lunes, 11 de enero de 2010

El árbitro le birla dos puntos al Málaga

El Málaga encadenó su séptima igualada en los últimos ocho encuentros tras empatar 1-1 en la tarde de ayer frente al Athletic de Bilbao, que arrancó un punto al transformar un penalty más que dudoso.
A los tres minutos del comienzo, los blanquiazules estuvieron a punto de celebrar el primer gol del partido con un zurdazo de Mtiliga desde fuera del área que se estrelló en el primer palo tras finalizar una jugada de estrategia en un córner botado por Duda. El Málaga era el que más empeño ponía sobre el césped, pero a los veinte minutos fue el Athletic el que emuló a su rival, ya que Toquero, tras dejada de Llorente con el pecho, vio cómo su disparo cruzado desde la frontal se encontró con la madera. No hubo más ocasiones claras por parte de ninguno de los dos onces, aunque lo intentaron a balón parado los locales y con juego directo los visitantes. A pesar de todo, fue el Málaga el que tuvo más control del esférico, debido en gran parte a la férrea presión y a los numerosos robos de balón en campo contrario. El árbitro apenas tuvo errores importantes en la primera mitad, salvo uno que habría condicionado, y mucho, el resto del encuentro: no se atrevió a mostrarle la segunda amarilla al bilbaíno San José al desplazar el balón cuando el Málaga se disponía a sacar una falta.
La segunda parte comenzó como la primera, con una gran oportunidad para los locales, aunque esta vez sí acabó en gol: falta lateral botada por Duda al corazón del área que encuentra a Weligton, que peina al fondo de las mallas (1-0). El partido se ponía de cara para los malaguistas, pero cometió un error muy grave en estos casos: dar un paso atrás y defender el resultado, en parte por culpa de Muñiz, que introdujo unos cambios totalmente incomprensibles. De hecho, apenas dispuso de una ocasión más, con un centro-chut de Duda desde la banda izquierda que detuvo Iraizoz. Por su parte, el Athletic tuvo varios acercamientos peligrosos, como un disparo lejano de Javi Martínez que Munúa despejó de puños dejando el balón muerto dentro del área, pero Susaeta no lo supo aprovechar; de nuevo, Javi Martínez probó fortuna desde larga distancia, pero el meta malaguista detuvo en dos tiempos; y en una acción similar al gol del Málaga, Javi Martínez cabeceó abajo, pero Munúa estuvo muy rápido para sacar la manopla y despejar a córner, no sin antes rozar el esférico el palo. A falta de doce minutos para el final, llegó la jugada polémica del partido: Iván González despeja de cabeza ante Llorente y el árbitro señala el punto de penalty ante la sorpresa tanto de los jugadores locales como de los visitantes, que ni siquiera protestaron la acción; el mismo Llorente fue el encargado de ejecutar la pena máxima, que Munúa incluso llegó a tocar con las manos, pero no impidió que el gol subiera al marcador (1-1). Ya en el descuento, una falta directa de Duda pareció tocar en el brazo de un defensa rojiblanco, pero aquí el trencilla no quiso ver nada. Además de estas dos polémicas jugadas, el árbitro se limitó a señalas faltas inexistentes y tomar decisiones en contra de los locales, como una clamorosa mano de Amorebieta que cortaba un contragolpe malacitano. Cómo se nota que la historia y los colores del presidente de la Federación pesan más que el bajo presupuesto y la clasificación actual del conjunto de la Costa del Sol.
A pesar de encadenar ya ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota, el Málaga se mantiene en puestos de descenso, aunque se encuentra a sólo un punto de la salvación. El próximo domingo a las cinco de la tarde, jugará de nuevo como local para recibir al Getafe, al que se va a enfrentar tres veces en apenas diez días, ya que el jueves pasado se vieron las caras en la ida de octavos de la Copa del Rey y este miércoles, en tierras madrileñas, se jugará el partido de vuelta.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Rafa, quiero decirte en este comentario que no opino lo mismo que tú en esto del arbitraje. Yo pienso que los árbritos están sometidos a mucha presión. En cuanto a los errores que cometen los trencilla, pues bueno yo creo que son comprensibles porque imagínate estar ahí abajo, en el terreno de juego, todo el mundo mirando, tú corriendo de un lado a otro para ver mejor la acción, cansado y tienes encima que pitar el partido, cosa nada fácil si tienes en cuenta lo rápido que es el fútbol. Respecto a los bajos presupuestos he notado en tí como si los presupuestos lo fueran todo, te recuerdo, y me cuesta mucho, te lo aseguro, que el madrid ¡MI MADRID! perdió 4-0 con el alcorcón.

















Saludos,
Miguel

Rafalillo dijo...

Estoy de acuerdo en que los árbitros están sometidos a mucha presión, pero la misma presión tiene un carnicero que atiende a unos clientes que quieren ser atendidos rápidamente o un informático que tiene que implementar un software.

Si el carnicero tarda mucho en cortar la carne, la gente deja de ir y el jefe echa al carnicero, y si el informático implementa un software lleno de errores, su jefe también le echa. Sin embargo, si un árbitro no pita un penalty que era o no expulsa a un jugador que ha cometido un falta grave, el siguiente fin de semana va a seguir pitando partidos y no le van a echar. Ésa es la diferencia.

Los presupuestos no lo son todo, de hecho el Málaga le ganó también 3-0 al Atlético en la primera jornada, pero sí se tienen mucho en cuenta a la hora de juzgar a un equipo o a otro, eso es indudable.

Un saludo ;)