sábado, 16 de abril de 2011

Se acabó el entrenamiento

Y es que, por fin, mañana empieza lo bueno tras varios días en los que hemos ido calentando motores con los traslados de la gran mayoría de las cofradías. Este año, más que casi ningún otro, la espera ha sido bien larga, pues que la Semana Santa empiece en la segunda quincena del mes de abril no es precisamente habitual, pero todo este tiempo de expectación quedará más que recompensado con lo que viviremos a partir de las diez de la mañana del Domingo de Ramos, dentro de muy pocas horas, cuando se den los primeros toques de campana en la casa hermandad de la Pollinica para que Nuestro Padre Jesús a Su Entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo inauguren una semana en la que representaremos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Como siempre, el primer traslado corrió a cargo de la victoriana cofradía del Rescate, que el pasado viernes 8 de abril congregó a un buen número de cofrades en su capilla de calle Agua para llevar a sus dos titulares a su casa hermandad, sita en la misma vía. A las diez de la noche, le tocó el turno a la cofradía de los Estudiantes, que inició su traslado desde la Iglesia del Santo Cristo y continuó por la Plaza de la Constitución, Granada, Plaza de Spínola, Plaza del Carbón, Plaza del Siglo, Granada, San Agustín, Císter y Alcazabilla hasta llegar a la casa hermandad sobre las doce y media de la madrugada. Como de costumbre, el Coronado de Espinas y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza estuvieron arropados por una gran cantidad de público, casi como en la procesión del Lunes Santo. El sábado por la mañana, salió desde el interior de la Iglesia de los Santos Mártires la hermandad de la Sagrada Cena para trasladar a sus dos titulares hasta Puerta Nueva tras callejear por el centro de la ciudad cerca de tres horas acompañada por la Agrupación Musical del Dulce Nombre de Jesús de Granada.
El Domingo de Pasión es el día de los traslados por antonomasia. Mañana, tarde y noche de procesiones en prácticamente todos los barrios de Málaga. La primera cofradía en hacerlo fue la de la Sangre, a eso de las once y media de la mañana desde la Iglesia de San Juan, y lo hizo en medio de una gran expectación, pues Antonio Banderas, que dio el pregón oficial de la Semana Santa la noche anterior (¡vaya pregón!), portaba sobre sus hombros al crucificado de Palma en el primer tramo, como suelen hacer los pregoneros de cada año; por su parte, la Virgen de Consolación y Lágrimas fue trasladada en un pequeño trono al compás de las marchas interpretadas por la Banda de Música de la Paz. Ya por la tarde, el carrusel de traslados comenzó en la Iglesia de los Mártires, desde donde partió la hermandad de los Gitanos a la cinco y media; un poco más tarde llegaría el turno del Prendimiento en el barrio de Capuchinos. A las seis y media de la tarde, los titulares de la cofradía del Rocío abandonaron la Iglesia de San Lázaro, y, a la misma hora, la Pollinica partía desde el templo de San Agustín para dirigirse a su casa hermandad de calle Parras. Quince minutos después, y de vuelta en los Mártires, el Huerto trasladaba a sus titulares en unas pequeñas andas individuales con las notas de sendas capillas musicales, mientras que a las siete tuvo lugar la entronización del Santísimo Cristo de la Agonía en el Oratorio de Pozos Dulces. A las ocho, comenzó el traslado de la Piedad por su barrio del Molinillo; media hora más tarde, Viñeros partió desde la Iglesia Conventual de la Aurora y Divina Providencia para hacer estación en la Iglesia de los Mártires y luego ir en busca de su casa hermandad acompañados por la agrupación musical de la cofradía del Jueves Santo. Por último, pasadas las nueve y media de la noche, el Dulce Nombre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza fueron trasladados desde su basílica hasta el salón de tronos de su colindante casa hermandad en medio del gentío que se congregó allí.
Unos días de descanso hasta el jueves, en el que tres traslados amenizaron la noche a los cofrades. El único que tuvo lugar en la calle fue el del Rico, que partió a las nueve de la noche desde la Iglesia de Santiago para luego bordear la Alcazaba, subir calle Alcazabilla y encerrarse en su casa hermandad de calle Victoria justamente a la medianoche. Entre medias, a las diez de la noche concretamente, Pasión y Humildad celebraron sus traslados claustrales en el interior de la Iglesia de los Mártires y en la Basílica de la Victoria, respectivamente.
Ayer Viernes de Dolores, fue un día más ajetreado en lo que a traslados se refiere. El primero en comenzar fue el de la Humillación a las siete de la tarde, que partió desde la Iglesia de Santo Domingo para callejear por su barrio perchelero hasta bien entrada la noche. Una hora más tarde, Santa María del Calvario bajó desde la Ermita del Monte Calvario hasta la Basílica de la Victoria, desde donde sale cada Viernes Santo. A las nueve, la hermandad de la Santa Cruz trasladó a su titular mariana desde la Iglesia de San Dámaso Papa, donde ha recibido culto el último año debido a las obras de reforma que se están acometiendo en la Iglesia de San Felipe Neri; prácticamente a la misma hora, la Crucifixión realizó el traslado de sus titulares al tinglao que montan enfrente de la Iglesia del Buen Pastor. A las diez de la noche, las puertas de la Iglesia de San Pedro se abrieron para que salieran de su interior el Santísimo Cristo de la Expiración a hombros de guardias civiles y María Santísima de los Dolores en su trono de traslado; ambas imágenes fueron llevadas hasta la Iglesia del Carmen para luego terminar en su casa hermandad. Poco antes de la medianoche, la cofradía de la Salutación trasladó a su Nazareno y a la Santa Mujer Verónica desde la Iglesia Conventual de la Aurora y la Divina Providencia hasta San Felipe Neri; de igual forma, el Santo Traslado celebró su particular vía crucis desde las naves de la Iglesia de San Pablo hasta su casa hermandad de la calle Trinidad. Por último, también hay que reseñar los traslados claustrales de Salud y Dolores del Puente, que entronizaron a sus crucificados en sus respectivos templos.
Hoy sábado, la novedad la ha puesto Servitas, que, al igual que Sangre, Santa Cruz y Salutación, recibía culto temporalmente fuera de la Iglesia de San Felipe Neri, adonde ha sido trasladada a las nueve y media desde los Mártires; a la misma hora, el Dulce Nombre ha hecho lo propio con sus dos titulares desde la parroquia de la Divina Pastora hasta el tinglao de la Plaza de Capuchinos. Y por segundo año consecutivo, el Cautivo y la Trinidad han sido trasladados en la jornada del sábado anterior al Domingo de Ramos tras la Misa del Alba; como siempre, los dos titulares han hecho estación en el Hospital Civil para saludar a los enfermos antes de llegar a su casa hermandad sobre las dos de la tarde.
Esta tarde, tenemos muchos más traslados, en concreto los de la Caridad, Zamarrilla, Sentencia, Nueva Esperanza, Misericordia, Soledad de Mena y Sepulcro. Y ya mañana, Domingo de Ramos. Esperemos que el tiempo acompañe toda esta Semana Santa y que todas las cofradías puedan completar sus recorridos procesionales felizmente.

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