Los dos cursos pasados publiqué por estas fechas sendas recopilaciones de respuestas curiosas (la de 2013 y la de 2014) que mis alumnos de Matemáticas del colegio en el que trabajo me dejan por escrito en los exámenes, concretamente en las preguntas teóricas, y este curso mantengo la tradición. Al igual que el curso pasado, en éste también he dado clase en 2º ESO, por lo que las posibles respuestas graciosas previsiblemente iban a ser del estilo de las que recopilé hace un año, pero resulta que los alumnos de esta promoción no han tenido una imaginación tan variada y rocambolesca como los del año anterior, así que no dispongo de mucho material para compartir, y encima algunas respuestas se repiten.
La principal y casi única fuente de respuestas ha sido el examen que les puse hace unos días acerca de conceptos teóricos de cuerpos geométricos. En una de las preguntas les pedía que mencionasen los cinco poliedros regulares (tetraedro, cubo o hexaedro, octaedro, dodecaedro e icosaedro), y algunos alumnos quisieron emular a los del curso pasado repitiendo algunas de sus respuestas, en concreto con el ya famoso TETAEDRO (Tito Eliatron lo dio a conocer en esta entrada hace unos años) y el OCTOEDRO, que no sé cuántas veces habré podido decir en clase que no se escribe con O, sino con A. Algo similar a esto me ha ocurrido también con la siguiente pregunta del examen, en la que les preguntaba por los cuatro casos particulares de paralelepípedos (cubo o hexaedro, ortoedro, romboedro y romboiedro), pero hay quien ha querido inventarse un quinto, el ROMBOIDRO. Por último, destacar también que un alumno (P) respondió GEOMETRIZ en vez de generatriz a la pregunta de cómo se llama el segmento que une el vértice de un cono con un punto de la circunferencia de la base.
Este examen no me dio para más, puesto que este curso la mayoría de los alumnos sí que se ha aprendido bien el vocabulario de geometría, y los que no han preferido dejarlo en blanco, pero en clase he vivido un par de situaciones que tengo que comentar sí o sí. La primera de ellas tuvo lugar nada más comenzar el curso. Resulta que el primer día expliqué cómo se iba a evaluar la asignatura, en concreto con una media ponderada en la que se tendrían en cuenta las notas de los exámenes, la realización de los deberes que se mandan para casa y la actitud y el comportamiento que tengan en clase. Al día siguiente, cuando llegué a la clase, se me acercó una alumna (N) con su libreta, en la que tenía apuntados los porcentajes que había detallado en la sesión anterior, y me preguntó si la MEDIA PONFERRADA se calculaba así. Imaginad la cara que se me quedó cuando escuché eso, y es que lo primero que pensé fue que en Ponferrada calculan la media de una manera diferente a como lo hacemos el resto de los mortales, pero rápidamente caí en que se había confundido y no había escuchado bien que lo que dije fue "media ponderada".
La segunda situación tuvo lugar durante el tema de geometría, un día que me encontraba yo explicando el área del cilindro y del cono, creo recordar. Un alumno (V) levantó la mano para preguntar una duda, concretamente por el área del PRISMOIDE, ya que no se había enterado muy bien el día anterior. No tuve más remedio que reírme de inmediato, al igual que el resto de compañeros, por la ocurrencia que tuvo, puesto que fue totalmente espontáneo y porque la palabra en sí nos hizo mucha gracia. Le dije que eso no existía, aunque resulta que días después me dio por buscar en Internet dicha palabra y sí, el prismoide existe, y la verdad es que el nombre le viene que ni pintado, ya que es una especie de prisma un poco raro. Siempre se aprende algo todos los días.
Lo dicho, este curso no ha dado para mucho más. Ojalá el año que viene tenga motivos para publicar una cuarta entrega de estas respuestas tan ocurrentes de los alumnos de Matemáticas.
Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta quincuagésima cuarta edición, también denominada 6.4: Pseudoprimos, está organizado por Jesús Soto a través de su blog Pimedios.
La principal y casi única fuente de respuestas ha sido el examen que les puse hace unos días acerca de conceptos teóricos de cuerpos geométricos. En una de las preguntas les pedía que mencionasen los cinco poliedros regulares (tetraedro, cubo o hexaedro, octaedro, dodecaedro e icosaedro), y algunos alumnos quisieron emular a los del curso pasado repitiendo algunas de sus respuestas, en concreto con el ya famoso TETAEDRO (Tito Eliatron lo dio a conocer en esta entrada hace unos años) y el OCTOEDRO, que no sé cuántas veces habré podido decir en clase que no se escribe con O, sino con A. Algo similar a esto me ha ocurrido también con la siguiente pregunta del examen, en la que les preguntaba por los cuatro casos particulares de paralelepípedos (cubo o hexaedro, ortoedro, romboedro y romboiedro), pero hay quien ha querido inventarse un quinto, el ROMBOIDRO. Por último, destacar también que un alumno (P) respondió GEOMETRIZ en vez de generatriz a la pregunta de cómo se llama el segmento que une el vértice de un cono con un punto de la circunferencia de la base.
Este examen no me dio para más, puesto que este curso la mayoría de los alumnos sí que se ha aprendido bien el vocabulario de geometría, y los que no han preferido dejarlo en blanco, pero en clase he vivido un par de situaciones que tengo que comentar sí o sí. La primera de ellas tuvo lugar nada más comenzar el curso. Resulta que el primer día expliqué cómo se iba a evaluar la asignatura, en concreto con una media ponderada en la que se tendrían en cuenta las notas de los exámenes, la realización de los deberes que se mandan para casa y la actitud y el comportamiento que tengan en clase. Al día siguiente, cuando llegué a la clase, se me acercó una alumna (N) con su libreta, en la que tenía apuntados los porcentajes que había detallado en la sesión anterior, y me preguntó si la MEDIA PONFERRADA se calculaba así. Imaginad la cara que se me quedó cuando escuché eso, y es que lo primero que pensé fue que en Ponferrada calculan la media de una manera diferente a como lo hacemos el resto de los mortales, pero rápidamente caí en que se había confundido y no había escuchado bien que lo que dije fue "media ponderada".
La segunda situación tuvo lugar durante el tema de geometría, un día que me encontraba yo explicando el área del cilindro y del cono, creo recordar. Un alumno (V) levantó la mano para preguntar una duda, concretamente por el área del PRISMOIDE, ya que no se había enterado muy bien el día anterior. No tuve más remedio que reírme de inmediato, al igual que el resto de compañeros, por la ocurrencia que tuvo, puesto que fue totalmente espontáneo y porque la palabra en sí nos hizo mucha gracia. Le dije que eso no existía, aunque resulta que días después me dio por buscar en Internet dicha palabra y sí, el prismoide existe, y la verdad es que el nombre le viene que ni pintado, ya que es una especie de prisma un poco raro. Siempre se aprende algo todos los días.
Lo dicho, este curso no ha dado para mucho más. Ojalá el año que viene tenga motivos para publicar una cuarta entrega de estas respuestas tan ocurrentes de los alumnos de Matemáticas.
Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta quincuagésima cuarta edición, también denominada 6.4: Pseudoprimos, está organizado por Jesús Soto a través de su blog Pimedios.