Hace un par de años por estas fechas publicaba mi habitual reseña de cada Semana Santa, y en ella destacaba por encima de todo que la de aquel año había sido
la mejor de la historia. Pues bien, resulta que ese calificativo habría que asignárselo ahora a la
Semana Santa de 2017, y es que, si bien de nuevo la climatología se ha comportado todos y cada uno de los días (con bastante calor en ciertos momentos), este año hemos tenido la suerte de contar con la
incorporación de dos nuevas imágenes: la de
María Santísima del Patrocinio Reina de los Cielos, de la hermandad de la Salutación, y la de
Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo, de la hermandad de la Mediadora. Pero las buenas noticias no acaban aquí. Después de muchos años de anhelos y de promesas que se llevaba el viento, esta vez sí que sí
me he decidido a ver la Semana Santa de Jerez de la Frontera, que también ha tenido la suerte de no ser interrumpida por la temida lluvia,
tanto el Jueves como el Viernes Santo, con una Madrugá de por medio inclusive, así que en años venideros tocará volver a tierras jerezanas para completar el resto de días. Me ha costado mucho perderme procesiones tan señeras y de mi gusto como las de la Cena, Mena, Esperanza, Vera Cruz, Dolores de San Juan, Sepulcro o Servitas, pero ya tocaba cambiar de aires y empezar a conocer a fondo la Semana Santa jerezana después de más de 15 años sin verla en directo.
El
Domingo de Ramos lo inauguró, como es costumbre, la procesión de la
Pollinica, que sigue apostando por el paso por calle Ollerías tras el cambio de recorrido que hizo el año pasado y que ya presenta algunas fases del dorado del trono de Nuestro Padre Jesús a Su Entrada en Jerusalén. Por la mañana también pudimos disfrutar de
Lágrimas y Favores, una de las procesiones que más gente atrae, y con motivo, en esta interminable jornada después de que hace un par de años se incorporase el cortejo de
Humildad y Paciencia, que, tras tener que volverse al poco de salir en 2016 por culpa de la lluvia, este año sí que pudo volver a completar su recorrido con normalidad al igual que en su debut. También el agua que cayó del cielo obligó a
Humildad a dar marcha atrás el año pasado, por lo que este año se resarció con la seriedad que caracteriza a sus filas nazarenas. El
Huerto parece haber encontrado su sitio en mitad del Domingo de Ramos a pesar de que se echa de menos que sea de las últimas por su importancia, aunque con la ubicación de su casa hermandad se antoja difícil. Uno de los cambios más notables del día lo protagonizó la
Salud, que adelantó dos puestos para no encerrarse tan tarde, aunque lo que no pudo evitar fue un parón tras hacer estación de penitencia en la Catedral a la espera de que calle Larios quedase expedita.
Dulce Nombre aportó varios estrenos, como dos nuevos soldados que enriquecen la escenificación de las Negaciones de San Pedro y la gloria del palio de la Virgen, pero sin duda alguna el estreno más esperado lo trajo
Salutación con la primera salida procesional de María Santísima del Patrocinio Reina de los Cielos, que estuvo acompañada en su trono por un San Juan. El punto y final a esta maratoniana jornada lo puso el
Prendimiento, que volvió a ser el referente pasada la medianoche en las empinadas Dos Aceras y Carrión.
Si el Domingo de Ramos se resarció de la lluvia caída el año pasado, el
Lunes Santo no fue menos, empezando por
Crucifixión, que estrenó recorrido por calle Nueva, todo un acierto, pero que chirrió, y mucho, en el trono del Cristo, pues la mecida no iba acompasada con las marchas que interpretaba la banda que lo acompañaba.
Gitanos aporta ese punto diferente con los cánticos y bailes calés, pero, bajo mi punto de vista, siguen cometiendo el error, como consecuencia, alejar a las bandas de los tronos, en especial en el de Nuestro Padre Jesús de la Columna.
Dolores del Puente supone el contrapunto a su predecesora en el recorrido oficial con un mayor recogimiento y unas crucetas musicales exquisitas y muy adecuadas a sus titulares.
Pasión, que fue la única cofradía que no pudo procesionar hace un año por culpa de la lluvia, nos regaló en éste una entrada en la Catedral de Nuestro Padre Jesús de la Pasión sencillamente espectacular con las marchas 'Amor de madre', 'Costalero del Soberano' y 'Tras de Ti, Simón', bajo mi punto de vista los mejores minutos de esta Semana Santa.
Estudiantes, como no podría ser de otra forma, representó uno de los platos fuertes de la jornada gracias a su extenso cortejo nazareno y al tradicional acto de la Plaza del Obispo que tanta gente congrega. La nota negativa la puso la cofradía del
Cautivo, o mejor dicho los
dos indeseables que
provocaron una estampida en calle Carretería que hizo que cundiera el pánico y que se dispersara el cortejo, pero, todo hay que decirlo, también muy mal su hermano mayor, que en los medios amenazó con la salida del Cautivo de la Agrupación de Cofradías si no le cambian el horario. Pues menos mal que esto ocurrió a las dos de la madrugada y no en plena tarde o noche del Lunes Santo, que si no este incidente sí que hubiese terminado en desgracia.
El
Martes Santo ya es habitual abrirlo con el
Rocío y la gran expectación que genera, más si cabe desde que la Virgen fuese
coronada canónicamente, pero también por los numerosos enclaves en los que la procesión invita a ser disfrutada: Tribuna de los Pobres, calles Nueva y Echegaray, etc. He de reconocer que ya no soy muy objetivo al hablar de las
Penas, y más concretamente del paso del Santísimo Cristo de la Agonía por San Agustín, único momento de la Semana Santa que me obliga a coger sitio cerca de dos horas para no perdérmelo año tras año, aunque esta vez tengo que decir las marchas elegidas para tal ocasión no han terminado de llenarme del todo. Lo de
Nueva Esperanza es para quitarse el sombrero, y es que parece mentira que con el recorrido tan largo que tiene los tronos estén tan bien llevados y tanto público a su alrededor. De la
Humillación podemos decir casi lo de siempre, y es que parece encontrarse un escalón por debajo del resto de cofradías del Martes Santo en casi todos los aspectos, aunque se atisban pequeñas mejoras que ojalá sean más en años futuros. El
Rescate ha dado un importante salto desde que pasó de seis a ocho varales en sus dos tronos, lo cual repercute en un mejor procesionar y, sobre todo, en que lleguen mejor al encierro. Finalmente, la
Sentencia cerró el Martes Santo con un cortejo cada vez más cuidado y, como ya es costumbre, con una gran petalada a su Virgen en calle Cárcer minutos antes de encerrarse.
El
Miércoles Santo nos presentó otro de los grandes estrenos de esta Semana Santa, y no fue otro que la primera salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno Redentor del Mundo, titular cristífero de la
Mediadora que además nos aporta la nueva iconografía en la que Jesús abraza la cruz en la que será crucificado.
Salesianos es una de esas cofradías que con el paso de los años está perdiendo fuelle, y gran parte de culpa la tiene esa maldita decisión de acompañar el trono con cornetas y tambores cuando es de cajón que lo que le viene como anillo al dedo es una banda de música que interprete un repertorio de marchas serias.
Fusionadas da gusto verla por la gran variedad de estilos que presenta, y es que por sus características (saca cuatro tronos a la calle en esta jornada) parece que nos encontramos al mismo tiempo con cuatro cofradías distintas y con una sola. La
Paloma no pudo estrenar este año como estaba previsto el nuevo trono de la Virgen, así que habrá que esperar otro más para saber si el que lo sustituye está a la altura del actual. El
Rico se quedó
sin poder indultar a un preso debido a que ninguna de las propuestas había sido aceptada por el Ministerio de Justicia, lo que obligó al cortejo a discurrir por calles del Soho para compensar la suspensión del acto de la liberación en la plaza del Obispo y no entorpecer al resto de hermandades; ahora bien, la cofradía propone que la liberación se efectúe en las próximas semanas con la condición de que sus dos titulares vuelvan a salir en sus tronos procesionales, una medida para mi gusto equivocada teniendo un trono de traslado que para esta ocasión puede servir. La
Sangre vuelve a parecer un tanto estancada; si bien el año pasado se lució con el nuevo manto de la Virgen, ahora podrían ponerse manos a la obra para cambiar algunas figuras secundarias del trono del Cristo, como por ejemplo Longinos y su caballo. Por último, la
Expiración volvió a hacer gala de su elegancia con el acompañamiento de la Guardia Civil, del respeto que infunde su Cristo con otra de las grandes crucetas musicales de nuestra Semana Santa y de la grandiosidad que transmite la Virgen de los Dolores en su trono.
El
Jueves Santo supuso mi
retorno a la Semana Santa de Jerez después de, literalmente, más de media vida sin verla, pues tengo 30 años y hacía ya por lo menos quince, quizás más, que no pasaba parte de esta semana allí. La primera hermandad en pasar por la carrera oficial fue la de la
Vera Cruz, que por su 475 aniversario procesionó por primera vez un paso alegórico del Triunfo de la Santa Cruz, el cual iba acompañado musicalmente por una capilla de ministriles que le daba un toque medieval más que singular; de igual forma procesionaba el paso del Santísimo Cristo de la Esperanza, acompañado por los ladrones Dimas y Gestas, mientras que Nuestra Señora de las Lágrimas iba con banda de música. La hermandad de la
Redención, la más joven de esta jornada, sacó un único paso (la Virgen todavía no sale en procesión) que representa el momento en el que Jesús es abofeteado por un siervo de Caifás, el cual pude ver en una de las calles más cofrades de la ciudad, la calle Tornería. Justo antes de la recogida, en la estrecha calle Carpintería Baja, pude contemplar el paso de misterio de la cofradía de la
Lanzada, que como su propio nombre indica muestra a Longinos atravesando el costado de Cristo en presencia de María Santísima de Gracia y Esperanza. En la Plaza de la Asunción, de camino a su templo de Santo Domingo, vi el cortejo de la
Oración en el Huerto, con un enorme paso de misterio en el que un ángel acompaña a Jesús, mientras que otro ángel es el que hace lo propio con María Santísima de la Confortación. Para terminar con el Jueves Santo propiamente dicho, terminé con la recogida de la hermandad del
Mayor Dolor, denominada así por su titular mariana, y cuyo paso del Ecce-Homo, un poco feo para mi gusto por las dos plantas de las que se compone, representa a Jesús presentado por Poncio Pilatos y empujado por un sayón.
La
Madrugá de Jerez de la Frontera la abre la hermandad del
Santo Crucifijo, también conocida como El Silencio porque así va todo el cortejo, sin ningún tipo de acompañamiento musical para los dos pasos, el del Santo Crucifijo de la Salud y el de María Santísima de la Encarnación. También va en completo silencio la cofradía de las
Cinco Llagas, siendo sus titulares María Santísima de la Esperanza y Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis, del cual me llamaron la atención dos detalles: el primero, que para salir de su templo le tuvo que ser retirado parte del patíbulo de la cruz que lleva al hombro para poder pasar por la puerta, y el segundo, que su paso está adornado con césped en vez de con el tradicional monte de flores o de corcho. La tercera hermandad de la Madrugá se corresponde con la del
Nazareno, en cuyo paso de misterio aparece Jesús con la cruz a cuestas siendo tirado por el sayón Marquillo, mientras que luego, antes del paso de palio de Nuestra Madre y Señora del Traspaso, me encontré con otra de las curiosidades de la Semana Santa de Jerez, y es que algunas cofradías, entre ellas ésta, procesiona también a San Juan solo en un paso portando una palma en su mano; por otra parte, cabe mencionar además que los tres pasos de esta hermandad van llevados al hombro y con la ayuda de horquillas, algo que nunca había visto en persona hasta ahora, solamente en fotos y vídeos. En la carrera oficial le sigue la cofradía de la
Buena Muerte, la cual pude ver en su salida desde la iglesia de Santiago después de varios años sin poder hacerlo por obras de restauración de este templo, así como escuchar las saetas que los vecinos del barrio de Santiago le dedicaban tanto al Santísimo Cristo de la Buena Muerte como a María Santísima del Dulce Nombre. La última cofradía en procesionar en esta Madrugá es la de la
Yedra, con el imponente paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Humildad, misterio que representa a Jesús escuchando la sentencia de Poncio Pilatos al tiempo que libera a Barrabás, y el paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza.
El
Viernes Santo comienza con la procesión de la
Exaltación, cuyo paso de misterio, en el que aparece Jesús crucificado y siendo alzado por sayones, es uno de los más grandes de la Semana Santa jerezana, y de que también merece destacar la belleza de María Santísima de la Concepción Coronada. A continuación, la hermandad del
Loreto, llamada así por su titular mariana, Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, que procesiona en el único paso de la cofradía sola al pie de la cruz acompañada por una capilla musical; por cierto, que esta Virgen es la patrona del Ejército del Aire, motivo por el cual de uno de sus brazos cuelga un pequeño avión. Una de las hermandades más llamativas de Jerez es la del
Cristo, ya que el Santísimo Cristo de la Expiración, que lleva pelo natural, va en una cruz de plata del cual cuelga una especie de manto, y además no es portado por costaleros, sino al hombro y a horquilla, así como los pasos de San Juan (ésta es otra de las cofradías que procesiona al 'Juanillo') y de María Santísima del Valle Coronada. De la iglesia de la Victoria vi salir la hermandad de la
Soledad, que toma su nombre de su titular mariana, Nuestra Madre y Señora de la Soledad, una de las más veneradas de la ciudad, y cuyo paso de misterio, conocido popularmente como 'El Pegaso', representa el Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo. El día de luto lo cerraría, como no podía ser de otra forma, la hermandad de la
Piedad, cuyo primer paso se corresponde con el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, el cual va encerrado en una urna acristalada, mientras que en el paso de palio Nuestra Señora de la Piedad va acompañada de San Juan y las tres Marías.
Ya
de vuelta en Málaga, el
Domingo de Resurrección relució el sol y apretó el calor para cerrar la Semana Santa con la procesión del Santísimo Cristo
Resucitado y María Santísima Reina de los Cielos. Como es habitual, el cortejo del Cristo estuvo compuesto por representaciones de nazarenos de las cofradías del Domingo de Ramos, Lunes Santo y Martes con sus respectivos guiones corporativos, mientras que el de la Virgen lo componían los del Miércoles, Jueves y Viernes Santo. Cabe destacar que, si se cumplen los plazos previstos, el próximo año el Resucitado estrenará un nuevo trono que sustituirá al actual, de muy poca calidad para la escena que representa.
Una
Semana Santa para el recuerdo porque hemos tenido la suerte de ver procesionar a todas las cofradías gracias al buen tiempo que ha imperado y porque además he podido disfrutar de la Semana Santa de Málaga y de Jerez de la Frontera, con tantas cosas en común y al mismo tiempo con tantas diferencias que hacen especiales a cada una de ellas.
El año que viene seguramente volveré a repartir los días de esta semana entre ambas ciudades, y
quién sabe si definitivamente en Málaga
estrenaremos nuevo recorrido oficial después de varios años rondando la idea sin llegarse a concretar del todo. Y para terminar de hablar de la Semana Santa de 2017, decir que este año
he hecho unas 3.600 fotografías durante las aproximadamente 60 horas y media que he pasado en la calle viendo procesiones, menos que antaño, pero la edad empieza a pesar, y además tenía que reservar fuerzas para viajar de Málaga a Jerez, y viceversa.