El Málaga cayó derrotado ayer por la tarde por 1-2 ante la Real Sociedad, que supo leer mejor el encuentro y que se llevó los tres puntos gracias en parte al penalty fallado por Apoño a un cuarto de hora del final.
El primer cuarto de hora fue de tanteo, con pequeños acercamientos a las dos áreas en los que apenas tuvieron que intervenir los guardametas. La primera gran ocasión de la tarde la tuvo el Málaga con un potente disparo de Quincy que repelió Bravo, cuyo rechace llegó a los pies de un escorado Fernando que vio cómo Elustondo sacaba su remate casi bajo palos; pocos minutos después, fue Eliseu el que aprovechó un mal pase de la zaga donostiarra para dibujar una vaselina que se marchó ligeramente por encima del larguero. A pesar de todo, el partido estaba bastante equilibrado, aunque, con el paso de los minutos, era la Real quién iba sintiéndose más cómoda sobre el césped; de hecho, Griezmann avisó con un tiro cruzado a la media hora, pero no perdonó a dos minutos del descanso al colarse entre los dos centrales y batir por bajo ante la salida de Arnau (0-1). El árbitro estuvo regular en líneas generales, con muchos errores de apreciación que se acentuaron sobre todo en los segundos cuarenta y cinco minutos.
En la segunda parte, la Real Sociedad mantuvo el claro dominio de los últimos compases de la primera mitad y fue en busca de un nuevo gol. No llegó con un zapatazo de Xabi Prieto desde fuera del área, pero sí a los diez minutos de la reanudación con un centro del centrocampista donostiarra al segundo palo, donde Joseba Llorente cabeceó el esférico al fondo de las mallas (0-2). El conjunto visitante, casi sin despeinarse, tocaba el balón con total tranquilidad en el centro del campo ante la pasividad del Málaga, que llegaba al área rival con cuentagotas; en uno de los acercamientos, Edinho se topó con el travesaño al cazar un rechace dentro del área. A un cuarto de hora del final, Sebastián Fernández fue derribado dentro del área , por lo que el árbitro señaló el punto de penalty; Apoño redondeó su gran partido (esto es ironía) fallando la pena máxima, que fue abortada por el meta Bravo, quien también repelió el disparo de Kris al rechace, y Apoño, en el segundo rebote, tampoco pudo perforar la portería, pues un defensa sacó en línea de gol su remate a bocajarro. Dos minutos después, un centro de Jesús Gámez desde la banda derecha encontró a Juanmi, que desvió el cuero anticipándose a su marcador para acortar distancias (1-2). El Málaga buscó empatar la contienda, pero sus intentos fueron en vano.
Cinco derrotas en cinco partidos en casa es un bagaje inaceptable para un equipo que aspira a terminar la temporada en la zona media de la clasificación. Tras nueve jornadas transcurridas, el Málaga sólo ha sumado siete puntos y se mete en los puestos de descenso. El próximo sábado viajará hasta Barcelona para medirse al Espanyol a las diez de la noche.
El primer cuarto de hora fue de tanteo, con pequeños acercamientos a las dos áreas en los que apenas tuvieron que intervenir los guardametas. La primera gran ocasión de la tarde la tuvo el Málaga con un potente disparo de Quincy que repelió Bravo, cuyo rechace llegó a los pies de un escorado Fernando que vio cómo Elustondo sacaba su remate casi bajo palos; pocos minutos después, fue Eliseu el que aprovechó un mal pase de la zaga donostiarra para dibujar una vaselina que se marchó ligeramente por encima del larguero. A pesar de todo, el partido estaba bastante equilibrado, aunque, con el paso de los minutos, era la Real quién iba sintiéndose más cómoda sobre el césped; de hecho, Griezmann avisó con un tiro cruzado a la media hora, pero no perdonó a dos minutos del descanso al colarse entre los dos centrales y batir por bajo ante la salida de Arnau (0-1). El árbitro estuvo regular en líneas generales, con muchos errores de apreciación que se acentuaron sobre todo en los segundos cuarenta y cinco minutos.
En la segunda parte, la Real Sociedad mantuvo el claro dominio de los últimos compases de la primera mitad y fue en busca de un nuevo gol. No llegó con un zapatazo de Xabi Prieto desde fuera del área, pero sí a los diez minutos de la reanudación con un centro del centrocampista donostiarra al segundo palo, donde Joseba Llorente cabeceó el esférico al fondo de las mallas (0-2). El conjunto visitante, casi sin despeinarse, tocaba el balón con total tranquilidad en el centro del campo ante la pasividad del Málaga, que llegaba al área rival con cuentagotas; en uno de los acercamientos, Edinho se topó con el travesaño al cazar un rechace dentro del área. A un cuarto de hora del final, Sebastián Fernández fue derribado dentro del área , por lo que el árbitro señaló el punto de penalty; Apoño redondeó su gran partido (esto es ironía) fallando la pena máxima, que fue abortada por el meta Bravo, quien también repelió el disparo de Kris al rechace, y Apoño, en el segundo rebote, tampoco pudo perforar la portería, pues un defensa sacó en línea de gol su remate a bocajarro. Dos minutos después, un centro de Jesús Gámez desde la banda derecha encontró a Juanmi, que desvió el cuero anticipándose a su marcador para acortar distancias (1-2). El Málaga buscó empatar la contienda, pero sus intentos fueron en vano.
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1 comentario:
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