jueves, 25 de marzo de 2021

XXXVI Olimpiada Matemática Thales

El pasado sábado 20 de marzo tuvo lugar la Fase Provincial de la XXXVI Olimpiada Matemática Thales de Andalucía, una edición que tendría que haberse celebrado hace un año, pero fue precisamente hace doce meses cuando el coronavirus llegó a nuestras vidas y el estado de alarma que se decretó en España obligó a paralizar todo, entre otras cosas la Olimpiada de 2º ESO, que en un primer momento se aplazó para semanas después ser suspendida definitivamente. Así pues, esta trigésima sexta edición que estaba prevista para 2020 se ha celebrado finalmente en el presente año 2021, pero, en vez de realizarse de manera presencial como suele ser habitual, ha tenido lugar de forma online, pues la situación sanitaria actual sigue siendo delicada y se debían evitar las aglomeraciones de alumnos, familias y profesores que solían darse cada año en las sedes de la Olimpiada Matemática Thales.
A pesar de esta modificación en la organización de la prueba, el número de alumnos que se inscribieron fue bastante alto y similar al de las últimas ediciones, concretamente más de 2600 participantes en toda Andalucía y por encima de los 500 en la provincia de Málaga, cuatro de los cuales fueron los alumnos de 2º ESO que representaron al IES Jarifa (Cártama), instituto en el que trabajo por cuarto curso consecutivo. La prueba daría comienzo a las 10:30 a través de la plataforma virtual de la SAEM Thales, de tal manera que los alumnos participantes dispondrían de dos horas para resolver los cinco problemas planteados, indicando para cada uno de ellos la respuesta que consideraban correcta, además del correspondiente razonamiento seguido para llegar hasta dicha solución. Los problemas más difíciles que se encontraron los participantes no fueron precisamente matemáticos, sino más bien técnicos, puesto que el servidor de la SAEM Thales se colapsó nada más empezar debido al gran número de usuarios que intentaron acceder a la plataforma al mismo tiempo, lo que provocó que muchos participantes tuvieran serias dificultades para realizar la prueba y que la organización se viese obligada a ampliar la duración de la prueba, primero hasta las 14:00 y finalmente hasta las 15:00, para compensar ese tiempo perdido.
Como la prueba tuvo que celebrarse de manera online, no fue hasta el pasado martes cuando pude hablar con los cuatro alumnos de mi instituto para preguntarles qué tal habían hecho la prueba. Tal y como me esperaba, todos ellos tuvieron diversos problemas para poder realizar la prueba, pues uno de ellos no pudo acceder a la plataforma a pesar de haberlo intentado desde varios dispositivos, otros dos tardaron bastante tiempo en conseguirlo, incluso algunos se percataron de que, una vez ya en la plataforma, se les borraban algunas de las respuestas que habían introducido. Por otra parte, los tres alumnos que consiguieron acceder a la prueba validaron sus respuestas poco antes de las 12:30, que era la hora límite que se estableció inicialmente, pero no sabían que, debido a los problemas técnicos que surgieron, se había ampliado dicha hora de entrega, y de haberlo sabido habrían seguido intentando resolver los problemas propuestos, ya que dejaron algunos sin hacer por falta de tiempo. Por lo tanto, la sensación que les ha quedado a mis cuatro alumnos, y me imagino que a otros muchos participantes, ha sido un tanto amarga por las complicaciones con las que se encontraron y que les impidieron disfrutar de la prueba a pesar de tener que celebrarse online y no de manera presencial, pero lo más importante de todo es que se hayan atrevido a participar y a dedicar la mañana de un sábado a resolver problemas de matemáticas a pesar de que la experiencia vivida no haya sido tan satisfactoria como se esperaba.
Para terminar, os dejo con el enunciado de uno de los cinco problemas que han sido propuestos en esta edición para que intentéis resolverlo y que compartáis vuestra solución en los comentarios.

REPARTO EN CAJAS
En un supermercado hay 360 botes de miel y 300 botes de mermelada. Se van a meter en cajas. Una vez finalizado han salido tres cajas más de botes de miel que de mermelada, y las cajas de miel contienen un bote menos que las de mermelada.
  • ¿Cuántas cajas había de miel?
  • ¿Cuántas cajas había de mermelada?
  • ¿Cuántos botes hay en cada caja de miel?
Explica el procedimiento que has seguido para resolver las tres cuestiones anteriores.

Nota: este post forma parte del Carnaval de Matemáticas, que en esta nonagésima cuarta edición, también denominada 12.1, está organizado por Moni Alus a través de su blog El mundo en un chip.

lunes, 15 de marzo de 2021

No es mío, pero es interesante (CXLVII)

Aquí tenemos una nueva entrega de 'No es mío, pero es interesante', una sección en la que os recomiendo las entradas de otros blogs y webs que más me han interesado en las últimas semanas. Como viene siendo habitual, hay un blog que acapara casi todos los posts, concretamente Microsiervos, con nueve aportaciones. Lo que tampoco cambia es la variedad de contenidos, pues hay ciencia, astronomía, curiosidades, vídeos, etc.
Echémosle un vistazo a la lista de enlaces de esta entrega:
¿Qué os han parecido las recomendaciones de esta entrega? Espero que os hayan gustado y que me lo hagáis saber a través de un comentario ;)

jueves, 4 de marzo de 2021

Viaje a España 2019: día 2

Martes, 26 de febrero de 2019

8:20
En cuanto sonó el despertador, me levanté para ducharme y asearme, tras lo cual dejé el baño libre a Fran, quien me confirmó que yo había roncado bastante y que no había podido dormir bien (obviamente, no era mi intención). A las nueve y media, ya con Jose y Miguel, salimos del hostal para buscar un sitio en el que desayunar; finalmente, fuimos a El Valenciano, donde desayuné pan tostado con aceite, un vaso de leche con Cola Cao y un churro que venía de acompañamiento (3'20 € en total).

Regresamos al hostal para recoger nuestro equipaje y hacer el check-out, tras lo cual nos dirigimos al coche para dejar las maletas en el maletero y poder visitar la ciudad tranquilamente. El primer sitio al que fuimos fue a la Catedral de Santa María de Regla, el monumento más importante de León, cuya entrada seguía costando lo mismo que cuando la visité el verano anterior (6 €).

Recorrimos el templo siguiendo las indicaciones de la audioguía al tiempo que contemplábamos la belleza y la luminosidad de sus coloridas vidrieras y de sus rosetones, así como la grandiosidad de su bóveda de crucería, dos indicativos muy claros del predominante estilo gótico que caracteriza a esta catedral.

También visitamos el magnífico trascoro, que cuenta con relieves de alabastro y un arco triunfal; las numerosas capillas situadas en las naves laterales y en la girola; el coro, con los órganos situados sobre la sillería de madera de nogal; y el altar mayor, en el que destaca el retablo mayor de estilo neogótico.

Después de visitar la catedral, recorrimos el casco histórico de León, empezando por la plaza Mayor, donde se erige el Antiguo Consistorio, para luego callejear hasta llegar a la plaza del Grano, en la cual destacan la fuente situada en el centro de la misma y la iglesia de Nuestra Señora del Mercado.

 
13:00
Tras un pequeño receso para que mis amigos se tomasen una caña en una taberna de la plaza, retomamos el callejeo para dirigirnos al Paseo de Papalaguinda, a orillas del río Bernesga. Ya en el Puente de los Leones, vimos el Monumento a los Reyes de León, que cada día muestra la fecha que es, y rodeamos la plaza de Guzmán el Bueno para volver al centro de la ciudad.

Al llegar a la plaza de Santo Domingo, nos desviamos por la calle Ramón y Cajal para ver el Monumento a las Infantas de León, parte de la muralla romana de León, la Torre del Gallo y la Basílica de San Isidoro, tras lo cual pusimos rumbo a la plaza de San Marcelo, donde se erige la Casa Botines y donde también pudimos contemplar tres maquetas de bronce a escala de la ciudad de León.

Ya pasaban unos minutos de las dos de la tarde, así que decidimos buscar un sitio en el que almorzar. El problema era que, al igual que el día anterior, buena parte de los bares y restaurantes estaban cerrados, entre ellos varios de los que queríamos probar, lo cual no terminábamos de comprender, y más teniendo en cuenta que León había sido el año anterior la Capital Española de la Gastronomía.

Al final comimos en la Tabierna Los Cazurros, donde con las bebidas (Coca-Cola en mi caso) nos pusieron unas tapas de patatas bravas y alitas de pollo. Luego pedimos croquetas caseras, una tosta de cecina y queso, una tabla de embutido de León, unos huevos para romper con jamón asado, setas a la plancha con queso azul y una degustación leonesa. Todo salió por 55'80 €, bastante bien de precio para todo lo que comimos.

Una vez almorzados, mis amigos fueron a tomarse un café enfrente del Ayuntamiento, y mientras tanto yo fui al Restaurante Ezequiel para comprar dos tripas de salchichón y una de chorizo (15'90 €). De nuevo con Jose, Miguel y Fran, dimos por concluida nuestra estancia en León y nos fuimos en busca del coche para continuar con nuestro viaje.

16:35
Nuestro siguiente destino era Asturias, y concretamente nos alojaríamos en Oviedo. Cogimos por la autovía A-66 y por la autopista Ruta de la Plata, por la cual tuvimos que pagar un peaje de 13'35 €. Atravesamos las imponentes montañas de la cordillera Cantábrica hasta adentrarnos en Asturias, de tal forma que eran las seis y diez de la tarde cuando llegamos a Oviedo.

Dejamos el coche en un garaje situado frente al Hotel Clarín, alojamiento en el que habíamos reservado dos habitaciones para tres noches (67'50 € por cabeza), de tal manera que Miguel y Fran se quedarían en la 402, mientras que Jose y yo compartiríamos la 403.

Después de descansar un buen rato en las habitaciones, así como de planear lo que haríamos esa noche y dónde cenaríamos, salimos a dar una vuelta a eso de las ocho y veinte, siendo la Basílica de San Juan El Real el primer lugar que visitamos, muy llamativa con su imponente y suntuosa fachada iluminada.

A continuación, callejeando nos topamos con la estatua de Woody Allen, a pocos pasos del Teatro Campoamor, pues fue allí donde recibió el Premio Príncipe de Asturias (actualmente, Premios Princesa de Asturias), y también cerca del teatro, en la plaza de la Escandalera, vimos la escultura de 'La Maternidad' de Botero.

Poco después llegamos a la plaza de la Constitución, donde se erige el Ayuntamiento, y muy cerca de allí encontramos la Sidrería El Gato Negro, que era el sitio donde pretendíamos cenar, y la verdad es que fue todo un acierto. Para beber, mis amigos se tomaron varias botellas de sidra, y yo agua, y luego pedimos cecina con queso de cabra, zamburiñas, fritos de bacalao, chorizo a la sidra y escalopines al cabrales. Sencillamente espectacular, hasta el pan estaba buenísimo, y en total nos costó 77'70 €.

Tras una cena deliciosa y contundente, dimos un paseo por el centro para bajar la comida. Subimos la calle Rúa hasta desembocar en la plaza de Alfonso II el Casto, en la cual se halla la Catedral de Oviedo, que estaba elegantemente iluminada, así como la escultura de 'La Regenta', ya que la historia que se narra en esta famosa novela de Clarín transcurre en esta ciudad.

Finalmente, llegamos al hotel poco antes de las once y media, cansados tras un día muy completo de mucho caminar, un viaje en coche y una gran cena. Pasada la medianoche, nos acostamos para descansar y reponer fuerzas para el siguiente día.