El Málaga ha ganado esta tarde, tras un mes sin hacerlo, 4-2 al Osasuna en un partido en el que todos los goles se consiguieron en la segunda mitad.
La primera parte, en líneas generales, fue un poco aburrida. En los primeros quince minutos no ocurrió nada destacable, pero, a partir de ahí, el encuentro se animó un poco. Plasil, tras jugada personal, fue el autor del primer disparo del Osasuna, pero Goitia lo detuvo en dos tiempos. Acto seguido, un centro desde la derecha de Jesús Gámez llegó hasta Baha, cuyo remate se estrelló en la madera. A la media hora, Adrián se plantó solo delante de Ricardo, que logró repeler el esférico, pero al rechace llegaron Eliseu y un defensa visitante, que, finalmente, consiguió desbaratar la ocasión mandando a córner el balón, que también tocó el poste. De aquí al descanso, poco más, solamente un par de tiros sin excesivo peligro del Málaga, que dominó los últimos treinta minutos de esta primera mitad, mientras que el Osasuna sólo controló los primeros quince. El árbitro, salvo pequeños detalles, estuvo bien durante todo el encuentro.
La segunda parte sí estuvo mucho más entretenida. A los diez minutos de la reanudación, Calleja fue objeto de penalty tras ser zancadilleado por Juanfran; Apoño se encargó de ejecutar la pena máxima (1-0). Poco después, Adrián se internó por la banda izquierda y su centro encontró a Baha, que cabeceó en boca de gol (2-0). A partir de aquí, los blanquiazules se relajaron y, al final, pasó lo que tenía que pasar. En dos minutos, el Osasuna puso las tablas en el marcador: primero, Nekounam cabeceó a la red un centro desde la izquierda en el que Goitia debió haber salido a despejar el balón (2-1); justo después, en un córner, Miguel Flaño empató el encuentro con un otro remate de cabeza (2-2). La cosa pintaba mal para los locales, que habían perdido la ventaja de dos goles en apenas un minuto, y a sólo diez del final. Pero en dos contragolpes, el Málaga sentenció al conjunto pamplonica: Luque, que había salido en esta segunda mitad, puso de nuevo por delante a los locales con algo de fortuna, ya que su disparo desde la frontal dio en Azpilicueta, y el esférico dibujó una parábola por la que nada pudo hacer el portero rival (3-2); ya en el descuento, Eliseu se anotó el cuarto gol malaguista tras batir por bajo a Ricardo (4-2). Entre estos dos tantos, Nekounam estuvo a punto de volver a empatar, pero su cabezazo se marchó rozando el poste.
Estos tres puntos permiten al Málaga afianzarse en la zona tranquila de la tabla, con margen suficiente sobre los puestos de descenso. El próximo domingo a las cinco de la tarde, los blanquiazules visitarán Riazor para medirse al Deportivo de la Coruña.
La primera parte, en líneas generales, fue un poco aburrida. En los primeros quince minutos no ocurrió nada destacable, pero, a partir de ahí, el encuentro se animó un poco. Plasil, tras jugada personal, fue el autor del primer disparo del Osasuna, pero Goitia lo detuvo en dos tiempos. Acto seguido, un centro desde la derecha de Jesús Gámez llegó hasta Baha, cuyo remate se estrelló en la madera. A la media hora, Adrián se plantó solo delante de Ricardo, que logró repeler el esférico, pero al rechace llegaron Eliseu y un defensa visitante, que, finalmente, consiguió desbaratar la ocasión mandando a córner el balón, que también tocó el poste. De aquí al descanso, poco más, solamente un par de tiros sin excesivo peligro del Málaga, que dominó los últimos treinta minutos de esta primera mitad, mientras que el Osasuna sólo controló los primeros quince. El árbitro, salvo pequeños detalles, estuvo bien durante todo el encuentro.
La segunda parte sí estuvo mucho más entretenida. A los diez minutos de la reanudación, Calleja fue objeto de penalty tras ser zancadilleado por Juanfran; Apoño se encargó de ejecutar la pena máxima (1-0). Poco después, Adrián se internó por la banda izquierda y su centro encontró a Baha, que cabeceó en boca de gol (2-0). A partir de aquí, los blanquiazules se relajaron y, al final, pasó lo que tenía que pasar. En dos minutos, el Osasuna puso las tablas en el marcador: primero, Nekounam cabeceó a la red un centro desde la izquierda en el que Goitia debió haber salido a despejar el balón (2-1); justo después, en un córner, Miguel Flaño empató el encuentro con un otro remate de cabeza (2-2). La cosa pintaba mal para los locales, que habían perdido la ventaja de dos goles en apenas un minuto, y a sólo diez del final. Pero en dos contragolpes, el Málaga sentenció al conjunto pamplonica: Luque, que había salido en esta segunda mitad, puso de nuevo por delante a los locales con algo de fortuna, ya que su disparo desde la frontal dio en Azpilicueta, y el esférico dibujó una parábola por la que nada pudo hacer el portero rival (3-2); ya en el descuento, Eliseu se anotó el cuarto gol malaguista tras batir por bajo a Ricardo (4-2). Entre estos dos tantos, Nekounam estuvo a punto de volver a empatar, pero su cabezazo se marchó rozando el poste.
Estos tres puntos permiten al Málaga afianzarse en la zona tranquila de la tabla, con margen suficiente sobre los puestos de descenso. El próximo domingo a las cinco de la tarde, los blanquiazules visitarán Riazor para medirse al Deportivo de la Coruña.
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