En la tarde-noche de ayer se celebró el tradicional Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, siendo la imagen elegida para este año la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso, que en este 2015 celebra el 75 aniversario de su bendición tras ser tallado por el insigne escultor Mariano Benlliure.
La comitiva partió a las 19:15 de la recién restaurada Iglesia de San Julián, sede de la Agrupación, con un centenar de hermanos de la archicofradía y también del resto de hermandades agrupadas portando cirios, los hermanos mayores de todas las cofradías, así como la representación de la propia Agrupación de Cofradías encabezada por el presidente Eduardo Pastor. Quince minutos más tarde, el Nazareno del Paso salió a calle Nosquera sobre un monte de lirios en el trono de la Virgen de los Dolores de Almogía, al cual se le añadieron cuatro faroles de la Virgen de los Dolores de San Juan de la capital. Muy acertada la estética del titular cristífero de la Esperanza, con túnica morada sin bordar y portando su cruz plana, tal y como fue concebido por su creador allá por 1940.
Una capilla musical de la banda de música de la propia archicofradía acompañó al Nazareno del Paso, que siempre dio la impresión de estar realmente caminando y no portado por hombres de trono, hasta la Catedral, un templo que hasta entonces no había visitado. Ya dentro, fue recibido por el obispo de Málaga, Jesús Catalá, para comenzar de esta forma el rezo de las estaciones del Vía Crucis. El trono del Cristo abandonó las naves catedralicias a las diez de la noche a los sones de la marcha 'Réquiem', interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores del Paso y la Esperanza, la cual sería el acompañamiento musical durante el resto de la procesión. El cortejo discurrió por un itinerario muy recogido, para el cual se escogieron calles estrechas como Juan de Padilla, Lazcano o Arco de la Cabeza por donde nunca podría pasar el Nazareno de ir en su trono del Jueves Santo, pero excesivamente largo teniendo en cuenta el motivo de la procesión. En cualquier caso, el camino de regreso fue triunfal y siempre con una muchedumbre alrededor que dejó claro que no solamente de la Virgen de la Esperanza vive esta archicofradía, sino también de la portentosa imagen del Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso, al cual no le sentó nada mal las marchas de cornetas y tambores que le fueron interpretadas, tales como 'Amor de madre', 'Refúgiame', 'Costalero del soberano' o la adaptación del 'Nazareno del Paso' que compusiera Benjamín Esparza para este titular. Como se ha dicho antes, la procesión se alargó más de la cuenta, puesto que estaba previsto llegar a medianoche a la Basílica de la Esperanza, y sin embargo el trono se encerró a las tres menos cuarto de la madrugada.
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