartidos por toda España.
Me esperan unos días muy intensos y de mucha responsabilidad, pero al mismo tiempo estoy muy ilusionado con la nueva etapa que voy a comenzar. Estoy donde quería, siendo profesor en un colegio, aunque no estoy plenamente contento, pues no voy a negar que me hubiera gustado que al llegar a casa tuviera la oportunidad de compartir con mi padre mis primeras experiencias laborales. La vida así, y no me queda otra que asumirla tal y como se me presenta, pero es tan difícil...

13 comentarios:

José Francisco dijo...

Me alegro mucho por ti, enhorabuena.

Miguel dijo...

Grande ahí ese Rafa!!! Suerte en esta nueva etapa!!

Eulerianos dijo...

Mi enhorabuena :)
Me ha gustado mucho el cómo has redactado la entrada x)
Espero que te vaya todo bien :D

Rojo Merlin dijo...

Me alegro muchísimo, más que nada, porque en los tiempos que corren, esto siempre es una buena noticia, y sobre todo, por tu entusiasmo.
Un trabajo es sólo eso, un trabajo, o sea, trabajar. Trabajar cada día. Cada semana. Cada mes...
Como yo llevo toda la vida trabajando, no me queda más que felicitarte, pero por si no quedó claro, lo recalco, te felicito por tu entusiasmo, algo que últimamente se ha perdido, o al menos, eso veo a mi alrededor.
Mucha suerte en tu nuevo trabajo, ya nos contarás como te va.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Aunque creo que ya te dí la enhorabuena por twitter, te la vuelvo a dar: ¡Enhorabuena!

Me alegro que hayas encajado allí bien, y espero que la cosa siga igual de bien con el comienzo del curso.

¡Saludos!

Migue dijo...

felicidades! hoy en dia, tener un trabajo y encima de lo que te gusta, es como para sentirte un privilegiado

Sara dijo...

Rafa, me han emocionado y a la vez ilusionado tus palabras. Hacía ya días que no entraba en tu mundo y he aprovechado, mientras Jordi y tu madre "están" conversando telefónicamente.
Serás un gran profesor, de la misma manera que eres una gran persona.
Tu padre estaría tan feliz de compartir estos momentos con vosotros...
¡Un abrazo muy fuerte!
Sara y Jordi ( aunque aún no se ha enterado)

Rafalillo dijo...

José Francisco: muchas gracias ;)

Miguel: muchas gracias ;)

Eulerianos: muchas gracias ;)
Me alegro de que te haya gustado la forma en la que he narrado esta experiencia.

Rojo Merlin: muchas gracias ;)
Entusiasmo, ganas, ilusión... Tengo mucho de todo esto, y espero cada día tenga más.

Griseo Mitran: gracias de nuevo ;)
Todavía me quedan algunos nombres de profes por conocer, y ahora me toca aprenderme los de los alumnos, que será más largo...

Migue: muchas gracias ;)
Pues sí, por desgracia trabajar se ha convertido en un lujo tal y como están las cosas, y sí, encima es lo que más me gusta, así que no me quejo.

Sara: me alegro de que te hayan gustado.
Ojalá hubiera podido compartir este momento con él, qué te voy a decir...
Jordi ya se había enterado unos minutos antes de que tú escribieras estas líneas, que desde mi habitación escucho la conversación de mi madre :P

Gracias a todos por vuestros comentarios ;)

Rojo Merlin dijo...

Aunque sólo nos conocemos un poquito por aquí, y otro poquito en persona, seguro que lo de aprenderte el nombre de los alumnos no va a ser tan largo como piensas.
Los buenos profesores se aprenden eso antes que el resto de nombres de los demás componentes de la plantilla.
Ya me contarás. Mucha suerte en tu recién estrenado trabajo.
Saludos.

Sara dijo...

Ja, ja... No me refería a tu buen trabajo, sino al hecho de escribir unas palabras en tu blog. Precisamente también tengo la mala costumbre de escuchar " algunas" conversaciones ajenas, por ese motivo entré rápido a tu mundo, para ver si ya habías informado a tus " seguidores"...
Un abrazo. :)

Rafalillo dijo...

Rojo Merlin: aprenderse el nombre de cerca de 150 alumnos no es nada fácil, pero bueno, con el paso de los días se hará.
Muchas gracias por tus ánimos ;)

Sara: yo la escuché sin querer, lo que pasa es que al final uno se entera de todo, incluso de qué va la conversación.
Por cierto, felicidades por el embarazo!!!

Gracias a los dos por vuestros comentarios ;)

Andres dijo...

Enhorabuena campeón, espero que estés disfrutando de esta nueva experiencia y que estés a gusto con ese trabajo, a ver si con el tiempo nos cuentas anécdotas sobre la docencia.

Seguro que tu padre está muy orgulloso allá donde esté.

Un abrazo y muchos ánimos.

Rafalillo dijo...

Muchas gracias, Andrés.

Estoy disfrutando mucho, cada día me siento más cómodo y con más ganas de trabajar. Anécdotas podría contar muchas, empezando por la de ayer, que por la supuesta tromba de agua que iba a caer vinieron todos los padres a recoger a sus hijos.

Eso espero, seguro que lo estará.

Saludos ;)